(Minghui.org) Aunque tiene 95 años de edad, mi madre goza de buena salud. Puede cuidarse y hacer sencillas tareas del hogar.

Vive sola, así que mis hermanos y yo nos turnamos para visitarla diariamente. A menudo va a los parques de la ciudad cuando el clima es bueno. Cuando mis hermanos la visitan, les gusta sacarla a cenar, lo cual mi madre disfruta.

Gracias a Falun Dafa, una antigua disciplina espiritual, mi madre está disfrutando de la tercera edad. Cree que el Maestro Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa, le salvó la vida hace cinco años.

Una mañana de diciembre del 2014, me encontraba en su casa cuando, tras escuchar un fuerte golpe, la vi tendida en el suelo, boca arriba. Me agaché a su lado y le pedí que repitiera después de mi: "¡Falun Dafa es bueno!”.

"¡Falun Dafa es bueno!”, repitió.

“¡Verdad, Benevolencia y Tolerancia son buenas!”, añadí.

“¡Verdad, Benevolencia y Tolerancia son buenas!”, repitió.

Luego le dije: "Maestro Li Hongzhi, por favor ¡ayúdeme!”.

Mamá también lo repitió.

Después de un rato, la ayudé a acostarse en la cama. Repetimos lo que habíamos dicho. La voz de mi madre sonaba alta, firme y sincera.

En el pasado, cuando le dije que recitara: "Falun Dafa es bueno", nunca lo hizo por temor a ser perseguida. Pero esa vez, supo que se encontraba en grandes aprietos, así que decidió pedirle al Maestro Li que la ayudara.

Ese mismo día, cuando llegó uno de mis hermanos, le conté que nuestra madre se había caído. Como la vio bien, no me pidió más detalles del suceso.

Mi madre había estado sufriendo de arteroesclerosis cerebral, así que dependía de inyecciones para aliviar sus síntomas desde que tenía cuarenta años. La mayoría de la gente de su edad que sufren caídas tienen que ir al hospital para que les hagan un chequeo completo. Yo estaba segura que el Maestro Li la había salvado, así que no había necesidad de hacérselo.

Mamá no tuvo ningún síntoma anormal en los dos días posteriores. Al tercer día cuando la fui a visitar, me dijo que se sentía un poco mareada.

Mi primer pensamiento fue que podía tener una hemorragia cerebral. Inmediatamente me di cuenta que ese pensamiento no era correcto. El Maestro Li la había ayudado, así que no debía tener problema alguno.

De hecho, antes mi madre había tenido problemas de circulación que le provocaban mareos. Entonces, comía un trozo de chocolate y después se sentía bien.

Cuando le dije que se comiera un trozo de chocolate, me respondió que el mareo se le había pasado y que no sentía ningún malestar.

Dos meses después la ayudé a lavarse los pies. Cuando le retiré las medias, noté que las uñas de sus pies, que eran gruesas y grises, ahora lucían más delgadas y brillantes, excepto aquellas de los dedos gordos. Me resultó un hecho sorprendente ya que durante décadas, las uñas de sus pies habían permanecido grises.

Cuando pensé sobre eso, me di cuenta de que mi madre había experimentado otros cambios sutiles desde su caída. Ya no se quejaba acerca de pequeños dolores. También dejó de tomar analgésicos, algo que había estado haciendo durante años. Verdaderamente se estaba volviendo cada vez más joven.

Creo que fue Falun Dafa quien la salvó y la mejoró. Desearía que más gente hiciera la prueba y se beneficiara.