​Mujer de Anhui encarcelada por su fe: el juez le niega su derecho a apelar por su condena ilegal

(Minghui.org) Una mujer en la ciudad de Hefei, provincia de Anhui, ha comenzado a cumplir una condena de 3,5 años de prisión después de que el tribunal le negara el derecho a apelar por su condena ilegal por practicar Falun Dafa, una disciplina espiritual que ha sido perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Hang Xia fue arrestada el 22 de noviembre de 2017 después de haber sido reportada por hablar con la gente sobre Falun Dafa. Fue detenida en el centro de detención de Hefei antes de su traslado a la prisión.

Cuando su caso fue presentado ante el tribunal de distrito de Yaohai, el fiscal impidió que sus dos abogados revisaran el documento de la causa. El juez que preside también impidió que sus abogados la defendieran durante su audiencia en la corte el 12 de junio de 2018.

Fue condenada a 3,5 años de prisión con una multa de 5.000 yuanes en octubre de 2018.

La practicante luego contrató a un nuevo abogado para apelar el veredicto, pero el juez Yang Lianwen se negó a aceptarlo. A petición repetida de su abogado, Yang aceptó recoger los documentos de apelación del centro de detención, cosa que nunca había hecho antes de que ella  fuera encarcelada.

Cuando el abogado la visitó en el centro de detención a finales de febrero de 2019, le dijeron que ya había sido llevada a la prisión de mujeres de Anhui el 21 de febrero para cumplir condena.

Ni el abogado ni su familia habían sido informados de su ingreso en prisión.

El abogado fue entonces a la prisión, pero un guardia de la prisión lo detuvo en la entrada y alegó que la Sra. Hang no tenía derecho de visita porque se negaba a renunciar a su fe. El guardia también reveló que la orden vino de la comisión de asuntos políticos y jurídicos, una agencia no judicial con poder para hacer caso omiso al sistema legal en los casos relacionados con la persecución a Falun Dafa.

Su marido está de licencia por enfermedad sin goce de sueldo. Se encuentra en una situación desesperada, tanto física como económicamente, tras el encarcelamiento de su esposa.

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