(Minghui.org) Torturaron a practicantes de Falun Dafa en la prisión de mujeres de Gansu por no renunciar a su creencia.

Las guardias ordenaron a ciertas reclusas que vigilaran a las practicantes de Falun Dafa las 24 horas del día. Las practicantes tenían que pedir permiso para hacer cualquier movimiento, incluso cuando necesitaban ir al baño. No se les permitía hablar, hacer contacto visual ni hacer ningún gesto con las manos. Por las mañanas, se veían obligadas a ver videos que difamaban a Falun Dafa, y por la tarde tenían que escribir un "informe de lo que pensaban" sobre cómo percibían a Falun Dafa.

A las practicantes que se negaban a abandonar sus creencias solo les daban un bollo, hecho de harina y agua. A veces, ni siquiera se les daba agua para beber. A menudo eran arrastradas al baño y golpeadas.

Las ayudantes de las guardias descargaban su ira sobre las practicantes cuando estaban de mal humor. Las practicantes soportaban mucha presión cada vez que estuvieron en prisión. Cualquier persona que fuera amable con una practicante era reportada a la guardia de la prisión.

Los guardias de la prisión frecuentemente contactaban a la policía local de seguridad nacional después de forzar a las practicantes a proporcionar los nombres de otros practicantes que no estaban detenidos.

Relatos de la tortura en la prisión provincial de mujeres de Gansu

Abusos contra la Sra. Li Kuangfeng

La Sra. Li Kuangfeng, estaba en sus sesenta años, se negó a renunciar a Falun Dafa. Por lo general, una cubeta de agua es transportada por dos personas. Para castigar a la Sra. Li, las guardias la obligaron a llevarla sola.

En invierno, las guardias le dieron una colcha muy delgada y le echaron agua en el edredón. La Sra. Li se despertaba a menudo en medio de la noche temblando de frío. Tenía que sentarse en la cama bajo el edredón durante toda la noche. Además, a menudo era golpeada por varias reclusas.

La Sra. Liu Qiuqiu humillada y maltratada

La Sra. Liu Qiuqiu, de unos 60 años, y su hija, la Sra. Liu Lei, fueron encarceladas. Debido a que la madre no abandonaba su creencia, los guardias de la prisión abusaron de la hija, con la esperanza de que esto la obligara a renunciar a su fe.

Las guardias ordenaron que la privaran de ir al baño, así que se orinó y defecó en sus pantalones. No le permitieron cambiarse de ropa, haciendo que otros sufrieran el mal olor. A su vez, la insultaron. Las nalgas de la Sra. Liu finalmente se infectaron, pero la tortura continuó hasta que ella cedió a sus demandas.

La Sra. Wang Liqian torturada con una picana eléctrica

La Sra. Wang Liqian, una practicante de Falun Dafa del distrito de Honggu, en la ciudad de Lanzhou, fue electrocutada con una picana eléctrica cuando llegó por primera vez a la cárcel. Como resultado, su cara, cuello y boca estaban cubiertos de ampollas y quemaduras.

Sra. Li Dexiang Beaten

Cuando la Sra. Li Dexiang de la ciudad de Jinchang fue detenida ilegalmente por segunda vez, se negó a ser "transformada" y no renunció a Falun Dafa. Las guardias de la prisión ordenaron a sus ayudantes golpearla. Su cuerpo era negro y azul, pero nadie se atrevía a decir nada.

Antes de que la Sra. Li saliera de la cárcel, las guardias ordenaron a la reclusa Gao Jingjing (drogadicta) que la golpeara y que no la dejara sentarse. Se vio obligada a escribir un "informe de pensamiento", admitiendo lo que pensaba de Falun Dafa, mientras estaba en cuclillas. Como resultado, no pudo enderezarse. Cojeaba, y su espalda estaba curvada. No mostró ninguna expresión facial a otros practicantes. Si lloraba delante de otro practicante, tenía que explicar la razón en su informe.

Sra. Lu Yinxia torturada

La Sra. Lu Yinxia, de Qingyang, fue arrastrada una vez al baño por las reclusas Ma Yaqin y Yu Weiwei. La golpearon con el cepillo del inodoro hasta que se rompió.

En otra ocasión la llevaron a la oficina del guardia de la prisión para recibir descargas eléctricas. Ahora tiene varias cicatrices en su cuerpo.

La Sra. Xu Huixian falleció a causa de la tortura

La Sra. Xu Huixian, de Qingyang, estaba en buenas condiciones físicas cuando llegó a la prisión. Poco después de su llegada, se puso muy delgada y apenas podía caminar, incluso con la ayuda de alguien. Ma Yaqin y Zhang Shumei a menudo la maldijeron y la golpearon. Cuando la Sra. Xu se enfermó gravemente debido a los malos tratos, fue llevada al hospital donde falleció.