(Minghui.org) Soy un practicante de Falun Dafa del norte de California, caucásico y tengo 15 años de edad. Mi madre comenzó a practicar Dafa cuando yo tenía 3 años. 

He practicado sinceramente Falun Dafa durante más de un año y he experimentado grandes cambios en mi perspectiva mental. Nací con muy mal temperamento y solía enojarme mucho cuando las cosas no salían como yo quería. Mediante el estudio del Fa he aprendido a controlarme cuando comienzo a sentir enojo y miro dentro de mí para ver mis defectos cuando encuentro conflictos. Deseo tratar a todos en mi vida con amabilidad y paciencia. Aunque todavía tengo mucho trabajo por hacer en este sentido, mi mente ya está mucho más tranquila y pacífica de lo que era anteriormente.

Mientras crecía, la mayoría de mis familiares eran cristianos, así que tenía un fuerte apego al cristianismo. Con el estudio del Fa, me he dado cuenta que en el período final del último estrago, estas religiones ya no son puras. Dafa es realmente la única tierra pura que queda en este mundo fangoso.

He experimentado muchos cambios en mi corto tiempo en el que realmente me estoy cultivando. Por ejemplo: descubrí que ya no quiero escuchar las canciones modernas que antes me gustaban. Solo me gusta escuchar música clásica y muy viejas canciones de country y folk.

El Maestro dijo:

“En realidad, todavía en ese entonces, cuando los humanos estaban en las décadas del 50 y del 60, los humanos eran comparativamente más simples, más benevolentes. Las viejas fuerzas vieron que con este estado humano era demasiado fácil obtener el Fa, el pensamiento bondadoso era demasiado fuerte en la sociedad, por eso crearon muchas conciencias modernas, artes y teorías académicas modernas, todas las áreas están llenas de cosas modernas negativas, al final hicieron que este elemento negativo ocupase el mundo entero” (25 años de la Gran Difusión de Dafa: Explicando el Fa en Nueva York).

Al leer eso, me ayudó a entender por qué no puedo escuchar más la música moderna; por qué siento repulsión ahora. Es porque eso está lleno de cosas negativas y malas. Me di cuenta de lo importante que es llenarnos de lo que es bueno y hermoso.

Mi tía y sus dos hijos viven con mi familia. Mi primo de diez años es una gran prueba para mí, ya que siempre parece hacer justo las cosas que me hacen enojar.

Cuando se mudaron por primera vez a casa en junio del 2016, a menudo montaba en bicicleta con él. Gracias a Dafa, me volví mucho más paciente con él y no dejé que me enfadara más. Aprendí a mirar hacia dentro y hallar mis propios apegos a los que necesito renunciar cuando me siento enojado. Sé que debo hacerlo mejor, sin embargo, hay momentos en los que no puedo controlar mi temperamento y voy y discuto con él. Quiero agradecerle al Maestro Li, Fundador de Falun Dafa, por enviarlo a vivir conmigo y así poder mejorar mi xinxing rápidamente.

Soy una persona muy competitiva. Quiero ser el mejor en todo lo que hago. Cada juego que participo, quiero ganar. Si pierdo, me enojo fuertemente. Falun Dafa me ayuda a perder el deseo de ganar siempre, y sigo el curso natural. La mentalidad competitiva es definitivamente uno de mis grandes obstáculos en mi cultivación, y estoy trabajando duramente en lograr dejarla. Cuando siento que el apego de competencia renace, me pregunto, ¿Estaría un ser celestial apegado a golpear a una persona común en un juego?”. Eso siempre me ayuda a poner las cosas en perspectiva y me permite soltar el apego de ganar.

Fui afortunado de poder ver al Maestro Li en el Fahui de San Francisco de 2014. No soy de ninguna manera una persona emocional, pero cuando Shifu se fue, comencé a llorar y no pude parar. No podría explicar por qué estaba llorando. Me sobrecogió un sentimiento abrumador de gratitud y un deseo de irme a casa al Cielo.

Mientras me siento relativamente como un nuevo practicante, mi entendimiento del Fa esta siempre profundizándose. Como practicantes de Dafa, es nuestro deber difundir la luz y la bondad al mundo, hablarles a las personas sobre Falun Dafa y la persecución, al tiempo que abrazamos la cultura tradicional de nuestras etnias, que nos fue dada por Dioses.

Al abrazar Verdad, Benevolencia y Tolerancia, y al hacer las tres cosas bien, podemos ayudar a rehacer a la humanidad mientras asciende al Cielo.

Mi agradecimiento a Shifu no tiene límites y no se puede medir con palabras. Juro continuar la cultivación diligentemente hasta el final.

¡Gracias Maestro!