(Minghui.org) La Asamblea Nacional Francesa inició la revisión de la ley de Bioética en septiembre y octubre de 2019, un curso de acción programado que se lleva a cabo cada siete años. El Sr. André Gattolin, Senador de la provincia de Seine, y la Sra. Laurianne Rossi, de la Asamblea Nacional de Seine, publicaron un artículo en la página web del periódico Libération el día 2 de octubre, titulado: "Francia debe garantizar que está en contra de la sustracción forzada de órganos".

El artículo enfatizaba la falta de una ley ética en el área de trasplante de órganos como un negocio internacional, algo poco conocido por el público, pero que es altamente rentable. Pidió una adición a la ley de bioética para rastrear cada trasplante de órganos, para proteger a los pacientes franceses y a las víctimas.

Artículo publicado en la página web del periódico Libération.

El artículo menciona que la sustracción de órganos ha sido un fenómeno conocido y global desde hace mucho tiempo. En su mayor parte es cometido por organizaciones criminales y grupos de delincuentes en Brasil, India y algunos países de Europa del Este. Sin embargo, los informes y las investigaciones han demostrado que ha habido un sistema de sustracción forzada de órganos respaldado por el gobierno en China durante más de una década.

El artículo cita un informe de David Matas y David Kilgour, dos abogados canadienses, publicado en 2006, que afirma que la mayoría de las víctimas de la sustracción forzada de órganos son los miles de presos de conciencia, en su mayoría practicantes de Falun Gong, tibetanos y uigures encarcelados.

El artículo también cita datos públicamente disponibles de hospitales chinos que declaran que hay más de 90.000 trasplantes de órganos al año en esa nación, pero se desconoce la fuente de esos órganos y el número de presos de conciencia condenados a muerte está encubierto como un secreto nacional.

La persecución creciente a Falun Gong, una práctica bien conocida por sus beneficios a la salud, está conectada con el gran suministro de órganos sanos y el gran número de trasplantes.

En Francia, los pacientes tienen que esperar años para encontrar un órgano compatible, pero en China solo se tarda un par de semanas. Esta velocidad inesperada ha atraído a muchos pacientes ricos que estaban esperando órganos. El número de ciudadanos franceses que han viajado al extranjero para recibir un trasplante de órganos está aumentando, ya que figuran dentro del turismo médico destinado a llegar a los hospitales de China.

El médico especialista en neurología Alexis Genin del hospital Pitié-Salpêtrière de París, también miembro de la organización Médicos contra la sustracción forzada de órganos (DAFOH), dijo que algunos médicos chinos traicionaron la confianza del sistema médico francés, cuyos mejores cirujanos han entrenado a los médicos chinos durante los últimos 20 años. Afirmó que es inaceptable que el conocimiento se haya sesgado tanto como para comerciar con órganos humanos en el mercado.

Muchos de los países del mundo han establecido leyes para regular la sustracción de órganos inhumana y poco ética, incluyendo España, Israel, Italia, Noruega y Taiwán. Otros países, como Bélgica, Gran Bretaña y Canadá, han iniciado debates en sus respectivos parlamentos.

Los Estados Unidos, el Mercado Común Europeo y Australia ya han condenado abiertamente la sustracción forzada de órganos y el tráfico de órganos.

En Francia, cada año desaparecen de la lista unos 300 pacientes en espera de un trasplante de órganos. No murieron, no recibieron un trasplante de órganos, al menos no en Francia, y sus condiciones no están empeorando. Así que la pregunta es, ¿adónde fueron y qué pasó con sus enfermedades? Se necesita un método para responder a esta pregunta.

Al final, el artículo dice que Francia, como iniciadora de la Declaración Internacional de los Derechos Humanos, debe luchar resuelta y ejemplarmente en la batalla ética. De lo contrario, Francia se convertirá en cómplice del mercado de trasplante de órganos ocultos e incontrolados. DAFOH dijo que este es un crimen de genocidio, un genocidio invisible.