(Minghui.org) El New Journal of Zurich (Neue Zürcher Zeitung, NZZ), uno de los principales periódicos de Suiza, publicó un artículo sobre Falun Dafa el 22 de julio de 2019, el vigésimo aniversario del comienzo de la persecución de la práctica en China. El artículo se titulaba "El sufrimiento de los practicantes de Falun Dafa en China". El artículo describía la experiencia de un practicante de Hong Kong en los últimos 20 años.
New Journal of Zurich, un periódico suizo en idioma alemán, publicó el sufrimiento de un practicante de Falun Dafa durante la persecución de 20 años en China.
Fundado en 1780, New Journal of Zurich es un periódico suizo en alemán. Según su sitio web, tiene 257.000 lectores para sus ediciones impresas y digitales. El diario es conocido por su objetividad e informes detallados sobre temas internacionales.
El artículo decía: “El movimiento espiritual de Falun Dafa fue prohibido en 1999 por Beijing. Las autoridades han perseguido implacablemente a los practicantes de esta práctica de cultivación, como lo demuestra la persecución de una mujer de unos 40 años”.
La supresión comienza
De acuerdo con el artículo, Falun Dafa se presentó al público en mayo de 1992. Sus seguidores aprenden a hacer cinco ejercicios suaves y seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Al leer Zhuan Falun, las principales enseñanzas publicadas en 1995, los practicantes pueden mejorar su comprensión de los principios de Falun Dafa.
Debido a que promovió valores tradicionales y la mentalidad abierta, Falun Dafa se hizo muy popular. Especialmente después de la implementación de las reformas económicas a fines de la década de los setenta, hubo cambios radicales en China y se perdieron muchos valores familiares tradicionales. Muchas personas, en su búsqueda de un camino espiritual y felicidad, encontraron Falun Dafa.
Incluso los medios de comunicación chinos elogiaron a Falun Dafa al principio. Fue practicado por altos funcionarios del partido comunista chino (PCCh) y los militares. Se estimaba que entre 70 y 100 millones de personas practicaban Falun Dafa a fines de la década de los noventa.
El PCCh no podía tolerar ninguna idea que no estuviera sujeta a sus dictados. Por lo tanto, comenzó a denigrar la práctica a través de los medios de comunicación propiedad del gobierno en abril de 1999. Esto llevó a la apelación pacífica por el derecho a practicar Falun Dafa el 25 de abril de 1999, cuando unos 10.000 practicantes se reunieron en la oficina de apelaciones del gobierno en Beijing.
Tortura y sustracción forzada de órganos
La Sra. Lu Hong, de 22 años en ese momento, escuchó sobre Falun Dafa de un amigo varios días antes, aprendió los ejercicios y comenzó a leer libros escritos por el fundador de Falun Dafa. Ella cambió para mejor, lo que llevó a su hermana a aprender la práctica.
La represión que comenzó en julio de 1999 fue un gran punto de inflexión. La policía la visitó en su casa el 25 de julio de 1999, advirtiéndole que dejara de hacer los ejercicios en público. Decidida a no renunciar a su fe, Lu y su hermana fueron a Beijing en octubre de 2000 y desplegaron una bandera de Falun Dafa en la Plaza Tiananmen. Después de que ellas y otros practicantes fueron detenidos, Lu inició una huelga de hambre para protestar por la persecución. La llevaron de regreso a su ciudad natal 10 días después.
Pasaron tres meses y la Sra. Lu decidió ir a Beijing nuevamente para apelar por el derecho a practicar Falun Dafa. Poco después de subir al tren, fue arrestada y detenida durante 15 días. Estaba encadenada al suelo para evitar que hiciera los ejercicios. Afortunadamente, otros detenidos le dieron comida y la ayudaron cuando necesitaba ir al baño.
Luego perdió contacto con su hermana, quien también había sido arrestada y enviada a un campo de trabajos forzados durante un año. Además del abuso físico y mental, su hermana se vio obligada a leer artículos que calumniaban a Falun Dafa. Al final, su hermana se vio obligada a firmar una declaración renunciando a su creencia, algo que todavía lamenta.
La Sra. Lu también estuvo detenida en prisión durante 18 meses. Hace varios años, ella y su hermana fueron a Hong Kong a vivir con sus padres. Aunque los espías del PCCh también recopilan información sobre los practicantes de Falun Dafa en Hong Kong, al menos es más seguro que estar en el continente.
Según el artículo del New Journal of Zurich, lo que experimentaron la Sra. Lu y su hermana no es nada en comparación con la persecución que sufrieron los practicantes de Falun Dafa en China durante los últimos 20 años.
Un Tribunal independiente del pueblo, dirigido por Sir Geoffrey Nice, concluyó a principios de este año que los practicantes de Falun Dafa y otros presos de conciencia han sido asesinados en China por sus órganos. Este ultraje todavía está teniendo lugar.
Hija dejada atrás
El impacto de la represión no se ha limitado a la propia Sra. Lu; su familia y parientes también han sufrido. Conoció a su esposo en 2004. También practicante, él luego fue sentenciado a ocho años de prisión por difundir información sobre Falun Dafa a través de WeChat, una popular red social en China. Actualmente se encuentra en una prisión china. La última vez que la Sra. Lu lo vio fue hace más de dos años y durante mucho tiempo no supo dónde estaba.
El día que arrestaron a su esposo, su hija desapareció por unas horas. Posteriormente, los funcionarios notificaron a la familia que la recogieran. Con su padre encarcelado, a la niña no se le permitió salir de China. La Sra. Lu no tuvo más remedio que pedirle a un pariente que la cuidara.
La Sra. Lu ahora visita a su hija una vez cada dos o tres meses. Sus familiares están nerviosos por sus visitas debido a la vigilancia policial, pero Lu puede mantener la calma. "Tal vez sea porque he sufrido tanto", dijo sonriendo brevemente.
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