(Minghui.org) Los 27 miembros de la familia de mi suegra comenzaron a practicar Falun Dafa en 1997. Lamentablemente, no comencé a practicar hasta veinte años después.

En la reunión familiar del Festival del Barco del Dragón de este año, pedí perdón sinceramente a cada miembro de la familia a quien hubiera lastimado. Pedí perdón uno por uno, comenzando con mi suegra. Casi todos derramaron lágrimas. Antes nunca vi una escena como esta.

Como me había dado cuenta de mis malos actos a lo largo de los años, mis disculpas venían del corazón. Mis familiares percibieron mi sinceridad y sus lágrimas expresaron su comprensión y perdón por el daño que había causado por mi egoísmo y sentimentalismo.

Desde ese día, el ambiente familiar cambió. Era como "la luz del Fo ilumina todo". Dafa realmente puede ayudar a que los corazones de las personas se vuelvan buenos y hacer que las relaciones familiares se vuelvan armoniosas.

En el pasado no seguí las enseñanzas del Fa del Maestro ni cultivé mi carácter. Pensé que yo estaría bien siempre que leyera el Fa, hiciera los ejercicios e hiciera las "tres cosas". Incluso pensé que me había cultivado mejor que mis hermanos.

Cuando terminaba de leer el Fa y guardaba el libro, hacía lo que quería. No solo no me deshacía de mis apegos, sino que agregué otros nuevos. Viví con gente común y fui influenciada por ellos; Me dediqué a dirigir mi negocio, agotándome física y mentalmente.

El 28 de abril de este año, sentí que me estaba asfixiando y no podía respirar. Le pedí al Maestro su ayuda. Los compañeros practicantes y miembros de la familia enviaron pensamientos rectos por mí y compartieron sus entendimientos del Fa.

Lo hicimos por algunas noches, pero mi situación no mejoró. Fui llevada de urgencia al hospital el 4 de mayo, pero todos los resultados de los exámenes médicos eran normales. Aun así, estuve hospitalizada durante unos días para ser observada. Los médicos no encontraron nada malo en mí y sospecharon que estaba deprimida debido a conflictos familiares.

Tras mi regreso a casa, me di cuenta de que mi única esperanza era estudiar el Fa y mirar hacia adentro. Nunca había mirado hacia adentro durante mis muchos años de cultivación, y no sabía cómo hacerlo. Mi familia y mis compañeros practicantes me ayudaron a encontrar muchos de mis apegos. Dado que no había estudiado el Fa sólidamente, en realidad no tenía un entendimiento claro de mi fe en Shifu y en Dafa. Sabía que Shifu ya había purificado mi cuerpo, porque no había estado enferma durante veinte años, y aún así, continúe comprando un seguro médico.

De igual forma, abrí un negocio que vendía camas para mejorar la salud. El negocio fue bueno. Algunos clientes sabían que no habíamos estado enfermos durante muchos años y pensaron que me había beneficiado al usar una cama para la salud.

Para ganar dinero, dejaba que otros pensaran de esa manera, en lugar de decirles que Falun Dafa y el Maestro, son quienes purificaron mi cuerpo. Este acto fue el de robar del Fa. Una practicante nunca debería hacer eso. Después de encontrar estos apegos, la sensación de ahogo pareció disminuir.

Después busqué otros apegos. Cuando no pude encontrar ninguno, le rogué al Maestro que me diera una pista. Shifu me ayudó a iluminarme al hecho de que tenía el apego de la envidia. Mi esposo también me recordó cómo culpé a mi suegra por tomar mis cosas y dárselas a otros, y cómo había herido sus sentimientos varias veces por cosas triviales.

Una vez fui destituida y mi hijo se perdió. Mi cuñado ayudó a encontrarlo, pero no estaba agradecida con él, sino que fui grosera. Cinco personas de nuestra familia fueron arrestadas y condenadas por practicar Falun Dafa. Mientras la familia sufría, no tuve una actitud positiva, sino que les di una preocupación más.

Muchos años después, abrí la tienda. Mi hermana menor vino a ayudarme a vender productos después de ser liberada de la prisión. Lo hacía bien, pero yo solo me quejaba, lo que la hizo renunciar al trabajo.

Mi esposo me ayudó a encontrar mis apegos, especialmente el de la envidia. Y una vez que había visto estos apegos en mí, decidí deshacerme de ellos.

Finalmente, me di cuenta de que la raíz de mis apegos estaba relacionada con mi negocio, lo que fortalecía mi apego a la ganancia personal. Consideraba el negocio como parte de mi vida. Era muy difícil deshacerme de él, pero decidí prometer frente al retrato del Maestro cerrar la tienda, pues la familia tenía suficientes recursos para vivir.

Cuando el nuevo dueño vino a tomar el control de la tienda, mi corazón estaba pesado. Llevaba más de diez años dirigiendo esta tienda. Los compañeros practicantes me recordaron que mis apegos a los intereses personales y al sentimentalismo eran un obstáculo del que no quería deshacerme.

Comprendí que el apego es también una vida, y que le había permitido tener poder. A través de la cultivación entendí más principios del Fa, y cuando solté los apegos, me sentí más en paz.

Sin embargo, en la noche del 4 de julio, la sensación de asfixia se hizo más severa. Sentí que estaba cubierta por algo y que no tenía fuerzas en absoluto. Pensé: “Esta es la persecución de las viejas fuerzas. ¿Cuáles son los demás apegos que no he soltado?".

Me di cuenta de que había otro apego oculto en mi corazón, del que no me atreví a hablar. No quería preocupar a mi esposo, pero ahora tenía que exponerlo por completo.

Le había prestado a alguien 500.000 yuanes sin decirle a mi esposo, y el dinero nunca fue devuelto. Había tenido miedo de decírselo, pero ahora confesé.

Mi esposo dijo que él ya lo sabía, y el resto de mi familia también. Era solo que nadie lo había mencionado nunca. Estaba muy avergonzada y me sentía culpable. Había prestado el dinero por interés personal. La tolerancia que mi familia mostró me permitió soltar este apego que había estado oculto en mi corazón durante mucho tiempo.

Tal vez mi determinación de deshacerme de todos mis apegos despertó la locura del mal, y una vez más experimenté la sensación de asfixia.

Mi suegra y mi esposo estaban a mi lado. El tercer ojo de mi suegra está abierto. Ella vio que una red roja brillante estaba a punto de cubrirme. Ella envió pensamientos rectos con mi esposo. Pero la red era fuerte y los agujeros rasgados por los pensamientos rectos de mi suegra eran reparados rápidamente. Mi suegra pidió la ayuda del Maestro. Pronto, la red se rompió y desapareció, y ya no me estaba asfixiando.

El mal vino a mí otra vez de manera diferente: formó una especie de cerca de alambre de púas que me rodeaba. En ese instante llegué a estar impotente. Sentí que el alambre de púas estaba compuesto por el espíritu maligno del PCCh. Mi suegra envió pensamientos rectos y gritó en su mente: “¡Elimínalo! ¡Elimínalo! ¡El Fa rectifica el cosmos, el mal es totalmente eliminado! ¡El Fa rectifica Cielo y Tierra, retribución inmediata en esta vida!”. Ella seguía enviando pensamientos rectos.

El alambre de púas me impedía hablar. Le supliqué a Shifu con un fuerte pensamiento: "No importa si firmé un contrato con las viejas fuerzas o no, lo niego todo".

Con el fortalecimiento del Maestro, el mal finalmente colapsó y desapareció. Shifu me salvó y al final pasé esta prueba masiva.

Toda la tribulación duró unos tres meses, lo que me hizo darme cuenta de la seriedad de la cultivación. Ahora sé que solo tratando al Fa con seriedad, puedo ser discípula del Maestro.

Creer en Shifu y en el Fa es fundamental para derrotar todo mal. Fue con este poder que logré soltar todo y me disculpé con los familiares que había herido. El poder del Fa es enorme y puede transformar cualquier cosa.

Estoy sinceramente agradecida por las grandes bendiciones de Shifu, agradecida por la tolerancia y comprensión de mis parientes, y agradecida por la ayuda de los compañeros practicantes.

¡Espero que los practicantes que aún no se hayan cultivado verdaderamente, puedan aprender una lección de mi experiencia, comenzar la verdadera cultivación lo antes posible, dejar todos los apegos y estudiar el Fa, mirar hacia adentro y convertirse en un verdadero discípulo del Maestro.