(Minghui.org) Mi nombre es Wang Jiuchun. Tengo 72 años y soy una practicante de Falun Dafa que vive en Hamilton, Nueva Zelanda.

La Sra. Wang Jiuchun.

Mantuve clara mi conciencia principal durante un accidente

En la mañana del 7 de noviembre de 2015, estaba distribuyendo folletos sobre Shen Yun, una cmpañía de artes escénicas de renombre internacional.

Cuando caminaba por una zona peatonal, un área marcada para niños y personas ciegas, un auto estacionado al lado del cruce de peatones de repente comenzó a acelerar hacia mí.

El auto me golpeó y me caí. Mi cabeza golpeó el suelo. El coche no se detuvo y pasó por encima de mi pierna derecha. Escuché el sonido de mis huesos de la pierna y el tobillo siendo aplastados debajo de una llanta antes de que el auto se detuviera.

Mi pierna derecha estaba bajo la llanta todavía, y podía ver a la gente en el automóvil desde el suelo. La conductora era una mujer caucásica. Un joven de apariencia china estaba en el asiento del pasajero. Más tarde supe que venía de china.

Después de este accidente, estaban tan conmocionados, que se quedaron sentados sin saber qué hacer. Grité: "¡Apúrese! ¡Salga del coche y sáqueme de aquí!".

Mi primer pensamiento fue que mi conciencia principal tenía que estar clara, y permanecí así en todo momento.

Los conductores de otros coches lograron sacarme. Le estaban diciendo a la conductora lo terrible que era haber atropellado a alguien en el paso de peatones. No me quejé en lo más mínimo. Ni siquiera se me ocurrió pensar que la conductora o su pasajero debían expresar su pena.

Dos coches de policía y una ambulancia llegaron, después de haber recibido las llamadas de emergencia de los conductores que me ayudaron a salir. El equipo de rescate me cargó rápidamente en la ambulancia y me llevaron a emergencias. Tomaron muchas placas de rayos X y los médicos encontraron cinco fracturas por aplastamiento.

El lado derecho del tobillo derecho y el hueso del peroné que conectaba con la rodilla derecha quedaron completamente aplastados. Afilados huesos rotos sobresalían debajo de mis pantalones. El lado izquierdo del tobillo derecho y el talón también estaban completamente aplastados. Mi espinilla derecha estaba hinchada, y los médicos tuvieron que cortarme los pantalones en pedazos pequeños. No podía mover las piernas en absoluto.

La imagen izquierda es la radiografía de los huesos del tobillo derecho de la Sra. Wang el 7 de noviembre de 2015; la imagen derecha es la radiografía del 4 de diciembre de 2015, que indica que los huesos fracturados estaban sanando.

Cuando el oficial de policía me preguntó si presentaría una demanda contra la conductora, contesté: "No, no lo haré". El oficial me preguntó si buscaría una compensación financiera, y respondí: "No, no lo haré". El hombre estaba desconcertado ya que la compensación sería un montón de dinero.

Después de echarme por segunda vez una mirada, volteó y le preguntó a mi hija si le pediríamos una compensación. Mi hija dijo: "Yo no, ya que mi madre dijo que no lo hará".

Salí del hospital hacia la casa

Me llevaron al hospital local en Waikato. Stephen McChesney fue el cirujano ortopedista encargado de mi caso.

Después de examinar las imágenes de rayos X, reunió a un equipo de cuatro médicos expertos. Formularon un plan de cirugía: los huesos grandes fracturados, se arreglarían con clavos de acero inoxidable y numerosos fragmentos de huesos astillados serían retirados y desechados.

Se necesitaban cuatro clavos de acero inoxidable. El más largo era una placa de veinte centímetros, que ayudaría a reparar el hueso del peroné roto. Había otras piezas para el talón, el tobillo y la rodilla.

Cuando el cirujano en jefe me contó su plan, le dije que quería irme a casa. No había mencionado que yo era practicante de Falun Dafa, por si él no podía entender. Al escuchar lo que dije, exclamó: "Resulta que esta señora tiene problemas mentales".

Un médico del equipo de expertos me preguntó: “¿Sabe usted qué tan graves son sus fracturas? Ahora es el mejor momento para el tratamiento. Pero la oportunidad es muy estrecha y el tiempo apremia”.

Continuaba vomitando, y todo mi cuerpo estaba hinchado y dolorido. No podía sentarme, y me preocupaba que mi pierna derecha tuviera tantas piezas de acero que fuera difícil sentarse en la posición de doble loto.

Los hospitales tratan a los seres humanos como partes de máquinas. Desde un nivel superior, este es un enfoque primitivo para tratar a las personas comunes. Sin embargo, soy una vida creada por Dafa. Era muy agradable no necesitar esas piezas de acero inoxidable.

Pensé: “El Maestro pudo crear el cosmos desde el nivel más microscópico. Restaurar mi pierna rota a nivel molecular será un trabajo simple”.

Estaba decidida en mi entendimiento, y nunca vacilé ni un poquito. Tenía que regresar a casa de inmediato.

Sin importar las habilidades y los aciertos del tratamiento hospitalario, ellos no tenían nada que ver conmigo. De cara a las tribulaciones, mi conciencia principal quedó completamente clara. Mi línea de pensamiento estaba completamente basada en el Fa. Creía en el Maestro y en el Fa al cien por ciento.

Mi ropa y mi teléfono celular fueron llevados a casa, así que no tuve contacto con el mundo exterior. Usaba ropa de paciente y no podía moverme ni un poco.

Después de que pedí irme a mi casa, el médico de turno me dijo que si me permitían hacerlo, estarían violando la ley.

Si decidían que estaba mentalmente enferma, podrían realizar una cirugía sin mi consentimiento, basados en el entendimiento de que tenían que salvar mi pierna en el corto período en el que el tratamiento podía ser efectivo.

Me di cuenta de que tenía que llenar documentos legales para salir del hospital. En este momento crítico, lo único que podía hacer era pedirle al Maestro que enviara compañeros practicantes a visitarme al hospital, que me pondrían en contacto con los practicantes que ejercitan derecho.

Muchos practicantes llegaron poco después. Les pedí que se pusieran en contacto con los practicantes  abogados y les explicaran lo que necesitaba. Dos de ellos dejaron lo que estaban haciendo y corrieron al hospital. Con su ayuda, firmé una serie de documentos legales para asumir el riesgo y las responsabilidades legales.

Finalmente, tuve que acordar con los médicos para aceptar un tratamiento simple. Me enyesaron la pierna y usaron un soporte de acero inoxidable para sostener la parte inferior de mi pierna. Si no hacía esto, no me permitirían irme. Sentí que estaba bien siempre y cuando no me abrieran la pierna, y no tomé medicamentos ni inyecciones.

En el quinto día de hospitalización, una ambulancia me llevó a casa. Luego, supe que si mi pierna fracturada no se recuperaba, el cirujano principal iba a presentar una demanda contra los practicantes abogados. He guardado la carta que el cirujano en jefe les escribió.

El Maestro me fortalece y los compañeros practicantes me apoyan

Cuando regresé del hospital a mi casa, me enfrenté a las pruebas de mi familiares. Querían que yo recibiera tratamiento en el hospital. Me rodearon y me preguntaron: "Si te paralizas en la cama, ¿quién será el responsable de todo eso?".

Las cosas se estaban saliendo de control en casa. Primero me dije: cálmate, estudia el Fa, mira hacia adentro y niega todo lo que hacen las viejas fuerzas. Seguí los requisitos del Maestro en mis pensamientos y acciones.

Me aferré a mi rutina para estudiar el Fa, practicar los ejercicios y enviar pensamientos rectos. Mientras no podía mover mi cuerpo, practiqué moviendo mis brazos.

Continué haciendo la composición tipográfica de periódicos como antes, pero las lágrimas caían mientras trabajaba debido al dolor. Mi ropa estaba empapada en sudor, pero continué asistiendo al estudio del Fa en línea e incluso aprendí a escribir publicaciones en línea para contarle a la gente acerca de Falun Dafa.

Tenía dificultad para respirar cuando el dolor tomaba el control. Debía  cerrar los ojos y decir: "Maestro, su discípula apenas puede respirar debido al dolor ...". Antes de terminar mis palabras, me quedé dormida.

Cuando me desperté, el dolor insoportable había pasado. El Maestro está a mi lado en cada momento, protegiéndome y ayudándome a pasar las pruebas.

Todo lo que tengo viene de la compasión benevolente del Maestro. A través de mi determinación y esfuerzo, pasé las pruebas con mi familia y me alejé de los arreglos de las viejas fuerzas.

Fui capaz de lograrlo, solo con el apoyo de compañeros practicantes. Cuando se enteraron de mi accidente, un practicante de edad avanzada en Auckland se levantaba a las 3:00 a. m. para enviar pensamientos rectos por mí, pidiéndole al Maestro que me fortaleciera.

Los practicantes que protestaban frente a la embajada china continuaron enviando pensamientos rectos para limpiar los factores perversos que provocaron las tribulaciones. Los compañeros practicantes de La Banda  Marchante Tian Guo también me apoyaron con pensamientos rectos.

Quienes vinieron a visitarme a casa compartieron conmigo cómo mejorar mi xinxing para enfrentar la persecución maligna. Los dos abogados y otros practicantes de Hamilton siguieron compartiendo conmigo para ayudarme a mantener mis pensamientos rectos.

Al compartir y encontrar mis propias brechas, vi mis apegos y las áreas de mejoramiento como una discípula de Dafa durante el período de la rectificación del Fa. Con el mejoramiento de mi xinxing, mi cuerpo se recuperó muy rápido.

Cirujano en jefe: "Ya no necesitas venir aquí"

Regresé a casa el 11 de noviembre de 2015. Cuando volví al hospital para un nuevo examen el 4 de diciembre, todas las fracturas, excepto la rodilla, estaban soldando.

Un cirujano dijo: "Es imposible que la rodilla se recupere. No podré tratarlo. Ya no podrás caminar normalmente”.

Al escuchar esto, pensé: “No puedes tratarlo. ¡Mi Maestro puede!". No tenía la menor duda, y no flaqueó mi creencia en el Maestro.

Para el 23 de diciembre, las imágenes de rayos X de mi rodilla mostraron claros signos de recuperación. El punto de ruptura estaba bien alineado, y los huesos astillados regresaban a sus posiciones originales como si tuvieran vida propia.

Regresé al hospital para ser reexaminada tres meses después. El cirujano en jefe, que pensó que tenía problemas mentales cuando insistí en regresar a casa sin cirugía, ¡casi saltó en el aire! No esperaba que pudiera recuperarme tan rápido y tan bien.

Él no mostraba ni rastro de envidia y estaba muy feliz de ver mi condición, y dijo: "Estoy muy, muy satisfecho con su recuperación. Ya no es necesario que venga aquí”. Otros médicos estaban tan felices como él. Los pacientes en la sala también se alegraron por mí.

La atención de vecinos y líderes comunitarios

Se corrió la voz en la comunidad china local de que no recibí tratamiento médico después de una lesión tan grave. Cuando me llevaron a casa en una ambulancia, hubo personas que no me conocían y vinieron desde lejos a mi casa.

Algunos entraron y otros solo miraron por la ventana. Los traté como personas que merecen aprender sobre Falun Dafa. Se enteraron de que algo inusual había sucedido: la pierna de una practicante se había aplastado bajo la llanta de un automóvil y ella salió del hospital sin cirugía ni tratamiento.

A medida que mi condición mejoraba, familiares, vecinos, amigos y médicos dejaron de censurar y de quejarse. En lugar de eso, comenzaron a comprender, respetar y apoyar mi decisión.

Uno de mis vecinos era el líder de una asociación china que tenía estrechos vínculos con el consulado chino. Él había creído completamente las mentiras sobre Falun Dafa propagadas por el partido comunista chino.

Tras mi accidente, aparte de mis familiares, probablemente él fue quien mejor atestiguó mi recuperación. Él nunca iba a mi casa a visitarme, pero cuando yo salía, sus ojos estaban pegados a cada paso que daba. A medida que mi situación mejoraba, su actitud también cambiaba.

Unos meses más tarde, cuando fui a tomar el autobús, apareció frente a mí y gritó: "¡Eres maravillosa!". Parecía emocionado y genuinamente feliz. Le respondí: "¡Es Falun Dafa lo que es maravilloso! ¡Es mi Maestro el que es maravilloso!".

Otra persona china que conozco es un experto en medicina deportiva. Él se mantenía diciendo: "¡El suyo es un caso extraordinario en la historia médica!".

El propietario de una gran corporación en Auckland supo de mí a través de compañeros practicantes. Tenía buenas conexiones y era bien conocido en los círculos de negocios, gobierno y medios de comunicación. Pensó que yo estaba loca pero estaba ansioso por conocerme, así que hizo los arreglos a través del practicante por quien supo de mí.

Quería descubrir los hechos por sí mismo. Su curiosidad era intensa, y comenzó a hacer preguntas a través de un intérprete tan pronto como me vio. De algunas preguntas dijo después, que se daba cuenta no eran corteses, pero las respondí todas con calma. Después de algunas preguntas, él supo con seguridad que no tenía problemas mentales.

Le relaté detalladamente el accidente y cómo mis fracturas por aplastamiento se curaron mediante la cultivación en Falun Dafa, sin depender de ningún tratamiento médico. Él escuchaba y asentía con la cabeza, y dijo respetuosamente: "¡Elogiable!".

Él había examinado mis placas de rayos X antes de visitarme. Miró de cerca cuando caminé para saludarlo. Después de escuchar la historia completa, no pudo evitar emocionarse, estrechó mi mano y me pidió que me tomara una foto, asegurándose de que el cuadro del Maestro saliera en la foto.

Le dije que todo esto se había logrado sin que yo hiciera nada en particular, ya que Falun Dafa ayuda a los cultivadores a adaptarse a situaciones anormales. Al final, estrechó mi mano entre las suyas y dijo: "¡Oh! ¡Esto es lo que es Falun Dafa! ¡Así de poderoso es Falun Dafa!".

En mayo de 2016, medio año después del accidente, vine con gratitud a los Estados Unidos para asistir a la conferencia de intercambio de experiencias en Nueva York. La escuché  y me uní al desfile en la ciudad de Nueva York.

La Sra. Wang Jiuchun participa en actividades en la ciudad de Nueva York en mayo de 2016, medio año después del accidente automovilístico, en la celebración del Día Mundial de Falun Dafa.