La policía exige a los hijos de un hombre de 79 años de edad que se desvinculen de él

(Minghui.org) Los tres hijos de un hombre de 79 años detenido por su fe en Falun Dafa están siendo presionados por la policía que los obliga a desvincularse de su padre, mientras las autoridades intentan forzar al anciano a que renuncie a su fe.

Dichas tácticas han sido utilizadas repetidamente en las campañas políticas durante la historia del régimen comunista chino, en las que hacían que muchos niños se volvieran contra sus padres, o los estudiantes contra sus maestros, y la gente intentaba evitar relacionarse con aquellas personas a las que iban dirigidas las campañas.

En la persecución contra la disciplina espiritual de Falun Dafa que comenzó en julio de 1999, se les dijo a los familiares de muchos practicantes que pidieran a sus seres queridos que renunciaran a Falun Dafa o de lo contrario, ellos también serían perseguidos.

No está claro si los hijos han cumplido con la demanda de la policía de apartarlo de sus vidas.

El Sr. Xiao, un residente de la ciudad de Dazhou, provincia de Sichuan, fue secuestrado en su domicilio por agentes de la división de seguridad nacional del distrito de Tongzhou el 16 de octubre de 2018. Los oficiales saquearon su casa y confiscaron su computadora, además de otros efectos personales.

El anciano ha permanecido en el centro de detención de la ciudad de Tongzhou y se le han denegado las visitas familiares.

Se informó de que el Sr. Xiao fue sometido a largas horas de interrogatorio en siete ocasiones. La policía ha presentado su caso a la procuraduría de la ciudad de Wantuan. Ahora se ha incrementado la persecución.

En los últimos 20 años, ha sido detenido en repetidas ocasiones y su casa saqueada por negarse a renunciar a su fe.

Un mes antes de su último arresto, cinco oficiales fueron a su casa el 5 de septiembre de 2018 y registraron cada habitación. A pesar de que el Sr. Xiao no estaba en casa, la policía amenazó a su esposa, la Sra. Liu Jixiu, y a su nuera. Los agentes regresaron tres días después, pero la familia del Sr. Xiao se negó a abrirles la puerta.