(Minghui.org) Soy una mujer de ochenta años que empezó a practicar Falun Dafa en marzo de 1997. Un mes después de haber empezado a practicar, mi presión arterial alta, enfermedad coronaria, síndrome de Meniere, dolor de espalda baja, neurosis, gastritis y otras enfermedades desaparecieron. Con mi salud restaurada, mi cuerpo se sintió ligero y energético.

Acababa de terminar de aclarar los hechos de la persecución a Dafa el 15 de marzo de 2019 y, en camino a casa, me encontré ante un importante cruce de tránsito. Cuando el semáforo se puso en verde, decidí intentar cruzar en diagonal. El conductor del coche en la primera fila se fijó en mí e inmediatamente detuvo su vehículo. Sin embargo, el conductor que iba detrás estaba menos atento y chocó por detrás con el primer coche, lo que provocó una colisión con mi bicicleta.

Inmediatamente después, no sentí miedo. Rápidamente me puse de pie y evalué mis lesiones. Mi cara tenía dos extensas raspaduras, y me dolían las costillas, el brazo derecho y los hombros. El dedo anular de la mano derecha parecía deformado. En este punto, comencé a sentirme nerviosa y débil.

El conductor del coche se acercó inmediatamente y se ofreció a llevarme al hospital. Me negué y le dije: "Soy una practicante de Falun Dafa bajo la protección del Maestro Li Hongzhi. Estoy bien, no hay necesidad de ir al hospital, y usted no tiene la culpa de este accidente. No debí haber cruzado el camino en diagonal".

¡Milagrosamente mi bicicleta quedó completamente intacta a pesar del accidente! Volví a casa y empecé a hacer bollos de frijoles para el almuerzo. Como el brazo derecho me dolía mucho por el accidente, usé la mano izquierda para amasar. Después de preparar el almuerzo para mi familia, ignoré mis diversos dolores y comencé a practicar los primeros cuatro juegos de ejercicios de Dafa.

Me desperté a las 3:00 a. m. del día siguiente y empecé a practicar los ejercicios de manera normal. El dorso de la mano derecha se había hinchado mucho durante la noche, y tenía dificultad para estirar el brazo derecho. Mientras realizaba la segunda serie de ejercicios, tenía dificultad para sostener el brazo derecho por encima y al lado de la cabeza. Justo cuando el dolor se estaba volviendo insoportable, las palabras del Maestro aparecieron en mi mente:

«Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer» (Novena Lección, Zhuan Falun).

Las palabras del Maestro reforzaron mi determinación y finalmente completé los cinco juegos de ejercicios.

Después del desayuno, envié pensamientos rectos de 7:30 a 8:00 a. m. antes de dirigirme hacia el cuadro del Maestro. Allí, le rogué al Maestro: "Voy a distribuir folletos de aclaración de la verdad, aclarar los hechos y salvar a la gente para validar el Fa. Recientemente he perdido mucha movilidad en la muñeca derecha. Maestro, por favor ayúdeme". Entonces procedí a salir en mi bicicleta. Milagrosamente, apenas sentía dolor en la muñeca derecha, y supe que el Maestro había asumido mi dolor. ¡Gracias, Maestro!

Que una persona de 80 años sea atropellada por un auto y escape casi ilesa es poco menos que un milagro. Normalmente, una persona habría muerto o sufrido heridas graves. El Maestro me salvó la vida y pagó mi deuda de yeli. ¡Gracias, Maestro!