(Minghui.org) ¡Saludos, Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!
Soy practicante de Falun Dafa desde hace seis años. En los últimos cuatro años, he tenido la oportunidad de apoyar las actividades de la compañía de danza clásica china Shen Yun. Después de cada gira, siento una aceleración en mi cultivación; las tribulaciones llegan repentinamente, ayudándome a tener nuevos entendimientos y a iluminarme cada vez más, elevando mi xinxing.
En el año 2018, las ventas de boletos en mi ciudad fueron muy exitosas. Además de abrirse una función más, las localidades se agotaron un mes antes del inicio de la temporada.
Este año 2019, sin embargo, siento que tuve pruebas muy diferentes. Las entradas fueron más difíciles de vender. Circunstancialmente, me correspondió recibir en mi casa, durante cuatro meses, a los aproximadamente veinte practicantes de Dafa de otros estados, que vinieron para apoyar en la venta de boletos. Se trabajó arduamente. La última semana, debido a que los compañeros que tenían comisiones en otras actividades de la compañía tuvieron que ocupar sus cargos, llegaron practicantes de Canadá y Estados Unidos para apoyar la venta. La presión se sintió al máximo.
El Maestro dice:
”Todos los Dafa dizi saben que invitar a Shen Yun puede salvar seres, pueden hacer esto, pero si tú no te responsabilizas por Shen Yun, no va. Shen Yun puede abrir condiciones para los Dafa dizi de distintas regiones, haciendo cosas para salvar a los seres, pero ustedes también tienen que crear condiciones para Shen Yun. Si quieren hacerlo, entonces háganlo concretamente. Especialmente en este asunto, Shifu está guiando directamente a Shen Yun, por eso, cómo lo hace cada región y los problemas que surgen me los reflejan muy rápidamente” (Enseñando el Fa en el Fahui de New York 2010).
Los descansos fueron pocos. A veces, había solo un practicante disponible que atendía la afluencia de mucha gente en los puntos de venta.
En lo personal, dado que también me llevaba mucho tiempo repartir folletos, llevar invitaciones y cartas a funcionarios, y atender a los compañeros que pernoctaban en mi casa, descuidé la labor que venía realizando con mi equipo. Quería estar en todo e intentaba poner toda mi atención en cada cosa que hacía, pero algunas veces me sentía muy presionada y pensaba que no estaba a la altura. En ese entonces no pude capitalizar, como ahora lo veo, que tuve la oportunidad de trabajar mi tolerancia. Lo mejor de todo fue la convivencia con tantos discípulos de Dafa en mi hogar, que me daba la oportunidad de estudiar el Fa en grupo todas las mañanas e intercambiar entendimientos que me ayudaron mucho en mi cultivación.
En esta temporada, las butacas que no se vendieron a tiempo pertenecían a las de más alto costo. En lo personal, me sucedió que, debido a que el teatro es pequeño, los lugares con precios más caros estaban cercanos a los más económicos y, dada la premura de venderlos, los ofrecía y omitía aquellos de alto costo. Además, cuando veía que las personas no pertenecían a la alta sociedad debido a sus vestimentas, no insistía. Lo estaba haciendo con nociones humanas. Después de observar la manera tan atinada en que las cuatro practicantes chinas que vinieron de Canadá y que ni siquiera hablaban español vendían estos lugares de más alto valor, recordé el Fa de Shifu:
“…quiero que Shen Yun entre en la sociedad principal; primero hay que abrir la sociedad de alto nivel, creando y abriendo una puerta para salvar a la gente, solo entonces puede influir a toda la sociedad.
[…]
También las entrevistas que hacen ustedes, los medios de comunicación, […] tienes que entrevistar a la gente de la sociedad principal. […] No estoy discriminando a nadie, lo que quiero es abrir la puerta de la salvación apuntando a la sociedad principal, ¡yo quiero salvar a toda la gente! Solo al abrir la puerta de la sociedad principal, solo entonces se abre a toda la sociedad” (25 años de la Gran Difusión de Dafa: Explicando el Fa en Nueva York).
A pesar de las interferencias, tensiones, adversidades y cansancio, el Maestro cuida minuciosamente cada paso que da Shen Yun, asegurando así el éxito de la salvación de miles de personas. Shen Yun es una gran oportunidad de cultivación, de cumplir con nuestra misión y con el voto que hicimos con Shifu vidas atrás. Cuando se presente de nuevo en nuestro país, debemos aprovechar la oportunidad de buscar la forma de apoyar. Sobre todo espero que aquellos practicantes que no están atendiendo otros proyectos puedan buscar la forma de asistir en ventas, principalmente en las ciudades donde hay pocos practicantes, como lo dice el Maestro:
“…los Dafa dizi que no están ocupados en diferentes proyectos, pueden ayudar a promocionar Shen Yun. […] quisiera decirle a todos: ya que el grado de salvación de la gente de Shen Yun es tan poderoso, después de cada actuación de una a dos mil personas serán salvadas; aquellos estudiantes que no están ocupados tienen que reflexionar un poco para qué han venido. Pero existen cada vez menos de estas oportunidades” (Explicando el Fa en Washington D. C. 2018).
Eliminando el qing con la familia
Durante este último año, tuve una experiencia muy reveladora para mi cultivación con mi hija de 32 años, que me hizo elevar mi xinxing y exigirme más para caminar mi sendero más rectamente y ser más tolerante. Aunque dolorosa, me ayudó a eliminar nociones humanas. Estaba muy apegada a ella y a mis nietos.
Shifu dijo:
“Precisamente porque hay qing dentro de los humanos; el hombre vive justamente por este qing: el qing de parientes, el qing entre hombre y mujer, el qing de padre y madre, el qing de sentimientos, el qing de amistad, el qing de hacer cosas en razón del vínculo; donde sea que fuera, no se puede apartar de este qing; […] Si este qing no se corta, no puedes realizar el xiulian. Cuando el hombre salta afuera de este qing, nadie es capaz de tocarlo…” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Desde muy pequeña, con esta hija, sentí gran dificultad para conducirla y muchas veces confrontamos; ella tenía un carácter rebelde y siempre cuestionaba mi autoridad. Aceptarla me llevó a tener mucha paciencia. Trataba de ponerme en su lugar y me preguntaba por qué tanta dureza en su corazón. Con el tiempo, aprendí a llevarme bien con ella. Se fue de casa a la edad de 20 años, cuando contrajo matrimonio. Siempre mantuvimos distancia, ya que no encontraba valores compatibles con su forma de actuar.
Buscando respuestas que me acercaran a ella, a fin de tener una relación más armoniosa, y entender su enojo hacia mí, y aunque también con los años mantuvimos una relación distante porque vivíamos en diferentes ciudades, comprendí lo que dice Shifu:
“El espíritu primordial humano es inextinguible, así que en las actividades sociales de tus vidas anteriores puedes haber contraído deudas, hecho daño a alguien o cometido algunos actos malos, y entonces ese acreedor quiere buscarte. En la religión budista se dice que los seres humanos viven precisamente de acuerdo con el principio de la retribución del yeli. Si le debes, él viene a cobrarse la deuda, si se lleva más de lo que debía obtener, te devolverá el sobrante la próxima vez” (Sexta Lección, Zhuan Falun).
En agosto del 2018, ella se mudó a la ciudad donde vivo; estaba sola con sus dos hijos: de once y de año y medio. Además de un embarazo en puerta, me necesitaba mucho y no le negué mi ayuda. Todo el año que vivimos juntas, siento que puso a prueba mi tolerancia; fue un año duro pero fui respetuosa con su estado de gravidez y amorosa con mis dos nietos. Sentía que ella actuaba como en otras épocas, ya que antepuso sus intereses personales por encima de todo: quería regresar a vivir a la Ciudad de México a la semana del nacimiento del nuevo bebe, en circunstancias, para mí, inestables y arriesgadas para toda la familia, incluyéndome.
Hablé con ella para pedirle que pensara sobre los cambios que estaba haciendo y considerara a los demás. No tuve respuesta favorable y sus planes se impusieron. Esa noche, sin motivo aparente, empecé con un cuadro de diarrea, dolor estomacal y herpes en todo el cuerpo con una comezón insoportable. No tenía apetito y empecé rápidamente a bajar de peso. Me sentía muy decaída, pero todo tenía que apresurarse por el cambio de casa, ciudad y el inminente nacimiento de mi nieta que sería en los próximos 25 días.
Vivía una gran presión y aún con esa gran depuración, quería cumplir con mis deberes de estudiar el Fa y hacer mi práctica, aunque por momentos empecé a declinar debido a que me sentía sin fuerza. Además, tuve interferencias en mi mente, a veces pensaba que este sería mi fin; solo que también tuve determinación y recordé que soy una practicante de Dafa y que el Maestro ya muchas veces me ha ayudado y ahora no me dejaría. En ese tiempo, hubo otro compañero practicante que también pasaba por una tribulación parecida a la mía, hablamos algunas veces para darnos ánimos y seguir estudiando y refinando; fue para mí un gran apoyo.
El Maestro dice:
“La deuda debe ser pagada, por eso algunas cosas peligrosas pueden ocurrir en el camino del xiulian. Sin embargo, cuando aparezcan situaciones de este tipo, no sentirás miedo y tampoco se dejará que te aparezca un peligro real” (Tercera Lección, Zhuan Falun).
Después de 20 días, la diarrea empezó a aminorar y la picazón tardó otro poco. En esos días tuve un entendimiento: que dejaría de vivir con mi hija. Sentía en mi corazón que ya era momento de dejarla. Estuve superando el miedo y la culpa de que mis nietos no estarían bien y confié en que mi hija es lo suficientemente fuerte y amorosa para sacar adelante a su familia.
Shifu me dio un nuevo entendimiento
A cinco días del nacimiento de mi nieta, me sucedió otra experiencia que ayudó también a la elevación de mi xinxing. Tuve un accidente en una moto que conduzco desde hace 12 años. Sé reconocer muy bien las consecuencias de un impacto y, si no era mortal, por lo menos me tenía que haber roto alguna pierna.
Descuidadamente, crucé una avenida donde no vi que venía un auto a alta velocidad; me atravesé de una manera imprudente. De pronto, frené sin saber por qué, y el coche rozó el frente de mi moto con su salpicadera trasera. Fue como un rayo, con una gran fuerza. Salté fuera de la moto de una forma que no fue consciente y quedé parada viendo la escena: la moto se barrió como 2 metros frente a mí con todo el frente destruido. Vino la gente a mi alrededor, en mi ayuda, para ver si me había pasado algo. También, el conductor del coche frenó como a 30 metros adelante y corrió en mi búsqueda, ¡sin poderlo creer cuando vio que estaba parada ahí! Le ofrecí disculpas por lo ocurrido.
¡Lo que acababa de ocurrir fue el milagro de que Shifu salvó mi vida! En ese momento, estaba totalmente clara con lo que ocurría, lúcida y consciente. Además, de forma asombrosa, sentía una gran paz y un profundo y gran agradecimiento porque estaba ahí sin ninguna herida, entendiendo que mi vida había sido salvada. No había confusión, ni susto, ni miedo. Fue como un instante de gran iluminación, del significado de mi cultivación en Dafa, que es lo más grandioso que tengo en esta vida. Estaba sumamente agradecida con la misericordia del Maestro por haberme dado la oportunidad de entender que, seguramente, estaba cumpliendo el pago de yeli con mi hija. Ahí entendí sobre los límites y comportamiento que tendría en el futuro con ella y mis nietos: dejaría de vivir con ellos y permitiría que mi hija realice su propia historia; algo que solo podía conseguir eliminando el apego al qing de la familia.
Shifu dice:
“Un practicante de gong no sólo debe aguantar el sufrimiento de los sufrimientos sino que también debe tener una buena cualidad de iluminación. Algunas personas no se iluminan al porqué, cuando se encuentran con dificultades” (Capítulo Tercero, Falun Gong).
Finalmente, después del accidente, en el empeine de mi pie izquierdo apareció un pequeño borde que era duro como el acero, se puso morado y desapareció a los pocos días. Era como si toda la energía del golpe se hubiera concentrado ahí, como si un rayo hubiera sido puesto ahí y mi cuerpo lo hubiera detenido. Tuve otro entendimiento sobre el gong que el Maestro nos da y se desarrolla capa tras capa en nuestro cuerpo físico.
Acerca de la pregunta de un practicante que, al escuchar un fuerte sonido, sintió que su cuerpo se abrió y, de repente, entendió muchas cosas, el Maestro dijo:
“Esto sucede fácilmente a algunos practicantes durante la práctica. Cuando una parte del cuerpo del practicante estalle, se iluminará en ciertos aspectos. Esto pertenece a la iluminación gradual. Es normal que una parte del cuerpo estalle cada vez que completas un nivel de cultivación” (Capítulo Quinto, Falun Gong).
El Fa puede cambiar el rumbo de las cosas
Tengo otra hija de 23 años de edad que iba a realizar un viaje a la ciudad de Shenzhen, en China, en 2018. Alcanzaría a su novio norteamericano que trabajaba como profesor de inglés en una escuela para niños. Ambos habían hecho planes de vivir juntos un año, para después viajar por algunos países asiáticos, siendo esta la meta principal que se había propuesto ella en un principio. Debido a que su novio tenía que cumplir ese compromiso por lo menos un año, quedaron de encontrarse en esa ciudad china y después viajarían juntos.
Ella se preparó durante 6 meses con grandes esfuerzos para sacar su título profesional, perfeccionó el inglés y presentó su solicitud para trabajar en una empresa china en la misma ciudad. Dos meses antes de viajar, repentinamente, de forma insólita, él canceló el compromiso con un pretexto poco convincente y evasivo, de que necesitaba su libertad. En un principio, mi hija se llenó de ira, más adelante encontró alicientes laborales y académicos que la sacaron pronto de esta decepción.
En aquel momento, pasó por mi mente que ella había corrido con mucha suerte y protección al no ir a ese viaje, pero no dije ni una sola palabra ni hice conjeturas. Me había costado algunos meses soltar el apego de que se iría y yo estaba tranquila. Cabe señalar que cuando ella me dijo que sus planes eran vivir en China, acordamos que ya no le diera “like” a las publicaciones de Falun Dafa, Shen Yun y La Gran Época que aparecían publicadas en el Facebook, ya que ambas sabíamos que los practicantes de Dafa son sistemáticamente perseguidos por el partido comunista chino y eso la podía poner en peligro.
El Maestro dice:
“El partido perverso tiene organizaciones especiales para investigar a Falun Gong. ¿Sabes esto? Esos tienen los ridículamente llamados “expertos” en Falun Gong, “expertos” en Shen Yun, investigan especialmente los movimientos de Falun Gong, esto o eso de Shen Yun. Para eso, todo es“inteligencia”. El partido perverso simplemente sabe atormentar, incluso quiere predominar sobre todos los detalles de tu vida. Una vez que te busca, te muestra que sabe todo y que te conoce como si fueras sus manos. [...] El perverso partido ya tiene decenas de años de experiencia en atormentar” (Enseñando el Fa en el Día Mundial de Falun Dafa).
Mi hija, aunque no es practicante, ha apoyado muy de cerca la gira de Shen Yun en estos últimos dos años, ya que nuestra casa ha sido albergue de practicantes; se ha involucrado y comportado respetuosamente. Además, ha visto el espectáculo en tres ocasiones y entiende profundamente el tema de la persecución y salvación de los seres. Mi casa también ha sido sede por lo menos dos años del estudio del Fa. Ella sigue muy de cerca mi cultivación.
Asombrosamente, hace dos meses, el norteamericano la volvió a contactar arrepentido por su comportamiento y le ofreció que se fuera a vivir con él a los Estados Unidos, para poder estudiar juntos y unirse en matrimonio. Él le contó las atrocidades que vivió ese año en China: dijo que el gobierno inculca a los niños valores bélicos con poca moral, que había una gran falta de libertad de pensamiento y acción social, todo está muy controlado en los ciudadanos chinos, la promiscuidad predomina en las mujeres, corre mucha droga y alcohol en la juventud y dijo que a él, como extranjero, cada semana la policía le requería sus papeles de estadía. Concluyó: “Fue tormentoso y triste darme cuenta que los chinos no tienen alma. Te salvaste de haber venido a esta dura experiencia”.
Mi hija lo perdonó y renovó su compromiso de pareja. En unos meses, viajará para alcanzarlo y continuar sus planes de estudio y matrimonio. Ahora sí pienso que hubo una intervención y que Shifu la ayudó porque el Fa también genera efectos en nuestros familiares.
Shifu dice:
“Hablamos de la salvación propia y la de los demás, así como la de todos los seres conscientes, por eso el Falun puede salvarlo a uno mismo al girar hacia el interior […] Al girar hacia afuera, el Falun emite energía, lo cual beneficia a otros, así toda la gente que está dentro de la cobertura de tu campo de energía resulta beneficiada […] Solo el campo de energía del xiulian del Fa recto puede generar este efecto. Por eso, en el pasado la religión budista tenía una frase: “La luz de fo ilumina todo, volviendo todo recto, perfecto y brillante…” (Zhuan Falun).
“Con el constante crecimiento de tu gongli, la energía irradiada por ese gong que lleva tu cuerpo se hará bastante poderosa. Aunque no sea tan poderosa, al común de la gente dentro del área de este campo tuyo o si te quedas en casa, también eres capaz de restringirla. Los parientes en tu casa pueden ser todos restringidos por ti. ¿Por qué? Ni siquiera necesitas tener la intención, porque este campo es puro, sereno y misericordioso, es un campo de pensamiento recto, por eso la gente no es propensa a pensar en cosas malas o hacer cosas no buenas; generará un efecto así” (Zhuan Falun).
Termino con las palabras de Shifu:
¡Para cultivar el gong hay un camino,
el corazón es el sendero.
Para llegar al Dafa ilimitado;
las amarguras son el barco”
(Capítulo Tercero, Falun Gong).
Ese es mi entendimiento en mi nivel.
Agradezco la infinita misericordia de Shifu.
(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Falun Dafa en México, 2019)
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