(Minghui.org) Los apegos humanos de algunos practicantes fueron movidos cuando el partido comunista chino (PCCh) comenzó a ejecutar su campaña “reducción a cero”. La campaña tiene como objetivo forzar a los practicantes de Falun Dafa que están en la lista negra del PCCh a renunciar a su fe. Algunos practicantes permanecieron impasibles y elevaron su nivel de cultivación al negarse a cumplir con sus demandas. Otros se asustaron y se guiaron por su pensamiento humano. Espero que las dos historias siguientes nos inspiren a permanecer firmes para poder cumplir nuestra misión.

Un día, varios funcionarios del gobierno del municipio y el jefe del comité local llegaron a la casa de la Sra. Xiufang (seudónimo) y la instaron a firmar las declaraciones que difaman a Falun Dafa y a renunciar a su fe. Dijeron que tacharían su nombre de la lista y dejarían de molestarla: “Su nombre será eliminado”, dijeron. La Sra. Xiufang respondió inmediatamente: “Eso no ocurrirá. Mi nombre debe estar entre los practicantes de Falun Dafa”. Ella entonces les explicó muchos hechos sobre Falun Dafa. Ellos se fueron.

El personal de la administración del pueblo y el secretario del PCCh del pueblo fueron a la casa del Sr. Dahai (seudónimo) dos veces, tratando de forzarlo a renunciar a Falun Dafa. Cuando se retiraron, él escribió lo que dijeron e hicieron y lo envió a Minghui.org, donde se publicó su informe. La tercera vez que fueron, llevaron regalos. Le dijeron: “Por favor, acepte nuestros regalos. No escribas sobre nuestra visita”.

Algunos practicantes están verdaderamente aterrorizados cuando el PCCh trata de perseguirlos. Esta reacción humana se manifiesta porque ellos se olvidan que son cultivadores. No se dan cuenta de que es una oportunidad para salvar a las personas que vienen a perseguirlos y mejorar sus niveles. Su creencia en el Maestro y en Dafa es superficial. El PCCh usa la campaña reducción a cero para amenazarlos e intimidarlos. En lugar de tener miedo, podemos usar esto para “reducir a cero” nuestros apegos humanos, para aclarar la verdad a la gente que todavía no entiende los hechos y reducir a cero el número de gente que no sabe la verdad. ¿No sería genial?

Deberíamos cambiar nuestras nociones humanas. En lugar de tener miedo, deberíamos tener compasión por esta pobre gente que está envenenada por las mentiras del PCCh. Deberíamos aprovechar esta oportunidad para salvarlos de una manera digna y recta.