(Minghui.org) Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una práctica avanzada de la Escuela de Buda tanto para la mente como para el cuerpo. Guiada por los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia y acompañada de cinco ejercicios sencillos, la práctica ayuda a las personas a mantener la salud física y mental y proporciona enseñanzas morales que facilitan la armonía en todas las áreas de la vida. Te abre a la sabiduría y comprensión de la vida y de los misterios del universo.
Falun Dafa fue practicada por casi 100 millones de personas en China de 1992 a 1999. Se ha extendido a más de 100 países y regiones desde que el Maestro Li Hongzhi, fundador de Falun Gong, fue invitado a enseñar el Fa en Francia en marzo de 1995.
La práctica es bien conocida por su efectividad para curar enfermedades y mantener la forma física. A partir de 1998, se realizaron investigaciones en China sobre los beneficios para la salud de Falun Gong. Varios profesionales médicos también efectuaron encuestas de salud en América del Norte y Taiwán. La eficacia de Falun Dafa para restaurar y mantener la salud ha sido confirmada hasta en un 98%.
Aquí, presentamos varias historias de personas discapacitadas cuyas graves dolencias desaparecieron después de que iniciaron la práctica de Falun Dafa.
Un soldado discapacitado
El Sr. Shi Fu (alias) se alistó en el ejército chino en 1976 y fue enviado al campo de batalla cuando comenzó la guerra entre China y Vietnam en 1979. Mientras estuvo allí, fue herido tres veces.
Quedó discapacitado, casi ciego y medio sordo, incluso después de una serie de cirugías en un período de dos años. También sufría de falta de atención y a menudo se desmayaba. Fue declarado soldado discapacitado de primer grado y dado de baja en 1985. Él comparte su historia milagrosa a continuación:
Nuestras vidas fueron extremadamente amargas en los 15 años después de mi baja en el ejército. Mi esposa era mi cuidadora. Ella siempre me animó a no perder la confianza; si no es por tí, entonces hazlo por nuestra familia. Por lo tanto, seguí esperando, a pesar de que mi vida fue un infierno durante la década de los ochenta.
Pero cuando llueve, llueve a cántaros. Mi esposa se enfermó debido a la pesada carga de mantenernos a flote financieramente. Sufría de reumatismo grave, gastroenteritis y hernia discal lumbar. A menudo no podía trabajar y a veces tenía que quedarse en la cama, confiando en nuestros hijos para su cuidado.
Para empeorar las cosas, la piel de mis dedos de repente se secó y se agrietó. La sangre brotaba de las grietas y las uñas finalmente se cayeron. Probé las medicinas occidentales y chinas, pero nada me ayudó. Esto persistió durante un año entero.
Nuestra situación financiera se deterioró. No pude mantenerme al día con nuestros gastos. El personal de la aldea suspendió así mi pensión de invalidez. Con frecuencia tenía que pedir dinero prestado a mis parientes para mantenerme. Como resultado, siempre nos evitaron.
Mis suegros lloraron por nuestras desesperadas condiciones de vida cuando vinieron de visita. Mi suegra decidió quedarse con nosotros para ayudar con algunas de las tareas domésticas.
A menudo miraba al cielo y le preguntaba a los cielos cuándo terminaría esta tribulación.
Mientras estábamos luchando, un día de 1998 una practicante de Falun Gong de una aldea vecina vino a visitarnos. Ella nos contó sobre los milagrosos cambios que había experimentado después de que comenzó a practicar Falun Dafa. Nos dijo: "¿Por qué no lo intentas? Tiene muchos beneficios y no hace daño. Y es gratis".
Mi esposa comenzó la práctica ese mismo día, y ocurrió un milagro: el dolor severo en sus piernas, brazos y torso desapareció en tres días. Su insoportable dolor de espalda también había disminuido sustancialmente. Incluso podría volver a hacer algunas tareas domésticas. Una semana después, su salud se recuperó completamente, volviendo a la normalidad.
La milagrosa mejora de la salud de mi esposa fue un shock. Estaba ansioso por aprender los ejercicios. Debido a que no podía viajar al lugar de la práctica, varios practicantes de Falun Gong vinieron a enseñarme en mi casa. También me pusieron grabaciones de las conferencias de Fa de nueve días del Maestro.
Me fascinaron los tremendos y profundos principios de Falun Gong. Terminé las cintas en dos días y luego dormí cuatro días seguidos. Mi familia estaba preocupada, pensando que mi vida podría estar en peligro de nuevo. Al ver mi sueño profundo, los otros practicantes le dijeron a mi familia: "Tal vez tenía una fuerte relación predestinada. El Maestro está purificando su cuerpo. No hay necesidad de tener miedo".
Cuando me desperté, me sentí enérgico y vigoroso. Mi visión también regresó. Estaba tan emocionado que ¡quería saltar y cantar!
"Como dice nuestro proverbio chino, 'la buena fortuna espera a los que sobreviven a una catástrofe'", exclamé.
No podía dejar de mirar a mi esposa. Habían pasado 15 años desde que no podía ver su aspecto. Nos reímos y lloramos, las lágrimas rodanron por nuestras mejillas.
No pude evitar subirme a la bicicleta y recorrer todo el camino hasta la gran ciudad, un viaje de más de 19 kilometros de largo. No me sentía cansado en absoluto, incluso después de hacer un viaje de ida y vuelta. En el pasado, solo podía andar en bicicleta y nunca podía montarla. Ninguna palabra podía expresar mis emociones de felicidad.
Desde ese día, estudié firmemente el Fa y practiqué los ejercicios. Cinco meses después, mis manos agrietadas sanaron por completo. La herida abierta en mi cabeza que había drenado continuamente líquido y sangre durante 15 años también se cerró por sí sola. Tiré toda mi medicina.
Ahora, mi aspecto es el de una persona completamente sana. Me creció una melena negra y gruesa. Recuperé mi visión e incluso recuperé parte de mi audición. Pudimos cultivar verduras y venderlas en los mercados locales. Hoy hemos pagado todas nuestras deudas.
Estos milagros sucedieron uno tras otro. Estoy seguro de que es el Maestro quien nos salvó.
Viendo los cambios drásticos en mi salud, muchos de mis amigos, parientes y vecinos también comenzaron a practicar Falun Gong. Incluso los que no se han dedicado a Dafa tienen una buena opinión de Falun Dafa.
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La Sra. Yang Suhong
La Sra. Yang Suhong residía en una comunidad de la ciudad de Kunming, en la provincia de Yunnan. Medía 1,2 metros de altura y 23 kilos de peso.
Al principio, tuvo una infancia feliz. Fue profundamente amada por sus padres y admirada por sus compañeros del vecindario.
Sin embargo, desde el punto de vista de la salud, las cosas eran diferentes. Cuando tenía ocho años, sufrió diarrea, hinchazón, dolor abdominal y pérdida repentina de peso. Más tarde se le diagnosticó peritonitis tuberculosa y leucemia. Desde entonces, fue tratada con medicinas occidentales y chinas, pero nada fue efectivo. Su crecimiento también se había detenido debido al uso prolongado de medicamentos; a la edad de 18 años, seguía pareciendo una niña.
El temperamento de su padre empeoró cada vez más debido al estrés financiero. Empezó a beber mucho y se peleaba con su esposa. Terminaron divorciándose, lo que puso a la Sra. Yang bajo una gran presión mental cuando era adolescente. Intentó huir de casa y suicidarse varias veces.
En 1998, ella fue diagnosticada con cáncer óseo avanzado por el hospital de cáncer de Kunming. Le dijeron que solo le quedaban unos meses de vida. Por lo tanto, perdió toda esperanza y vivió desesperadamente, esperando su último día.
Pero los cielos siempre dejarán una puerta abierta. Un día de febrero de 1999, la Sra. Yang conoció a una mujer en la casa de su pariente. Esta mujer se veía muy saludable y parecía mucho más joven de su edad real. Solía tener múltiples enfermedades, pero le dijo a la Sra. Yang que Falun Gong la había curado. La Sra. Yang le contó a esta mujer sobre sus propios problemas de salud.
"Solo el Maestro Li puede salvarte", dijo esta mujer.
"¿Incluso una persona con una enfermedad terminal como la mía?", preguntó la Sra. Yang.
La mujer dijo: "Falun Gong es una práctica de la Escuela de Buda tanto de la mente como del cuerpo. Cualquiera que quiera practicar honestamente puede hacerlo".
La Sra. Yang estaba muy emocionada con la noticia. Empezó a sentir una luz de esperanza.
Comenzó a practicar Falun Gong; llegaba al lugar de los ejercicios de grupo a las 5 a. m. todos los días para hacer los ejercicios y estudiar el Fa. Siguió los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para convertirse en una buena persona que es considerada con los demás. Cada vez que surgía un conflicto, miraba hacia adentro para corregir primero sus propios errores.
Poco a poco, todas las enfermedades que la habían acompañado durante más de diez años fueron desapareciendo una a una. Se sentía maravillosamente libre de enfermedades -tenía tanta energía y nunca se sintió cansada sin importar cuán lejos caminara. Las sonrisas felices aparecieron de nuevo en su rostro. Sorprendida por sus cambios, muchos de sus vecinos también se convirtieron en practicantes.
Lamentablemente, la Sra. Yang se convirtió en una de las víctimas de la persecución en 1999. El 30 de noviembre de 2004, fue arrestada y retenida en el campo de trabajo de mujeres de Yunnan por su creencia y sufrió brutales torturas.
Cuando fue enviada a casa en mayo de 2005, estaba demacrada y al borde de la muerte. Lamentablemente, murió un mes después, a la edad de 24 años.
El Sr. Zheng Rongchang
El Sr. Zheng Rongchang reside en el municipio de Chengguan, en el condado de Ji, en la provincia de Hebei. Comenzó a practicar Falun Gong en 1998.
Antes de la práctica, el Sr. Zheng fue operado dos veces por interpolación de pestañas en su ojo derecho. Tenía glaucoma, que le causó un dolor insoportable, vómitos y visión borrosa, así como fístula anal y una infección del tracto urinario. Además, había sufrido de llagas crónicas desde que tenía ocho años, y el pus a menudo emanaba de las llagas. Sin embargo, tuvo que soportar el sufrimiento sin tratamiento porque su familia no tenía dinero para que lo trataran.
También tenía osteomielitis crónica en la pierna izquierda, lo que le provocaba una cojera constante al caminar. No podía sentarse, arrodillarse, doblarse o estar de pie durante mucho tiempo. Sentía más dolor en los días de lluvia. Había gastado mucho dinero en numerosas prácticas de qigong, pero en vano.
Para empeorar las cosas, el Sr. Zheng era el principal ingreso de la familia porque su esposa sufría de una enfermedad mental y su hija aún era pequeña. A menudo se quejaba de su esposa por ser incapaz de hacer las tareas domésticas.
Después de que comenzó a practicar Falun Gong, todas sus dolencias desaparecieron. Él siguió los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para ser una persona moralmente recta.
El Sr. Zheng se volvió más enérgico y confiado en la vida, y cambió completamente su actitud hacia su esposa. Se ha vuelto más comprensivo, indulgente y tolerante. Está muy agradecido al Maestro Li y a Dafa por sus grandes cambios.
Un calígrafo con atrofia cerebral
Soy calígrafo. He practicado Falun Gong durante más de 22 años. Tenía poca memoria y me fue mal en matemáticas, física y química en la escuela. Pero yo tenía talento para la caligrafía, y la gente lo notó. Rara vez participo en actividades de caligrafía en grupo, pero he utilizado mis habilidades como artista para ayudar a la gente a abandonar el partido comunista chino (PCCh).
No era sano de pequeño. A la edad de 6 o 7 años, caí en un profundo barranco y me golpeé la cabeza contra una roca. Estuve inconsciente un buen rato. El accidente me dejó con una conmoción cerebral y síndrome post-conmoción cerebral.
Contraje la fiebre tifoidea en mi adolescencia y durante tres años después, periódicamente tuve fiebres altas, escalofríos y dolores de cabeza insoportables. Tuve que soportar el dolor durante años porque no teníamos dinero para que me tratasen. En consecuencia, sufrí un daño cerebral que me llevó a una discapacidad cognitiva permanente.
Mi enfermedad empeoró cuando empecé a trabajar para el partido comunista chino. Sufrí dolores de cabeza, mareos y zumbidos en los oídos durante todo el año. Desarrollé un temperamento malo, junto con una disminución de la lucidez mental y de la inteligencia.
A menudo me golpeo la cabeza en superficies duras para aliviar el dolor. A veces mi esposa me golpeaba la cabeza para dormirme. Además de todo esto, también tuve problemas en la parte baja de la espalda, una úlcera gástrica, rinitis, bronquitis y enfermedades cardíacas.
La esperanza vino a mí en junio de 1996. Mi jefe de departamento me presentó a Falun Gong y me dio los libros Zhuan Falun y Zhuan Falun II. Sabía que estos libros eran tesoros que salvaban vidas.
Por el daño cerebral que había sufrido me dio miedo de leer, pero terminé ambos libros en tres días. Fue increíble que pudiera hacer eso. Así que decidí cultivarme en Falun Dafa.
Me uní a otros practicantes para hacer los ejercicios y estudiar el Fa. El Maestro limpió mi cuerpo tres veces en un mes y eliminó gran parte de mi yeli (karma). Me recuperé de todos mis problemas de salud en pocos meses; me sentí ligero y libre de enfermedades. Noté que mi xinxing se elevó. Sabía que el Maestro había soportado tremendas cantidades de yeli (karma) por mí. Sin el Maestro limpiando mi cuerpo, no estaría hoy vivo. Estoy muy agradecido con el Maestro.
A partir de entonces, decidí utilizar mis habilidades caligráficas para validar el Fa y aclarar la verdad. Una vez escribí más de 40 páginas que animaban a la gente a retirarse del partido.
Antes de la práctica, seguí las corrientes contemporáneas y dibujé caligrafía de estilo moderno. Después de iniciar Falun Dafa, seguí los principios del Fa y descarté muchas nociones insanas -me di cuenta de que casi cien hojas de pergamino que había dibujado o recogido estaban llenas de la cultura del PCCh.
Un líder de la ciudad a nivel de prefectura me pidió que escribiera letras caligráficas frente a 14 invitados en un almuerzo hace unos años. Le pedí al anfitrión que me permitiera dar un breve discurso y él estuvo de acuerdo. Luego les hablé de Falun Gong. Todos los patrocinadores, excepto uno, terminaron retirándose del partido.
En otra ocasión, fui invitado por una galería de arte privada para mostrar mi caligrafía. La mayoría de los asistentes vinieron a comprar pergaminos de caligrafía, incluyendo cuatro oficiales de policía (dos con uniforme y dos con ropa de calle). No tuve miedo y les hablé sobre Falun Dafa y la persecución mientras escribía los pergaminos para ellos. Como resultado, uno de los oficiales abandonó con gusto el PCCh.
"He tenido insomnio durante bastante tiempo. Me gustaría un texto de caligrafía con la esperanza de que me dé tranquilidad", me dijo.
Le respondí: "Por favor, sé un buen oficial y cree y di sinceramente: ¡Falun Dafa es bueno!¡Verdad, Benevolencia, Toleranciaes bueno! Si haces esto a menudo, dormirás bien".
Me dio las gracias y se fue con los textos.
Trato a los que vienen a mi casa para mi caligrafía como invitados de honor. Hago un texto para cada persona dependiendo de su situación, y también les ayudo a abandonar el partido. Me di cuenta de que darles textos no era tan importante como ayudarles a entender los hechos sobre Falun Gong.
Poco a poco, mis buenas obras se difundieron de boca en boca. La gente se enteró de un practicante de Falun Dafa que dibujaba caligrafía y no pedía compensación por su trabajo. Muchas personas acudieron a mí para que las ayudara a retirarse del PCCh.
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La Sra. Zhang Aimin (comunicada en 2004)
Mi nombre es Zhang Aimin. Soy una empleada de 42 años de la sucursal de Jilin de la oficina de ferrocarriles de Shenyang. He perdido la mitad inferior de ambas piernas.
Solía no creer en nadie más que en mí misma. Había sufrido de múltiples enfermedades, incluyendo enfermedades cardíacas, hepatitis B, pancreatitis, migraña, dolor de espalda baja, dismenorrea, espondilosis cervical y bursitis. Tres de mis dedos se entumecían cada vez que intentaba usarlos. Constantemente experimentaba pesadez, frío y dolores en la espalda. Me dolían las piernas durante varios días antes de los cambios estacionales. El sufrimiento me produjo tanta frustración que incluso había intentado acabar con mi propia vida.
El 4 de junio de 1997, escuché cuatro cintas sobre Falun Gong y me di cuenta de que esto era exactamente lo que estaba buscando. Así que decidí practicar Falun Gong.
Después de que comencé la práctica, todas mis enfermedades desaparecieron y mi estado mental mejoró drásticamente. Estos cambios me permitieron estudiar el Fa con más diligencia y practicar los ejercicios.
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La Sra. Ma Suzhi
Nací en una familia pobre de la provincia de Henan en 1961. Apenas había aprendido a caminar cuando recibí una vacuna que me paralizó las extremidades inferiores. Después de la vacunación, mi pierna izquierda quedó lisiada, lo que me provocó caídas frecuentes al caminar.
En la escuela, fui objeto de intimidación por parte de mis compañeros de clase. Sufrí diarrea aguda y nefritis cuando estaba en la escuela primaria. Las dolencias me dejaron con enteritis crónica y dolor de espalda. También sufrí de insomnio, dolor de cabeza, quistes ováricos y obstrucción del tracto urinario. Me volví amargada, me enojaba y a menudo me peleaba con mi esposo.
Comencé a practicar Falun Gong en el verano de 1997. Seguí los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para guiarme. El Maestro ha purificado mi cuerpo y todas mis enfermedades han desaparecido -ahora me siento ligera y libre de enfermedades. Antes tenía que subir las escaleras paso a paso, usando solo la pierna derecha. Ahora, puedo ir arriba usando ambas piernas. No he necesitado tomar ninguna medicina desde que empecé a practicar Falun Gong.
El Sr. Lei Hong
Trabajo para la oficina meteorológica de Shandong. Me quedé paralizado en el brazo derecho cuando era un bebé. Debido a esto, tuve que usar mi mano izquierda para todo, incluyendo escribir, lavar, coser, sostener a los niños y trabajar.
Después de los 30 años, la tensión en mi brazo izquierdo se hizo tan grave que ni siquiera podía sostener un tazón vacío sin soltarlo. Se puso de tal manera que no pude levantar el brazo izquierdo en absoluto. No me atrevía a informar a mis colegas sobre mi problema, por temor a que pudiera afectar a mi trabajo. También sufrí de bronquitis, enfermedades del corazón y del estómago. El estrés era tan grande que había pensado en suicidarme varias veces.
Comencé a practicar Falun Gong en 1997. Después de comenzar la práctica, mi cuerpo y mi mente se beneficiaron mucho. Me volví saludable y todo mi cuerpo se sintió ligero. Desde entonces, no he tomado ningún medicamento, ni he tenido que visitar el hospital.
Me aferro a las normas morales de Falun Dafa. Mi mente se volvió pacífica. Fui amable con la gente que me rodeaba y acepté sinceramente cualquier crítica sin resentimientos. Llegué al trabajo a tiempo y acepté cualquier trabajo asignado, y ya no discuto con mi esposa en casa.
La práctica de Falun Dafa despertó mis pensamientos rectos y virtudes, y me dio autocontrol. Agradezco profundamente al Maestro, de todo corazón, por su salvación.
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