(Minghui.org) El secretario de estado de los Estados Unidos Mike Pompeo visitó recientemente la Ciudad del Vaticano. Aunque no pudo reunirse con el Papa Francisco, pronunció un discurso en un foro de libertad religiosa el 30 de septiembre en el que instó a los líderes religiosos, incluida la Santa Sede, a levantarse contra la tiranía del partido comunista chino (PCCh) y defender la dignidad humana.
Organizado por la embajada de EE. UU. ante la Santa Sede, el foro se tituló "Avanzando y defendiendo la libertad religiosa internacional a través de la diplomacia". Durante su visita, Pompeo también se reunió con el secretario de estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin y el secretario de relaciones con los estados, el arzobispo Paul Gallagher, para discutir el avance de la paz, la libertad y la dignidad humana a través de la colaboración entre los EE. UU. y la Santa Sede.
Mike Pompeo, secretario de estado de los Estados Unidos, habló en la ciudad del Vaticano el 30 de septiembre sobre los desafíos a la libertad religiosa causados por el partido comunista chino (PCCh)
La grave situación en China
En el discurso titulado "Testigo moral y libertad religiosa", Pompeo dijo que pasaron 75 años desde que terminó la segunda guerra mundial en Europa, pero que la gente todavía recuerda bien a las personas que se enfrentaron al régimen nazi con conciencia. Un ejemplo fue el Padre Bernhard Lichtenberg, un sacerdote de Berlín que ayudó incansablemente a los judíos y rezó por su seguridad.
Tal coraje es fundamentalmente consistente con los principios fundadores de los Estados Unidos. "Nuestros fundadores consideraron la libertad religiosa como un derecho absolutamente esencial de la humanidad y primordial para nuestra fundación", explicó. Dijo que esto es crítico porque los regímenes autoritarios de hoy en día están socavando la libertad religiosa en todo el mundo.
Entre ellos, el peor es el PCCh. "En ningún lugar se ataca más la libertad religiosa que en el interior de China hoy en día", continuó: "Eso es porque, como en todos los regímenes comunistas, el partido comunista chino se considera la máxima autoridad moral". Además, "Un PCCh cada vez más represivo, asustado por su propia falta de legitimidad democrática, trabaja día y noche para apagar la lámpara de la libertad, especialmente la libertad religiosa, a una escala espantosa".
Pompeo señaló que: "El partido comunista chino golpeó a todas las comunidades religiosas de China: iglesias caseras protestantes, budistas tibetanos, devotos de Falun Dafa y más".
"Debemos apoyar a aquellos que piden la libertad en nuestro tiempo"
"Debemos apoyar a los que piden la libertad en nuestro tiempo, como lo hizo el Padre Lichtenberg", propuso Pompeo. Dijo que el gobierno de los EE. UU. trabajó duro en esto, pero en otras naciones o estados, no todos los líderes son capaces de ponerlo como una prioridad principal. "Los países a veces deben hacer compromisos para avanzar en los buenos fines, los líderes van y vienen y de hecho las prioridades cambian".
Los líderes religiosos, por otro lado, están en una posición diferente. Añadió: "Las consideraciones terrenales no deben desalentar las posturas de principios basados en verdades eternas". En la historia, los católicos jugaron un papel crítico en la defensa de la dignidad humana. Por ejemplo, dijo: "El filósofo católico francés Jacques Maritain ayudó a sentar las bases intelectuales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948".
Del mismo modo, el Papa Juan Pablo II fue un impulsor clave de la conciencia que derribó el telón de acero para poner fin a la guerra fría. El Papa Benedicto Emérito también hizo hincapié en la libertad religiosa como "un elemento esencial de un estado constitucional", así como "la prueba de fuego para el respeto de todos los derechos humanos".
Todo esto es un buen ejemplo para los líderes religiosos de hoy en día. "Como cristianos, todos sabemos que vivimos en un mundo decadente. Eso significa que aquellos que tienen la responsabilidad del bien común deben a veces tratar con hombres malvados y de hecho, con regímenes malvados", continuó Pompeo: "Pero al hacerlo, los estadistas que representan a las democracias nunca deben perder de vista las verdades morales y la dignidad humana que hacen posible la democracia misma".
Dijo: "El Papa Francisco exhortó a la Iglesia a estar en un estado de misión permanente", y señaló que: "Ser una Iglesia en un estado de misión permanente tiene muchos significados". Seguramente, uno de ellos es ser una Iglesia en defensa permanente de los derechos humanos básicos".
Como tal, Pompeo instó a la Iglesia a oponerse de forma permanente a los regímenes tiránicos y a apoyar: "a aquellos que desean tomar 'el riesgo de la libertad' de la que habló el Papa Juan Pablo II, en especial, sobre todo cuando la libertad religiosa es negada o limitada, o incluso aplastada".
Tales responsabilidades no solo se limitan a los cristianos y católicos. Pompeo hizo un llamado a "todos los líderes religiosos a encontrar el coraje para enfrentar la persecución religiosa contra sus propias comunidades, así como el Padre Lichtenberg lo hizo contra los miembros de otras religiones".
"Debemos apoyar a aquellos que piden la libertad en nuestro tiempo, como lo hizo el Padre Lichtenberg", reiteró.
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