(Minghui.org) La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue adoptada por las Naciones Unidas hace 72 años, en 1948. La República de China estuvo entre los 48 miembros que votaron a favor. Después de que la República de China perdiera la China continental a manos del partido comunista chino (PCCh) y se refugiara en Taiwán, se convirtió en una sociedad democrática con un alto grado de libertades políticas y civiles.

En comparación, la situación de los derechos humanos en la China comunista es una de las más deplorables del mundo. En 2020, China volvió a figurar en la lista de "países de especial preocupación" de la Comisión Internacional para la Libertad Religiosa de los Estados Unidos por violar la libertad religiosa. Este es el 21.er año consecutivo en que China está en la lista de "países de especial preocupación".

La grave violación de los derechos humanos por parte del PCCh, en particular la persecución a los practicantes de Falun Dafa, exige una atención especial de la comunidad internacional.

Según Minghui.org, 86.050 practicantes de Falun Dafa fueron arrestados, 28.143 fueron condenados a campos de trabajos forzados, 17.963 fueron sentenciados a prisión, 18.838 fueron llevados a centros de lavado de cerebro y 809 fueron llevados a hospitales psiquiátricos en algún momento entre el inicio de la persecución el 20 de julio de 1999 y el 10 de julio de 2019. De los 518.940 casos de persecución confirmados, 4.580 practicantes murieron a causa de la persecución. Debido a la dificultad de obtener información de la China comunista, se cree que el número real de practicantes perseguidos por su fe es mucho mayor.

De enero a octubre de 2020, Minghui confirmó que 68 practicantes murieron como resultado de la persecución, 5.111 practicantes de Falun Dafa fueron arrestados, 5.936 acosados y 277 fueron detenidos en centros de lavado de cerebro. Solo en octubre de 2020, se informó que 1.077 practicantes fueron acosados o arrestados, incluyendo 19 practicantes mayores de 65 años. El practicante más anciano arrestado tenía 80 años.

Los siguientes son solo algunos casos para ilustrar la violencia de la persecución:

La señora Han Yuqin murió horas después de su arresto

La señora Han Yuqin, una mujer de 68 años de edad de la ciudad de Tangshan, provincia de Hebei, fue llevada de su casa alrededor de las 5 a. m. el 18 de junio de 2020. Se informó a su familia de su muerte alrededor de las 18:00 horas. Cuando vieron su cuerpo en el hospital, su pelo estaba despeinado y tenía sangre en la nariz.

El arresto de la señora Han formaba parte de una redada policial en la que fueron arrestados 36 practicantes locales de Falun Dafa. Su familia sospechó que hubo juego sucio en su muerte súbita, ya que gozaba de buena salud desde que empezó a practicar Falun Dafa en 1995.

El señor Wang Dianguo murió en prisión tres años después de que su esposa muriera en el centro de detención

El señor Wang Dianguo, un residente de 67 años de la ciudad de Anshan, provincia de Liaoning, murió a las 4 de la tarde del 16 de junio de 2020, unos dos años después de haber sido llevado a prisión. El encarcelamiento del señor Wang se produjo inmediatamente después de su arresto en su casa en julio de 2017, cuando su esposa, la señora Yu Baofang, y su hijo también fueron detenidos por practicar el Falun Dafa. La señora Yu murió en el centro de detención de mujeres de Anshan 13 días después.

A la familia de Wang le dijeron que murió de cáncer gástrico. Preguntaron por qué no fue tratado o puesto en libertad condicional por razones médicas, pero no obtuvieron respuesta. Tras sus repetidas peticiones, los guardias reprodujeron una parte de las grabaciones de seguridad, por las que la familia del señor Wang se enteró de que quedó incapacitado en abril de 2020. La familia nunca fue notificada de su condición.

La señora Wang Shukun murió por una paliza de la policía

La señora Wang Shukun, médica de 66 años de edad de la ciudad de Haining, provincia de Heilongjiang, murió el 2 de julio de 2020, unos días después de que la policía la golpeara durante horas en el hospital donde trabajaba.

La señora Wang fue llamada al hospital después de meses de permanecer en casa debido al coronavirus. Pensó que la llamaban para que volviera a trabajar, pero en realidad la policía la buscaba. La policía intentó forzarla a escribir declaraciones de renuncia a Falun Dafa y a reconocer que su esposo también practica Falun Dafa cuando nunca lo hizo. Cuando la señora Wang se negó a firmar las declaraciones, los agentes de policía la golpearon hasta que ella les rogó que se detuvieran y la dejaran ir a casa.

La señora Wang volvió a casa con las rótulas rotas y moretones por todo el cuerpo. Sufrió una hemorragia cerebral unos días después y falleció el 2 de julio.

Cinco practicantes fueron sentenciados a prisión y les impusieron fuertes multas

Cinco practicantes de Falun Dafa de la ciudad de Nanchang, provincia de Jiangxi, fueron condenados el 22 de octubre de 2020. Los cinco fueron arrestados entre el 18 y el 26 de julio de 2019, después de que la policía rastreara sus direcciones a través de las cámaras de vigilancia.

La señora Zhang Li fue condenada a 7,5 años y a una multa de 100.000 yuanes. El señor Zhang Wentao fue condenado a 3 años y multado con 40.000 yuanes. La señora Jiang Lanying fue sentenciada a 2,5 años y multada con 30.000 yuanes. La señora Hu Shuiying fue sentenciada a 2 años y multada con 30.000 yuanes. El señor Chen Baozhi fue condenado a tres años con cinco años de libertad condicional y una multa de 50.000 yuanes.

Doce practicantes condenados de 2 a 8 años de prisión

Doce practicantes de Falun Dafa en la ciudad de Zunhua, provincia de Hebei, fueron sentenciados en secreto el 27 de noviembre de 2020 por su fe. La señora Wang Ruiling, de 68 años, fue sentenciada a ocho años y multada con 10.000 yuanes. El señor Zhang Yuming, de 65 años, fue condenado a siete años y multado con 6.000 yuanes. El señor Wang Jian, de 70 años, fue condenado a siete años y multado con 5.000 yuanes. La señora Tian Shuxue, de 82 años, fue condenada a cinco años y seis meses y multada con 6.000 yuanes. La señora Zhang Qin, de 78 años, fue condenada a cuatro años y seis meses y multada con 5.000 yuanes. Los otros siete practicantes fueron condenados a penas de prisión de dos a cinco años y a una multa de entre 2.000 y 5.000 yuanes.

Se movilizó a más de trescientos oficiales de policía para acorralar a los practicantes el 6 de julio de 2019, después de que la policía vigilara los teléfonos celulares de los practicantes durante dos meses. Un total de diecinueve practicantes fueron arrestados ese día.

Continúa la sustracción forzada de órganos

La sustracción forzada de órganos a los practicantes de Falun Dafa fue revelada al público por primera vez en marzo de 2006 por dos investigadors independientes. Desde entonces, se expusieron más y más pruebas de este atroz crimen contra la humanidad. Las pruebas sugieren que todavía está ocurriendo ahora.

Después de una década de investigación, David Matas y David Kilgour de Canadá, y Ethan Gutmann de los EE. UU. publicaron un informe conjunto el 22 de junio de 2016 titulado Informe de investigación sobre la sustracción forzada de órganos por parte de los PCCh. En él se concluye que los cirujanos chinos están trasplantando entre 60.000 y 100.000 órganos al año y que casi todos los órganos proceden de practicantes de Falun Dafa y de otros prisioneros de conciencia. Sugirieron que el número total de trasplantes realizados entre 2000 y 2016 podría llegar a ser de 1,5 millones.

Según una investigación del Comité encargado de investigar la persecución a Falun Dafa (CIPFG), el PCCh utiliza todo el aparato estatal, incluidos el ejército, la policía, el sistema judicial y las instituciones médicas, en un esfuerzo por eliminar a Falun Dafa mediante la sustracción forzada de órganos desde el año 2000. Se estima que 891 hospitales de trasplantes y más de 9.519 médicos participaron en la sustracción forzada de órganos hasta el 10 de julio de 2016.

La Declaración Universal de Derechos Humanos establece que todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona, sin distinción de raza, color, sexo, idioma y religión. Todo individuo tiene derecho a la libertad de reunión y asociación pacífica. Con pocas excepciones, la mayoría de los países del mundo se esfuerzan por cumplir la declaración. Lamentablemente, la China comunista continúa pisoteando los derechos básicos de sus propios ciudadanos.

Los derechos humanos son el valor universal de la humanidad. Todos compartimos la responsabilidad de salvaguardar y proteger los derechos humanos en todo el mundo. Pedimos a la comunidad internacional que preste atención a las continuas violaciones de los derechos humanos en China.