(Minghui.org) Este artículo es sobre el centro de lavado de cerebro en la Región Autónoma de Xinjiang que ha sido utilizado para detener disidentes políticos y perseguir grupos religiosos, incluyendo practicantes de Falun Gong.

Este centro está localizado en el centro de rehabilitación de drogas de Shihezi en el norte de Xinjiang. Establecido alrededor del 2014, una vez detuvo a cerca de 800 personas, dos tercios de quienes eran grupos religiosos perseguidos.

En marzo de 2018, este centro comenzó a detener practicantes de Falun Gong. Alrededor de 80 practicantes, el más anciano de 90 años, han sido detenidos allí en algún momento.

Cuatro practicantes entre ellos Lian Xiuli, Qi Lanzhi, Wang Yi, y un practicante de apellido Bai están entre el grupo de practicantes enviados a ese centro. Liu Tao y Xue Jinali, un matrimonio, fueron llevados en julio de 2018. Luan Qiao fue enviado derecho al centro después de pasar tres años en prisión por negarse a renunciar a Falun Gong. Ma Shuting fue arrestada en 2017 y mantenida en la comisaría de Laojie y luego en el centro de detención local antes de ser transferida a este centro.

Al momento de escribir, casi 100 personas siguen detenidas allí, y cerca de una decena de ellos son practicantes de Falun Gong, entre ellos Gong Runzhong, Yang Hong, Xue Jianli, Lv Mingxia, Ma Shuting, Luan Qiao, y Deng Yanling, que están detenidos hace más de un año.

Wang Yongkang, subdirector de la oficina 610 de Shihezi, está a cargo del centro de lavado de cerebro. Otros funcionarios claves son Jia Guijian, Chen Hongwei, y Zhu Dechun.

La oficina 610 es una agencia clandestina con la tarea de coordinar la persecución a Falun Gong con el poder ejecutivo, judicial, y otras agencias de gobierno. En los años recientes, su rol se ha expendido a perseguir otros grupos religiosos y disidentes políticos en las campañas de “estabilidad social” del régimen.

Además del centro de lavado de cerebro de Shihezi, muchos campos de reeducación fueron establecidos en Xinjiang después de que Chen Quanguo se convirtiera en el secretario del partido en agosto de 2016. Hasta 1000 uigures y personas de otros grupos religiosos son detenidos allí para lavado de cerebro. Los practicantes de Falun Gong Li Wensheng y Xu Liyan, una pareja de Kashgar en el suroeste de Xinjiang, fueron arrestados el 18 de abril de 2018 y mantenido en un campo de reeducación.

Humillación y lavado de cerebro

Después de que alguien llega al centro de lavado de cerebro de Shihezi, el primer paso es sacarle una muestra de sangre y un examen físico en el hospital mental de Lvzhou (oásis) o en el hospital Bashi (octava división), ambos de los cuales están conectados con el ejército. Los que tienen mala salud son luego enviados al hospital mental de Lvzhou, mientras que los que tienen buena salud son enviados al centro de lavado de cerebro. Estos movimientos usualmente ocurren por la noche. Al llegar al centro de lavado de cerebro, les piden a todos que se quiten la ropa y se acuclillen. Algunos detenidos lloran por la humillación.

A los detenidos en el centro de lavado de cerebro los hacen levantar a las 6 o a las 7 a. m. Tienen que armar sus letrinas al estilo militar. La rutina diaria incluye correr, ejercicios militares, y clases de lavado de cerebro. No van a dormir antes de las 11 p. m. o medianoche. Los detenidos toman turnos para quedarse parados de noche, o caminando de un lado a otro para verificar que todos estén durmiendo. Cada turno tiene una o dos horas.

Los lunes se realiza la ceremonia de la bandera, durante ese tiempo son forzados a maldecir y leer declaraciones para renunciar a su creencia espiritual (un proceso llamado “gritando y mostrando tu espada). Estas declaraciones típicamente incluyen agradecer al partido comunista chino por salvarlos y jurar seguir al PCCh. Antes de cada comida, se les requiere a los detenidos cantar canciones comunistas. Las sesiones de lavado de cerebro incluyen recitar regulaciones contra el extremismo y mirar videos de la farsa de la auto-inmolación en la plaza Tiananmen como también película pro PCCh. Los detenidos tienen que escribir informes de pensamientos todas las semanas o renunciar a su sistema de creencias, lo cual es revisado y calificado por los guardias.

Castigo colectivo y secreto

Las cámaras de seguridad cubren todo el campo. Además de los guardias, tres reclusos son asignados para cada practicante de Falun Gong, y no se les permite hablar. Ya sea usando el baño o dándose una ducha, los detenidos están todo el tiempo vigilados por los guardias. Los guardias tienen acceso a todos los videos sin restricción de privacidad. Los artículos personales son revisados una vez por semana para detener contrabando o  pérdidas.

El centro de lavado de cerebro se autodenomina una instalación educativa que enseña leyes y habilidades. También dice que desradicaliza a los detenidos y los prepara para regresar a la sociedad. En realidad, los funcionarios alientan a los detenidos a denunciar o criticar a otros. Esos que golpean a los detenidos que no renuncian a su fe son recompensados con reducciones en sus sentencias.

Cualquier que sea considerado desobediente será castigado haciendo que quede parado por largo rato, que corra, o que limpie. La privación del sueño, las golpizas, o tortura en el banco del tigre también se aplica a los detenidos, incluso los ancianos. El castigo colectivo es implementado en todos los detenidos de la misma celda para castigar la desobediencia de uno. Los que se enferman como resultado del maltrato son enviados al hospital mental de Lvzhou.

Al ser liberados de este centro, los detenidos tienen que firmar acuerdos de confidencialidad para no decirles a otros lo que sucede dentro del centro. Incluso después de ser liberados, no tienen una verdadera libertad. Por ejemplo, les piden que se presenten en su administración comunal local todos los días en el primer mes y una vez por semana después. Los funcionarios también los acosan de tanto en tanto.