(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en septiembre de 2016, cuando tenía 74 años. Sufría hipertensión, por lo que tenía que tomar medicamentos a diario. Ahora he dejado de tomar medicinas y me encuentro muy saludable.

Comencé a practicar después de ver los cambios positivos que produjo en mi esposa y en otros practicantes, tanto en su salud como en su carácter. Como esposo de una practicante, también me beneficié.

Mi esposa estaba muy enferma cuando comenzó a practicar Falun Dafa en 1999. Padecía tuberculosis, periartritis y problemas estomacales. Poco después de que comenzó a practicar, todas sus enfermedades desaparecieron.

Usaba gafas para coser. Ahora tiene 74 años y no las necesita. Aún cose todos los días y sus habilidades de costura son muy apreciadas.

Recuerdo que el 19 de abril de 2014 llovía ligeramente. Me caí a las 8 de la noche en el momento que salía de casa. De inmediato dije: "Falun Dafa es bueno", "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". No sentí ningún dolor.

Cuando un transeúnte me llevó a un hospital cercano me encontraron una fractura conminuta en la cabeza del fémur. Me operaron insertándome una barra de acero de más de 30 cm de largo para enderezar el hueso.

Me dieron de alta del hospital una semana después. Logré caminar con un bastón en menos de un mes. En dos meses podía caminar sin el bastón. Aunque algo similar le sucedió a uno de nuestros vecinos, le tomó más de tres meses recuperarse. Yo sabía que me beneficiaba de Falun Dafa, porque mi esposa era practicante.

Mi preocupación inicial acerca de la práctica de Falun Dafa era que yo era demasiado viejo y ya no era flexible. ¿Qué hay de la barra de acero en mi fémur?

Mi esposa me animó y me dijo: "No hay límite de edad. Un hombre de la ciudad practica a los 80 años; tiene 10 años más que tú. Aunque era analfabeto ahora puede leer el libro Zhuan Falun. Ten confianza". Empecé a estudiar el Fa y a practicar los ejercicios con mi esposa.

A veces, cuando leía Zhuan Falun, las palabras brillaban. Mi esposa dijo que mi ojo celestial se había abierto.

Aprendí los cinco juegos de ejercicios. La meditación sentada se convirtió en un desafío, porque me resultaba doloroso sentarme con las piernas cruzadas. Al ver a mi esposa relajada y sin moverse, soportaba el dolor. El Maestro nos enseñó:

"...si es difícil de tolerar, trata de tolerar; si parece difícil de realizar y dicen que es difícil, entonces prueba un poco, a ver si realmente va o no va" (Novena Lección,  de Zhuan Falun).

Recordé lo que dijo el Maestro y decidí soportar el dolor. Una vez que era verdaderamente doloroso, recordé las enseñanzas del Maestro y traté de soportarlo por más tiempo. Me sentí de maravilla cuando completé la meditación sentada de una hora.

Mi tribulación

Ahora estoy muy saludable, aunque experimenté la limpieza del cuerpo varias veces. Una noche me sentí tan mal que tenía dificultades para respirar. Cuando mi esposa me preguntó qué me sucedía, no podía hablar. Viendo mi situación de urgencia, me dijo: "Recita 'Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'. Pídele al Maestro que te ayude". Recité en silencio las palabras. Podía hablar minutos después.

Después pensé: "Los síntomas llegaron tan de repente. ¿Había sido un ataque al corazón? ¿Debía ir a un hospital para que me hicieran un chequeo?". Lo discutí con mi esposa. Me dijo que no era una enfermedad sino que el Maestro estaba limpiando mi cuerpo.

Sin embargo, días después cuando volvía a sentir dificultad para respirar me preocupé y fui a ver a un médico. El doctor me dijo que no tuve un ataque al corazón y que mi dificultad para respirar se debía a la hipertensión.

El Maestro nos dijo:

"... hay que quitar las cosas no buenas de tu cuerpo, incluidas las enfermedades. Pero aquí no tratamos enfermedades para nada, nosotros limpiamos el cuerpo; el término tampoco se llama tratar enfermedades, nosotros lo llamamos simplemente limpiar y ordenar el cuerpo; limpiamos y ordenamos el cuerpo para la gente que verdaderamente hace el xiulian" (Primera Lección, de Zhuan Falun).

Cuando leí el Fa, me sentí avergonzado. El Maestro limpió mi cuerpo, pero yo no me comporté como un cultivador. En cambio, tomé el síntoma como una enfermedad. Supe que debía mejorar.

Mi esposa dijo que el Maestro carga con nuestro yeli cuando limpia nuestros cuerpos. Nosotros solo sufrimos un poco. Me sentí mal por no haberme iluminado, aunque el Maestro cargaba tanto por mí. Decidí cultivarme más diligentemente estudiando el Fa y practicando bien los ejercicios.

Desde entonces, además de hacer los ejercicios matutinos con mi esposa, practico los primeros cuatro juegos de ejercicios a las 9 de la noche todos los días. Me siento renovado.

Después de pasar esa tribulación, me di cuenta de lo extraordinario que es Falun Dafa.