(Minghui.org) Hace muchos años me esforcé en aprenderme de memoria el libro Zhuan Falun. A pesar de que logré recitar solo dos lecciones, me beneficié mucho de ello. Más tarde, comencé a memorizar otras enseñanzas de Shifu y mejoré mucho en mi cultivación.

En el Jingwen "Pensamientos rectos", Shifu explica detalladamente cómo enviar pensamientos rectos. La enseñanza "Cultivación genuina" de Escrituras esenciales para mayor avance me recordó renunciar a la reputación, interés personal y sentimientos. El Jingwen de Shifu “Al Fahui de Australia” me animó a enfocarme mientras estudio el Fa. "A la Conferencia de Intercambio de Experiencias en Taiwán" me recordó que mirara hacia adentro. "Dao y Fa" de Escrituras esenciales para mayor avance me animó a hacerme responsable de mis pensamientos cuando enfrento dificultades, y me ayudó a pasar las pruebas.

Recordar las enseñanzas de Shifu me ayuda a resolver viejos conflictos

Un día, de repente, tuve un dolor abdominal intenso y no podía estar de pie, ni sentarme. Solo podía estar acostado en la cama. En lugar de pensar: "Soy un practicante. Necesito identificar qué apego causó esto", reaccioné como un no practicante y traté de sentirme cómodo. El dolor era intenso y continuó durante 24 horas. Surgieron todos los pensamientos negativos: "Mi vida llegó a su final" y "No puedo pasar esta prueba".

Afortunadamente, recordé lo que Shifu dijo en "Dao y Fa":

“Cada vez que llega una tribulación, ustedes no la reconocen con la parte de su naturaleza original, sino que la entienden completamente con su parte humana. Entonces, los demonios perversos se aprovechan de esto para causar interferencias y daño incesantemente, haciendo que los practicantes se encuentren en tribulaciones por largo tiempo. En realidad, esto es el resultado de un entendimiento inadecuado del Fa por su parte humana. Así la parte divina, es decir, la parte que ustedes han cultivado exitosamente es reprimida artificialmente y su rectificación del Fa es obstruida”.

A pesar de que el dolor era insoportable, finalmente me senté y traté de enviar pensamientos rectos. Sentí que, pase lo que pase, los practicantes deben mantener pensamientos rectos.

La razón clave por la que pasé esta prueba fue que usé el arma mágica de un cultivador: la capacidad de mirar hacia adentro. Había tenido un conflicto con dos practicantes ancianos que no se había resuelto durante años. Lo recordé mientras estaba allí, sufriendo. Me dije que debo resolver este conflicto y dejar de eludirlo. Sorprendentemente, tan pronto como tuve este pensamiento, ¡todo el dolor desapareció!

Tal como dijo Shifu en Hong Yin (II) "No estén tristes”:

“Reflexionen calmadamente acerca de cuántos apegos tienen
En cuanto se deshagan de la mentalidad humana, el mal naturalmente desaparecerá”.

Al día siguiente, visité a los dos practicantes ancianos. Les pedí disculpas sinceramente por mis faltas a lo largo de los años. Nuestra relación se volvió nuevamente armoniosa.

Durante varios años, he trabajado con un practicante que tiene un carácter fuerte. Me he adaptado constantemente y he tratado de ser considerado con él. Sentía que era suficiente si lo aguantaba. Sin embargo, mi tolerancia pasiva no me ayudó a mejorar en mi cultivación; en cambio, lo hizo más agresivo. Evité enfrentarlo directamente, así que al menos en la superficie estábamos en paz. Un día, la situación se intensificó repentinamente. Pareció que perdió la cabeza. Aunque sentía que no había hecho nada malo, me disculpé con él porque Shifu nos pide trabajar juntos armoniosamente y dejar a un lado nuestros intereses personales.

En el Jingwen “Un mensaje de felicitaciones al Fahui de Taiwán”, Shifu dice:

“El xiulian se trata de cultivar el propio corazón, cultivarse uno mismo. Cuando tienes problemas, tienes conflictos, tienes dificultades y te tratan injustamente, aún eres capaz de buscar en ti mismo y mirarte internamente, y ese es el xiulian verdadero, ¡y solo entonces eres capaz de elevarte continuamente, eres capaz de caminar derecho el camino del xiulian y eres capaz de encaminarte a la Perfección!”.

Cuando recordé las palabras de Shifu, me iluminé de repente y encontré mis apegos de contender, los celos, la competitividad, la ostentación y la búsqueda de despreciar a los demás, entre muchos otros apegos. Me disculpé con él. ¿Por qué? Si me perdonaba o no, no era tan importante como el éxito del proyecto, que era la máxima prioridad. Ambos miramos hacia adentro y nuestra relación mejoró.

Eliminando obstáculos de la familia

Mi padre, que practicó Falun Dafa durante 17 años, murió repentinamente a los 83 años. Su muerte fue un shock y difícil de superar. Siendo su hijo y compañero practicante, fue difícil que me calmara.

Solía sufrir de depresión e insomnio. Cuando vio mis cambios positivos después de que comencé a practicar, mi padre decidió volverse practicante de Dafa. Solía sufrir de una enfermedad del corazón. Poco después de empezar a practicar, su enfermedad desapareció. Mi padre tenía miedo de volar. Después de convertirse en practicante, viajó cuatro veces conmigo para experimentar las conferencias de intercambio de experiencias en los Estados Unidos y Canadá. Escuchar las conferencias de Shifu en persona fueron algunos de sus recuerdos más preciados.

Mi padre disfrutó de una muy buena salud después de que comenzó a practicar Falun Dafa. Más tarde, experimentó síntomas de eliminación del yeli (karma), incluyendo pérdida de memoria, pérdida de apetito y movilidad deficiente. Dos meses antes de su muerte, comenzó a tener dolores abdominales que, poco a poco, aumentaron. Solía superar estos síntomas en unos dos o tres días, así que no presté atención. Eventualmente, solo pudo beber agua, empezó a vomitar y, cinco días después, murió.

Mi padre y yo no éramos cercanos, y no interactuaba mucho con él. No era un hijo filial. Como compañero practicante, no lo ayudé ni lo animé en su cultivación. Cuando ocasionalmente intercambiamos nuestros entendimientos, por lo general le imponía mi entendimiento, sin prestar atención a sus sentimientos. No fui amable, ni paciente. Reflexionando a lo largo de los años, hizo las tres cosas de manera constante. Incluso, unos días antes de su muerte, todavía persistía en ir a los sitios turísticos todos los días para aclarar la verdad.

Mi padre no viajó conmigo hasta el final de la rectificación del Fa. Cuando era obvio que no se sentía bien, los familiares trataron de persuadirlo de que tomara medicamentos o buscara tratamiento médico. Ël mtantuvo pensamientos rectos para superar la tribulación. Incluso a las 3:00 a. m., el día de su muerte, todavía estudió el Fa, sentado en su escritorio como de costumbre, a pesar del dolor.

Veinte días después de su muerte, soñé que mi padre vino a verme. Su tez era muy saludable y me sonrió. ¡Nunca lo había visto tan feliz o saludable! De repente, me di cuenta de que esta era una pista de Shifu, para ayudarme a eliminar mis sentimientos de culpa y el arrepentimiento.

Creo que la mejor manera de recordar a mi padre es cultivándome más diligentemente. Sigo recordándome que "Cuanto más se llega al final, más diligente hay que ser…", ("25 años de la Gran Difusión de Dafa: Explicando el Fa en Nueva York").