(Minghui.org) Un ingeniero de 77 años que ha experimentado 19 años de persecución severa por defender su creencia en Falun Gong, una disciplina espiritual de la Escuela Buda perseguida por el régimen comunista chino, afronta otro proceso judicial y presumible encarcelamiento. Repetidos arrestos, detenciones y torturas han conducido a este septuagenario a un estado de salud gravemente comprometido.
El Sr. Cao Hongru vive en el distrito Changning de Shanghái. El 4 de diciembre de 2017 tuvo lugar su último arresto ilegal mientras entregaba calendarios de escritorio que contenía información sobre Falun Gong a sus vecinos.
Se declaró en huelga de hambre mientras permanecía internado en el centro de detención del distrito de Changning. Acto seguido la policía lo alimentó salvajemente empleando la fuerza. El 25 de diciembre de 2017, salió bajo libertad condicional por motivos médicos.
El 5 de marzo de 2018, enviaron su expediente judicial a la fiscalía del distrito de Changning y posteriormente, el 20 de abril, lo trasladaron al tribunal de distrito de Fengxian en Shanghái.
Desde finales de mayo, su salud se ha deteriorado.
Ingeniero ejemplar
Cao Hongru era una estrella en ascenso, elegido para incorporarse en la Shanghai Textile Bearing Factory tras su graduación, donde trabajó mucho hasta alcanzar grandes éxitos en varios proyectos técnicos y de innovación. Recibió el premio de trabajador modelo en la industria textil durante 5 años consecutivos siendo uno de los primeros ingenieros reconocidos por el consejo de estado de la industria textil después de la revolución cultural.
Él y otros dos colegas fueron enviados a América del Sur en 1989 para establecer una fábrica de prendas de vestir que se confeccionarían con materias primas chinas para ser exportadas a los Estados Unidos. Después de la investigación de mercado, decidieron establecer la central de operación para la fabricación en Costa Rica.
Como trabajaba día y noche, la pesada carga de trabajo le pasó factura. Desarrolló muchas enfermedades y tuvo que regresar a China para recibir tratamiento.
El tratamiento médico no le ayudaba, por lo que en noviembre de 1995, empezó a practicar Falun Gong. A las pocas semanas de practicar, todas sus enfermedades (una úlcera gástrica, hiperplasia espinal, una úlcera recurrente en la boca, insomnio crónico y reumatismo) desaparecieron sin dejar rastro.
Siguió los principios de Falun Gong de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en su vida diaria. Se convirtió en alguien muy respetado tanto en el trabajo como en su comunidad local. Changning TV incluso lo entrevistó para promover sus acciones ejemplares y sus buenas cualidades.
“No puedo traicionar mi creencia en Falun Dafa”
El régimen comunista chino, encabezado por el entonces líder Jiang Zemin, lanzó una persecución a nivel nacional contra Falun Gong, el 20 de julio de 1999. Su pacífica vida se puso completamente “patas arriba”.
El día después de que comenzara la persecución, él y otros practicantes se presentaron en la oficina de apelaciones municipales de Shanghái para pedir pacíficamente por Falun Gong, pero fueron atacados y dispersados por la policía. Lo condujeron a su casa en una camioneta de la policía e intentaron obligarlo a firmar una declaración para renunciar a Falun Gong, amenazándolo con detenerlo si no lo hacía.
Temiendo por su seguridad, sus supervisores y su yerno se arrodillaron ante él para suplicarle que firmara la declaración. Los consoló diciéndoles: “No puedo traicionar mi creencia, ni a mi Maestro, que me ha dado una segunda vida”. Ese día la policía siguió acosándole a él y a su familia hasta la 1:00 a. m.
En agosto de 1999, viajó a Beijing por su cuenta. Conoció a otros 2 jóvenes practicantes en el tren. Los 3 desplegaron una pancarta con las palabras “Falun Dafa es bueno” en la Plaza Tiananmen. En seguida, la policía los arrestó ilegalmente y los golpeó.
Los encerraron en un centro de detención durante varios días; hasta que la policía local lo trasladó a Shanghái. Ahí, lo traslaron a una comisaría, donde el jefe trató de obligarlo a escribir una declaración de garantías renunciando a Falun Gong, a lo cual se negó.
A medianoche, lo transfirieron al centro de detención del distrito de Changning donde lo torturaron: Primero lo suspendieron en el aire en mitad de la oscuridad, y luego lo encadenaron a la pared desde las 1:00 a. m. hasta las 3:00 4:00 p. m.
Estuvo detenido durante 30 días sin cargos antes de ser finalmente liberado.
Perseguido constantemente
El 17 de octubre de 2000, nuevamente fue ilegalmente arrestado mientras repartía material de aclaración de la verdad a las personas. Fue enviado al centro de detención del distrito de Minxing; allí fue privado de sueño y obligado a permanecer de pie durante largas horas de interrogatorio. Si se movía mientras lo interrogaban, incluso levemente, la policía lo golpeaba y pateaba.
Un mes después, la policía le internó en el hospital psiquiátrico general de Shanghái para propinarle más maltrato. En las instalaciones, lo obligaron a tomar medicamentos que dañan el sistema nervioso central. Cuando se negó, los perpetradores instruyeron a pacientes mentales para que lo ataran, y luego le inyectaron medicamentos desconocidos. Se quedó extremadamente débil y tuvo que permanecer acostado durante todo un día.
Su esposa le pidió al jefe del hospital que lo dejara en libertad, pero le dijeron que “a su esposo nunca se le permitirá ir a su casa sin permiso del departamento de policía”.
Una doctora en jefe escribió en su historial clínico: “Este paciente nunca abandonará la práctica de Falun Gong”. Aunque sabía claramente que estaba física y mentalmente sano, siguió administrándole medicamentos que lesionaban su sistema nervioso.
Cuando su hermana mayor se enteró de su situación, fue a la oficina del jefe del hospital. “Mi hermano es una persona sana”, dijo. “Nunca te perdonaré si le provocas un trastorno mental. Mis 3 hijos están trabajando en compañías extranjeras, y si algo le sucede a mi hermano, haré que expongan tu sucia conducta a todo el mundo”.
Después de esa reunión, el hospital redujo la administración de medicamentos al Sr. Cao.
Su hermana también expuso la persecución de su hermano dentro del vecindario local y en una asamblea del personal de la oficina 610. Animó a la esposa de su hermano a hablar sobre cómo los instigadores de la oficina 610 la amenazaron y la obligaron a firmar una declaración renunciando a Falun Gong.
La oficina 610 estaba furiosa e intentó incriminarla y fabricar cargos en su contra. Pero tuvieron que marcharse finalmente con las manos vacías ya que era muy respetada tanto en el trabajo como en la comunidad local.
El Sr. Cao continuó siendo vejado en el hospital. Un día, lo obligaron a tragar un líquido blanco pegajoso. Poco después, sintió incomodidad por todo su cuerpo y era incapaz de levantarse de la cama. Cuando su hermana fue a visitarlo por la tarde, lo encontró en un sueño letárgico y con una temperatura corporal muy alta.
despertó a su hermano y este le contó lo que le había sucedido. Corrió hasta la oficina del jefe del hospital y le advirtió con severidad: “Nunca te dejaré salirte con la tuya, lo pagarás caro si mi hermano muere. ¡Debes administrarle tratamiento de emergencia inmediatamente!”.
Temiendo que se le hiciera responsable de aquello, el hospital envió médicos para salvarle la vida. Pasó mucho tiempo antes de que consiguieran estabilizarlo y ponerlo a salvo, fuera de todo peligro.
Gracias a los esfuerzos decididos de su hermana, en abril de 2001, le dieron de alta permitiéndole regresar a su hogar.
Más tarde, ese mismo año, lo arrestaron 2 veces ilegalmente en un centro de lavado de cerebro, donde lo obligaron a ver programas de televisión que difamaban a Falun Gong, y luego le ordenaron que escribiera sus sentimientos. Cuando se negó a hacerlo, lo obligaron a permanecer inmóvil hasta la medianoche. A menudo lo llamaban a la oficina para torturarlo, golpeándolo en la cabeza y en el pecho.
Torturado en la prisión de Tilanqiao
En 2004, nuevamente lo arrestaron ilegalmente por distribuir materiales de aclaración de la verdad. Más tarde, lo sentenciaron a 3 años en la prisión de Tilanqiao.
Después de sufrir graves castigos corporales, se declaró en huelga de hambre en señal de protesta. Los guardias lo alimentaron violentamente introduciéndole un tubo por las fosas nasales, provocando que a menudo vomitara sangre. La dura prueba continuó durante 3 meses.
Dejó la huelga de hambre cuando Ma Da, jefe de la división, aceptó sus peticiones de dejar de obligarle a escribir una “confesión” de arrepentimiento y de perseguir a los practicantes de Dafa bajo su jurisdicción. En 2007, lo liberaron.
Sin embargo, la persecución continuó. El 27 de marzo de 2010, lo arrestaron nuevamente mientras distribuía CD´s de aclaración de la verdad. Wang Jue, de la oficina local 610 y sus hombres, saquearon su casa y lo torturaron, causándole graves lesiones en la pierna. Esta vez fue condenado a 4 años de prisión y nuevamente enviado a la prisión de Tilanqiao.
Continuó sufriendo persecución severa y fue encerrado en una celda con un criminal mentalmente desequilibrado en lo que se llamó una “zona estrictamente controlada”.
Se vio privado de las exiguas asignaciones disponibles para otros reclusos, destinadas a la compra de alimentos o a cubrir las necesidades diarias, asearse o lavar la ropa fuera de sus celdas
Lo forzaban a sentarse sobre un objeto pequeño con una superficie irregular todo el día. En una ocasión, cuando ya no pudo soportar el dolor y se puso de pie, los presos asignados para vigilarlo le propinaron puñetazos y patadas violentamente. Acto seguido, lo forzaban a sentarse de esta manera por más de 10 horas todos los días. Sus nalgas desarrollaron llagas, se infectaron y se llenaron de pus y sangre, causándole dolores y sufrimientos insoportables.
Por la noche, se vio obligado a dormir cerca de la puerta de hierro de la celda para poder ser controlado por una cámara de vigilancia. A los reclusos se les ordenó turnarse para patearle la cabeza cada 15 minutos con el propósito de no dejarlo dormir.
No se le permitía ducharse ni cortarse el pelo. Su cuerpo olía mal y su pelo y barba lucían largos y descuidados.
Después de 3 meses de tal persecución, se debilitó mucho. No podía mantenerse firme y sus brazos temblaban involuntariamente. Fue diagnosticado con infarto lacunar, hipertensión grado 3 y Parkinson en su brazo derecho superior.
Temerosos de que muriera en prisión, las autoridades de la prisión llamaron a su familia para que se lo llevaran a casa bajo libertad condicional médica. Regresó a casa el 26 de marzo de 2014.
La última prueba
El 4 de diciembre de 2017, la policía de la subdivisión de Changning lo volvió a secuestrar mientras distribuía calendarios de escritorio con información de Falun Gong a sus vecinos. El 25 de diciembre, fue puesto en libertad condicional por razones médicas después de declararse en huelga de hambre y ser sometido a una brutal alimentación forzada. Su expediente ha sido entregado al tribunal de distrito de Shanghái Fengxian, y el anciano de 77 años será procesado nuevamente.
Desde el 31 de mayo de 2018, ha desarrollado graves problemas de salud. Vomitó y tuvo diarrea y no pudo comer ni beber durante 4 días. También se volvió incontinente. Su peso bajó de 73 kg (161 lbs) a 66 kg (145 lbs). Fue diagnosticado con ganglios basales bilaterales, lesiones lacunares asociadas con atrofia cerebral, calcificación del cerebelo, así como insuficiencia renal.
Al día de hoy, tiene dificultades para caminar y no puede recordar cómo regresar a casa cuando sale. Sufre continuos dolores de cabeza que lo hacen permanecer postrado en la cama todos los días.
Hacemos un llamado a la comunidad mundial para que presten atención a su situación y ayuden a detener la persecución en curso contra practicantes de Falun Gong inocentes perpetrada por el régimen comunista chino.
Lista parcial de participantes en la persecución:
Comisaría de Xinhualu: + 86-23030008, + 86-23020013.
Jefe de la comisaría: + 86-15601991082.
Zhuo Yun, agente del caso: + 86-13061996462.
Subdivisión de policía de Changning: + 86-20-162906290, + 86-02-123039000.
Procuraduría del distrito de Shanghai Changning: +86 02-162081100, + 86-02-162521100.
Tribunal de distrito de Shanghái Fengxian.
Chen Shilong (陈士龙), juez presidente: +86-02-37190666, ext 26051.
ShengChen (盛晨), secretario: +86-02-37190666, ext 26013, +86-18001682371 (celular).
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Categoría: Hechos de la persecución