Inyecciones forzadas con drogas en un campo de trabajo causaron el colapso mental de una mujer de Hunan

(Minghui.org) Una mujer sana se volvió mentalmente inestable después de cumplir un año de trabajo forzado entre 2008 y 2010. No fue hasta ahora que Minghui.org confirmó a través de fuentes que ella recibió inyecciones tóxicas en el campo de trabajo.

La Sra. Kang Ruiqi en su 50.° cumpleaños

La Sra. Kang después de haber sido inyectada con drogas desconocidas durante su período de trabajo forzado.

La Sra. Kang Ruiqi, de 70 años, era gerente de una tienda de comestibles en la ciudad de Changsha, provincia de Hunan. Anteriormente padecía de leucemia y recuperó la salud después de practicar Falun Dafa.

Después de que el partido comunista chino comenzó a perseguir a Falun Dafa, fue arrestada en 2002 y sentenciada a cuatro años y medio de prisión.

Después de su liberación, fue arrestada de nuevo unos meses después y llevada a un campo de trabajo forzado durante un año. Cuando los guardias juntaron varios cepillos de dientes y los frotaron dentro de su vagina, casi se desmayó por el dolor.

La policía la arrestó por tercera vez el 6 de agosto de 2008, en nombre de "mantener la estabilidad social" durante los Juegos Olímpicos de Beijing. La retuvieron en el campo de trabajo forzado de Baimalong durante un año. Después de ser liberada, perdió la capacidad de pensamiento racional y memoria. A menudo estaba aturdida, hablaba sin sentido y golpeaba a la gente sin razón.

Un drogadicto a quien los guardias del campo de trabajo ordenaron que vigilara a la Sra. Kang reveló más tarde a otro practicante de Falun Dafa lo que le había sucedido a la Sra. Kang. Según el testigo, la Sra. Kang escribió una carta en el campo de trabajo a Hu Jintao, entonces presidente del partido comunista chino, para exigirle que pusiera fin a la persecución contra Falun Dafa.

Después de que los guardias se enteraron de su carta, la agarraron el pelo y le golpearon la cabeza contra la pared. Luego le pusieron inyecciones. La primera no tuvo mucho efecto en ella, así que los guardias le aplicaron una segunda inyección con dosis más altas. La Sra. Kang se volvió loca poco después. Perdió casi toda la memoria y golpeaba a cualquiera que veía, incluso a los guardias.

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