(Minghui.org) Wang Huaizhong, gobernador adjunto de la provincia de Anhui (1999-2003), siguió de cerca al partido comunista chino (PCCh) para perseguir a los practicantes de Falun Gong. “Simplemente junten [a los practicantes] y mátenlos a todos con ametralladoras”, dijo en el 2000, durante una reunión a la que asistieron todos los oficiales del municipio de la ciudad de Fuyang.
Sin embargo, al cabo de dos años, el propio Wang fue arrestado por soborno y ejecutado en febrero de 2004 a la edad de 58 años.
Pareciera que la muerte de Wang fue el resultado de aceptar soborno, pero muchos en la provincia de Anhui creen que estaba pagando el precio por perseguir a los practicantes de Falun Gong.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es un sistema de ejercicios y meditación basado en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Desde su presentación al público en 1992, muchas personas se han beneficiado de la práctica, tanto física como espiritualmente. A medida que su popularidad se aumentó, el régimen totalitario del PCCh decidió suprimirla, lanzando una persecución en su contra en julio de 1999. Desde entonces, un número incalculable de practicantes han sido arrestados, encarcelados, torturados e incluso sometidos a la sustracción forzada de sus órganos.
A pesar de la persecución en curso, los practicantes de Falun Gong han estado trabajando incansablemente durante las últimas dos décadas, para informar al público de la verdad sobre Falun Gong y desenmascarar la propaganda calumniosa del PCCh. El resultado es que muchos funcionarios gubernamentales y policiales y ciudadanos comunes han cambiado sus actitudes negativas hacia Falun Gong. Desafortunadamente, algunos todavía elijen seguir ciegamente la política de persecución del PCCh. Igual que en los sucesos que figuran a continuación, esto ha tenido graves consecuencias en la provincia de Anhui.
En la cultura china, tanto en la tradicional como en la occidental, se cree que los malhechores tendrán que rendir cuentas de sus acciones. Esperamos sinceramente que los siguientes relatos sirvan como un amable recordatorio a aquellos que todavía están siguiendo al PCCh para que dejen de hacer malas acciones y se aseguren un mejor futuro.
Jefe de la oficina de seguridad nacional: "¡Siempre soy su dictador!"
Li Hongming, jefe de la oficina de seguridad nacional del distrito de Langya en la ciudad de Chuzhou, estuvo muy involucrado en la persecución a los practicantes de Falun Gong. Ordenó sus arrestos, saqueos domiciliarios e intimidación. Solo en el distrito de Langya, un practicante fue sentenciado a un período de cuatro años, tres fueron sometidos a trabajos forzados y más de diez fueron detenidos bajo la directiva de Li.
Una vez, cuando Li acosó a un practicante en su casa, el practicante le explicó qué es Falun Gong, con la esperanza de que pudiera seguir la ley en lugar de las órdenes del PCCh. Ignorando el consejo, Li golpeó la mesa y gritó: “¡Tonterías! Pase lo que pase, ¡yo siempre soy tu dictador [comunista]!".
Li tuvo un accidente automovilístico en noviembre de 2006 y murió ahí mismo.
Instructor político: "Cualquiera que vaya a Beijing para apelar, debiera ser enviado a un campo de trabajos forzados"
Wang Mingquan, de unos 45 años, era el instructor político en la comisaría de policía local de Yicheng en la ciudad de Hefei. Además de maltratar a los practicantes de Falun Gong, ordenó a otros que hicieran lo mismo. “Cualquiera que vaya a Beijing a apelar [por Falun Gong] debe ser enviado a un campo de trabajos forzados”, dijo en una reunión. Murió de cáncer a principios de 2001.
Jian Jiasheng, un policía de 46 años de la ciudad de Hefei, tuvo un destino similar. Después de incriminar a varios practicantes, murió de cáncer de hígado en 2001. Incluso justo antes de morir, Jian gritó: “Ahora estoy enfermo; de lo contrario, ¡golpearía [a los practicantes] hasta matarlos!".
Zhang, un oficial de la comisaría de policía de Hongyecun en la ciudad de Bengbu, activamente arrestó practicantes hasta enero de 2002. Un día fue a la casa de un practicante y dijo: “Ustedes, los practicantes, a menudo le dicen a la gente: “El bien es recompensado y el mal es castigado'. Así que ¿cómo es que yo estoy bien? Una semana después, se dirigía al funeral de su suegro cuando sospechó que el vehículo en el que viajaba tendría problemas. Saltó y murió.
Ma Junzhou, jefe de la dirección de recursos hidráulicos del condado de Linquan, no permitía que los empleados que eran practicantes solicitaran ascensos o aumentos salariales. “Los detendremos hasta que mueran bajo custodia”, afirmó. También envió subordinados para que siguieran a los practicantes e incluso a sus familiares y ofreció una recompensa a cualquiera que entregara a un practicante. Posteriormente, Ma fue denunciado por participar en actividades ilícitas y sentenciado a 12 años de prisión.
El director de la oficina 610, repetidamente ignoró las advertencias
Chen Xuru era el director de la oficina 610 del distrito de Langya en la ciudad de Chuzhou. Entre agosto y finales de septiembre de 2003, la oficina 610 de Chuzhou organizó una sesión de lavado de cerebro para más de 20 practicantes, para tratar de obligarlos a renunciar a sus creencias.
Poco después de eso, Chen fue diagnosticado con cáncer de huesos. Durante los siguientes años, su vida fue de dolor constante que le costó a él y a su empleador miles de dólares en facturas médicas. Su esposa también perdió su trabajo. Durante esos años, se arrepintió de lo que les había hecho a los practicantes de Falun Gong y deseó tener otra oportunidad. Sin embargo, después de que su condición mejoró, volvió a trabajar en la oficina 610 y retiró sus disculpas. Al final, el cáncer de huesos y el dolor regresaron y murió.
Liu Gang, director adjunto del departamento de policía del condado de Linquan, fue muy violento al llevar a cabo la persecución. Siempre detuvo a los practicantes por los períodos más largos posibles e intentó todas las posibilidades para acusarlos. Por ejemplo, después de que la documentación del practicante Sr. Li Aiyun fue rechazada, la volvió a enviar varias veces hasta que el Sr. Li fue sentenciado a cuatro años de prisión.
Además de ordenar a los agentes de policía que golpearan a los practicantes, Liu mismo también lo hizo. Cuando interrogó a la Sra. Ma en 2001, ella le contó sobre Falun Gong, por lo que la abofeteó. "No tengo miedo a las represalias", dijo. "¡Seguiré golpeándote Falun Gong!". Cerca de 100 practicantes fueron detenidos cuando él estaba a cargo.
Más tarde fue sentenciado a prisión por soborno.
Jefe de la estación de policía: "Te voy a exprimir hasta que obtenga todo tu dinero"
Sun Hongzhi, director de la estación de policía de la ciudad de Tanpeng en el condado de Linquan, chantajeó a todos los practicantes de su zona, que habían ido a Beijing para apelar por Falun Gong. Les ordenó "pagar, sin recibo". También irrumpió en sus casas en medio de la noche, los arrestó y los llevó al centro de detención del condado. “Si practicas Falun Gong, te exprimiré hasta que obtenga todo tu dinero”, afirmó.
Más tarde fue degradado por soborno.
Guo Jingli, presidente del hospital Linquan, trató injustamente a los practicantes. Después de que la practicante Sra. Ma Junping, empleada del hospital, fuera liberada en abril de 2014, se negó a dejarla regresar a trabajar. Los practicantes trataron de explicarle a Guo cómo el PCCh violó los derechos humanos de los practicantes durante la persecución, pero él se negó a escuchar.
Cuando la Sra. Ma le dijo a Guo que era inocente, Guo la despidió y dijo que él creía en la línea del partido. "Si no escribe una declaración para [renunciar a su creencia], no hay forma de que pueda volver al trabajo", dijo. Como resultado, la Sra. Ma, una madre soltera, y su hijo no tenían un centavo y no tenían dónde quedarse.
Semanas después, Guo fue arrestado e investigado por cuestiones financieras. Murió en la cárcel.
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Categoría: El mal sufre castigo