(Minghui.org) Tengo 64 años de edad. Pasé la primera mitad de mi vida persiguiendo fama y beneficios, no obstante, todo lo que obtuve fueron enfermedades. Vivía luchando, y muchas veces tenía envidia de mis compañeros de clase que obtenían mejores trabajos. Luego, a fines de junio de 1997, comencé a practicar Falun Dafa, no solo me recuperé de todas mis enfermedades, sino que recuperé mi paz mental. Además, podía resistir la tentación de usar la computadora y los celulares.

Estableciendo un sitio de producción de materiales de Dafa

Siempre quise establecer un sitio para producir materiales, como lo hacen otros practicantes. Sin embargo, no tenía suficiente dinero para comprar los equipos. Mi salario había sido suspendido por negarme a renunciar a mi fe, y mi esposa tenía un ingreso limitado de un trabajo de medio tiempo.

Entonces, en 2012, me notificaron que podía recibir una compensación única si me jubilaba por anticipado. Decidí aceptar la oferta, para poder usar la compensación para establecer el sitio de producción.

Como era nuevo dirigiendo el sitio de producción, muchas veces me iba a la casa de otros practicantes para pedir ayuda. Cuando estaba en sus casas, muchas veces los veía mirar películas o navegar en Internet, y me sentía mal por ellos. A veces, los instaba a no perder tanto tiempo haciendo eso, pero ignoraban mi sugerencia.

Me determiné a no caer en la adicción a la computadora. Nunca he mirado una película, ni jugado a juegos, o comprado online cuando uso mi computadora. Sabía claramente que, como practicante, no tengo que perder el tiempo con estas trivialidades. Solo uso la computadora para producir materiales de Dafa. En esa época, mi computadora estaba limpia, y yo estaba lúcido.

Ni siquiera tenía suficiente tiempo para aclarar la verdad o salvar más gente. ¿Cómo podría gastar mi tiempo navegando en Internet para satisfacer mis gustos personales?

Tentación: celulares

Aunque he tenido un buen sentido del autocontrol de no dejarme llevar por las computadoras, no resistí la tentación de usar el celular cuando mi hijo me trajo uno en 2016.

Al principio solo lo usé para hacer llamadas y enviar mensajes.

Sin embargo, muchas veces tenía mensajes como: “Tu navegador está obsoleto, por favor, actualízalo”. Simplemente ignoré el mensaje hasta que dijo: “Instale el nuevo navegador, acelerará enormemente su celular”. Por curiosidad, instalé el navegador y varios navegadores similares.

Fue como abrir la caja de Pandora. Cada vez que revisaba mi celular, salían todo tipo de información. Me di cuenta de que revisar la información consumía mucho tiempo, así que removí los navegadores.

Sin embargo, cuando veía los mensajes de acelerar mi celular, no podía resistir, e instalé el navegador de nuevo. Luego incluso comencé a comprar online, porque era más conveniente y me ahorraba dinero.

Desarrollé un fuerte interés por comprar online, a veces me quedaba hasta tarde en la noche para aprovechar alguna oferta. Pero al día siguiente, no tenía energía para estudiar el Fa, enviar pensamientos rectos, o aclarar la verdad.

Buscando apegos

En ese momento, me di cuenta de que tenía problemas de cultivación y miré hacia dentro. ¿Qué apegos me han llevado a hacer esto?

Shifu dijo:

“De manera certera y concreta, las personas que refinan gong dicen: «La gente común posee lo que persigue la gente común, nosotros no lo perseguimos; aquello que posee la gente común, a nosotros tampoco nos interesa; pero lo que tenemos nosotros no puede ser obtenido por la gente común, por más que quieran»” (Zhuan Falun).

Cuando miré hacia dentro, encontré un montón de apegos: apego a la curiosidad, a buscar beneficios, oportunismo, disfrutar de una vida relajada, codicia, ostentación, e incluso envidia.

Resumiendo, no actué como un practicante, sino que perseguí lo que la gente común persigue. Fui controlado por la tecnología moderna sin darme cuenta de ello.

Cuando reconocí estas nociones humanas, estaba transpirando. Sentí pena por lo que hice, y me arrepentí. Cuando vi la notificación de Minghui sobre desinstalar WeChat, inmediatamente desinstalé todas las aplicaciones de chats, WeChat, QQ, y también los navegadores. Además, le pedí a los practicantes que restablecieran mi celular, dejando solo algunas aplicaciones necesarias.

Desde entonces, cuando envío pensamientos rectos, mis palmas no sudan. Cuando estudio el Fa, no me siento adormecido. Cuando hago los ejercicios, mi espalda está siempre derecha.

Ahora, siempre recuerdo lo que dijo Shifu:

“Sin embargo, no importa cuan difícil es, tú has venido por este asunto. No importa cuán difícil es, tu vida fue forjada por este asunto” (Explicando el Fa en Washington D.C. 2018).