Jilin: después de cumplir 14 años de prisión por su fe, vuelven a encarcelarlo

(Minghui.org) Habiendo apenas sobrevivido a la persecución que sufre por su creencia en Falun Gong durante décadas, volvieron a procesar a un hombre de 44 años –que aparenta tener mucha más edad– el 28 de septiembre de 2020, tras ser arrestado en una operación policial.

Arrestaron al Sr. Tan Qiucheng, vecino de la ciudad de Changchun, provincia de Jilin, el 15 de agosto de 2019 en su apartamento de alquiler. También arrestaron a su compañero de cuarto, el Sr. Fu Decai, por practicar Falun Gong. La policía registró la vivienda y les pusieron capuchas negras en la cabeza antes de llevárselos. Confiscaron el documento de identidad del Sr. Fu, su tarjeta de débito y 850 yuanes en efectivo.

Aunque liberaron al Sr. Fu, enviaron al Sr. Tan al centro de detención de la ciudad de Siping, donde ha permanecido desde entonces. El tribunal del condado de Lishu lo juzgó, en un caso conjunto con otros 15 practicantes arrestados ese mismo día. La corte sustituyó al juez presidente tres días antes de la audiencia del 28 de septiembre, sin notificárselo a los practicantes o a sus abogados. A los practicantes no se les permitió hablar durante toda la audiencia y a la mayoría de sus familiares les prohibieron asistir al juicio.

Los otros 15 practicantes que juzgaron al mismo tiempo son: Los Sres. Hou Hongqing de 49 años; Han Jianping de 58 años; Jiang Tao de 46 años; las Sras. Zhang Shaoping de 51 años; Cui Guixian de 56 años; Liu Dongying de 55 años y madre del yerno de la Sra. Cui; el Sr. Li Changkun de 76 años; la Sra. Zhou Liping de 62 años y siete miembros de una familia numerosa (el Sr. Meng Xiangqi de 37 años, su padre el Sr. Meng Fanjun de 59 años, su suegra la Sra. Fu Guihua de 55 años, su cuñada la Sra. Yu Jianli de 30 años, su marido el Sr. Wang Dongli de 40 años y los padres del Sr. Wang el Sr. Wang Kemin de 69 años la Sra. Wang Fengzhi de 69 años).

Persecución previa

El Sr. Tan empezó a practicar Falun Gong, una antigua disciplina espiritual de ejercios y meditación, en octubre de 1997. Afirma que la práctica le ayudó a dejar muchos malos hábitos como fumar, beber y apostar. Debido a que no renunció a su fe cuando el partido comunista chino comenzó a perseguir a Falun Gong en julio de 1999, el Sr. Tan ha sido arrestado y detenido en repetidas ocasiones.

Diez meses de trabajos forzados

En octubre de 1999, el Sr. Tan, que entonces tenía 22 años, fue a Beijing para apelar por el derecho a practicar Falun Gong y fue arrestado. Posteriormente le impusieron diez meses en el campo de trabajos forzados de Jiutai.

El banco del tigre, acoso sexual y descargas eléctricas

El 22 de septiembre de 2001, fue arrestado de nuevo por distribuir folletos informativos sobre Falun Gong. Tres policías lo golpearon, causando que su cara se hinchara y sus ojos sangraran.

Después de llevarlo a la estación de policía, un oficial lo golpeó en los testículos con una botella de cerveza de vidrio. Más tarde lo sometieron a varias formas de tortura, como el banco del tigre, la aplicación de descargas eléctricas en sus axilas y a mantener la postura de "aviones voladores" (lo obligaron a acuclillarse con los brazos levantados). Los oficiales también le arrojaban agua antes de aplicarle descargas eléctricas.

Ilustración de la tortura: banco del tigre

Enviaron al Sr. Tan al centro de detención de Tiebei al día siguiente. Hizo una huelga de hambre de 15 días para protestar por la persecución. Entonces, lo alimentaron a la fuerza.

Condenado a 15 años

Lo juzgaron en marzo de 2002, después de permanecer seis meses detenido. El juez no le permitió decir nada durante la audiencia. Un alguacil lo amenazó: "Si te atreves a hablar durante la audiencia, vete preparando para lo que vendrá después". El juez lo condenó a 15 años de cárcel.

Al llegar a la prisión de la provincia de Jilin n.º 2, lo enviaron al estricto equipo de gestión, donde lo obligaban a sentarse en un tablón de madera desde las 5:30 a. m. hasta las 7:20 p. m. todos los días. Tenía que mantener la parte superior de su cuerpo erguida. Si se movía un poco, los reclusos lo golpeaban. Después de días de tortura, le salieron ampollas en las nalgas y caminaba con dificultad.

En octubre de 2003, la prisión de Jilin instaló nuevos marcos a las camas en el área de aislamiento para los practicantes que eran torturados. Un nuevo método para torturar a aquellos practicantes que se negaban a renunciar a Falun Gong. Los guardias los ataban a la cama en "posición de águila con las alas extendidas" y luego les quitaban el soporte inferior, dejándolos colgados en el aire. Los guardias también les estiraban sus miembros, puntualmente, para aumentar su sufrimiento.

El Sr. Tan no se libró de la tortura debido a que se negaba a escribir una declaración de renuncia a Falun Gong.

Al borde de la muerte, hizo una huelga de hambre para protestar por la persecución. Aunque los guardias ya no lo dejaban colgado en el aire, lo mantenían retenido en la cama en la posición del "águila". Después de dos meses de tortura, sus muñecas quedaron gravemente desgarradas y le brotaba pus de las mismas. Sus pies tenían áreas congeladas. Su espalda estaba magullada debido a que la sangre no podía circular con normalidad. Sus músculos estaban atrofiados y tenía muchas dificultades para caminar.

Entre 2004 y 2007, lo sometieron a esta brutal tortura de estiramiento una vez al año. 

En mayo de 2009, lo enviaron al estricto equipo de gestión donde volvieron a torturarlo cuando los reclusos descubrieran que estaba escuchando conferencias de Falun Gong. Los guardias lo interrogaron para tratar de encontrar de dónde sacó el MP4 en el que escuchaba las conferencias. El Sr. Tan se negó a responder y mantuvo una huelga de hambre durante 15 días. Los guardias ordenaron a los reclusos que le dieran de comer a la fuerza. Los reclusos le abrieron la boca con un palo de madera arrancándole de raíz los dientes frontales.

En febrero de 2012, el Sr. Tan fue blanco de una nueva campaña de lavado de cerebro en toda la prisión contra los practicantes de Falun Gong y lo torturaron privándole de descanso y sueño.

Cuando lo liberaron, el 23 de noviembre de 2014, había perdido gran parte de su cabello y los dientes frontales superiores e inferiores. Al día de hoy, son visibles las cicatrices en sus muñecas.

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