(Minghui.org) A pesar de tener dos costillas fracturadas, todavía tenía fuerza para cargar a su hermana mayor sobre su espalda. Nueve años de prisión por su fe no cambiaron su personalidad optimista. A pesar de que no tenía ni un céntimo, simplemente empezó de nuevo. En su diccionario, no existía la palabra "estar deprimido".

Lo que habitualmente decía era que un practicante de Falun Gong no tiene miedo, incluso cuando se enfrenta a una tribulación de vida o muerte. Su vida es un deslumbrante testimonio de Falun Gong y su nombre es Sr. Jing Yu.

Las tribulaciones de una familia clasificada como "Cinco Negros”

La madre del Sr. Jing Yu era la hija de un empresario, lo que según el partido comunista la convertía en miembro de las "cinco categorías negras" (clasificadas como terratenientes, agricultores ricos, contrarrevolucionarios, malas influencias y derechistas durante la revolución cultural) por lo tanto se la consideraba enemiga de la revolución cultural china.

Desde que el partido comunista (PCCh) gobernó China, durante cada movimiento político el estatus social de su familia se redujo y trajo una interminable persecución para la madre de Jing Yu.

Cuando el Sr. Jing era un adolescente, su padre falleció de una enfermedad cardíaca. Debido a las dificultades que su madre tuvo que enfrentar en su vida la dejaron con una variedad de enfermedades, tales como inflamación de los riñones y la vesícula biliar, hepatitis, diabetes y reumatismo entre otras.

Manteniendo la fe inquebrantable en Falun Gong

Las dos hermanas mayores del Sr. Jing, que practicaban Falun Gong, le presentaron esta práctica de cultivación a su madre. Como ella tenía problemas de visión, encontraron una copia de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Gong, con palabras en letras más grandes.

La primera vez que su madre leyó Zhuan Falun, sus lágrimas fluyeron, y sintió que había encontrado a un ser querido. Lo que leyó tocó su corazón, y no dudó en practicar Falun Gong. En un año todas sus enfermedades habían desaparecido.

Ella escribió: "Después de practicar Falun Gong, recuperé la buena salud. Al cultivarme en Falun Gong, empecé a experimentar la felicidad y a estar más enérgica".

El Sr. Jing se sintió feliz y agradecido por la buena salud de su madre. Aunque pensó que esta práctica era bastante buena, sintió que debía ganar dinero para su familia.

Poco después, Falun Gong fue prohibido por el PCCh en 1999. La madre del Sr. Jing y su segunda hermana mayor, la Sra. Jing Cai, fueron a Beijing para apelar pacíficamente por el derecho a practicar Falun Gong.

Su madre escribió en su carta de apelación: "Una práctica tan buena fue prohibida. No puedo entenderlo. Un regalo caído del Cielo que enseña a las personas a ser amables y ayuda a recobrar la salud sin pedir nada a cambio. ¿Por qué el gobierno no nos permite practicarlo?".

Encarcelamiento y tortura

La madre y sus hijas fueron a la oficina de apelaciones de Beijing para pedir por su derecho a practicar Falun Gong. Fueron arrestadas y detenidas en un motel. Después, la madre y una hija fueron llevadas a la ciudad de Shenyang y encarceladas en el campo de trabajo forzado de Shenyang Longshan. La Sra. Jing Tian fue llevada al campo de trabajo forzado en Shijiazhuang.

Todos los practicantes en el campo comenzaron a practicar los ejercicios de Falun Gong dentro de las celdas de la prisión. Los sacaron de sus celdas y los electrocutaron con picanas eléctricas. Los labios de su madre de más de 60 años estaban hinchados hasta casi tocar con la nariz. La Sra. Jing Cai estaba conmocionada y tuvo sus brazos esposados detrás de su espalda mientras electrocutaban a su madre.

La madre y la hija fueron liberadas en mayo de 2000. Sin embargo se les ordenó pagar un total de 7.200 yuanes por sus gastos de manutención en el campamento. Finalmente los practicantes consiguieron reunir el dinero y se llevaron a la madre y a su hermana a casa.

La Sra. Jing Tian es llevada a un campo de trabajo forzado

La Sra. Jing Tian tuvo una enfermedad cardíaca congénita desde la infancia y se recuperó después de practicar Falun Gong. Ella no pudo ir a presentar la petición a Beijing por razones de negocios. Después de enterarse del arresto de su madre y su hermana, comprendió que era inútil visitar la oficina de apelaciones. Sin embargo, también decidió ir a Beijing, y junto con varios practicantes que conoció a su llegada a Beijing fueron a la Plaza de Tiananmen para decirle a la gente que Falun Gong es bueno.

Los practicantes desplegaron una pancarta de cinco metros de largo que decía: "Los practicantes de Falun Gong de Shenyang vinieron a Beijing a apelar". La policía arrestó a todos los practicantes con la excepción de ella porque pensaban que era una turista.

En lugar de marcharse, le dijo a la policía: "Yo los traje aquí, así que soy responsable". Fue arrestada y llevada a un campo de trabajo forzado en la ciudad de Shijiazhuang. Debido a que los practicantes estaban siendo cruelmente torturados, comenzó una huelga de hambre.

El Sr. Jing Yu es torturado

El Sr. Jing pensó: "¿Por qué es tan malvada esta sociedad? Mi madre y mis hermanas son personas amables y honestas, entonces, ¿por qué el gobierno las tortura? Falun Gong enseña Verdad, Benevolencia y Tolerancia. ¿Por qué no permiten la práctica?".

Por lo que decidió comenzar a leer seriamente Zhuan Falun para comprender por qué su madre y su hermana se mantuvieron firmes, incluso cuando enfrentaban el arresto y la brutalidad. Después de leer Zhuan Falun, decidió practicar Falun Gong.

En 2001, la policía local engañó a la familia exigiendo que acudieran a la comisaría para hablar. Sin embargo, solo la madre y la hermana mayor fueron a la comisaria siendo ambas arrestadas a su llegada y llevadas al campo de trabajo forzado de Longshan en Shenyang.

Zhang Jiaying junto con otros policías de la comisaría de Huanghai, en el distrito de Yuhong, de la ciudad de Shenyang, irrumpieron en la casa del Sr. Jing, la saquearon y encontraron un artículo de experiencia de cultivación para compartir del Sr. Jing Yu, en el que comparaba a Jiang Zemin (exlíder del PCCh) con un fascista.

Lo llevaron a la comisaría y lo torturaron durante dos días y dos noches, exigiéndole que proporcionara el paradero de su segunda hermana mayor. Trataron de electrocutarlo con picanas eléctricas, pero las baterías estaban agotadas.

Entonces Zhang Jiaying golpeó salvajemente al Sr. Jing y le rompió dos costillas. A continuación, utilizaron una barra de madera para presionar sus piernas. Dos policías pisaron cada lado de la tabla. El Sr. Jing no les dijo el paradero de su hermana.

En ese momento el jefe de policía le dijo: "Está bien que no nos quieras decir el paradero de tu hermana. Pero puedes darnos información sobre otros practicantes de Falun Gong". Él solo sonrió y no dijo nada.

El jefe de policía trasladó al Sr. Jing a un centro de detención y redactó un informe sobre su detención: "Jing Yu estaba en estrecha colaboración con los practicantes de Falun Gong en casa. También escribió cartas de Falun Gong oponiéndose al partido y llamando fascista a Jiang Zemin".

Sin embargo, unos días después, el Sr. Jing Yu fue puesto en libertad. Tan pronto como llegó a casa, recibió una llamada de la comisaría preguntándole qué estaba haciendo. Se dio cuenta de que la policía lo liberó con la esperanza de que los llevara hasta su segunda hermana mayor y a otros practicantes.

Clarificando la verdad

La hermana mayor del Sr. Jing, la Sra. Jing Tian, se declaró en huelga de hambre para protestar por su arresto injustificado. Su salud se deterioró peligrosamente y el hospital de seguridad pública tenía miedo de asumir la responsabilidad, por lo que notificaron a su familia para que la llevaran en libertad bajo fianza.

El Sr. Jing fue al hospital y le explicó: "Mi madre está detenida en un campo de trabajo forzado, mi segunda hermana acaba de salir de otro campo de trabajo forzado y he perdido el contacto con ella y yo acabo de ser liberado de un centro de detención". El hospital dio de alta a su hermana.

Jing Yu viendo a su hermana tendida en la cama, le dijo volvamos a casa. Poniendo a su hermana en la parte posterior, salieron del hospital. Un día después, la Sra. Jing Tian recibió una llamada de la corte para verificar su situación. Se dieron cuenta de que las autoridades querían arrestarla de nuevo, así que se fueron de su casa.

Se reunieron con su hermana, la Sra. Jiang Cai, y con otros practicantes. Dado el control que Jiang Zemin tenía sobre el gobierno y las autoridades para perseguir a los practicantes, acordaron imprimir materiales que aclaración de la verdad sobre Falun Gong y DVD para distribuirlos al público. Produjeron y distribuyeron materiales de Falun Gong durante más de un año.

La policía no pudo encontrar el local donde se producían los materiales de Falun Gong, así que ordenó a los comerciantes, centros de informática y taxistas de la ciudad de Shenyang que reportaran a cualquiera que comprara materiales para imprimir. Ofrecieron una recompensa de 500 yuanes. El Sr. Jing Yu y su equipo fueron reportados por un taxista.

A la mañana siguiente la policía se apresuró a entrar en su casa cuando abrieron la puerta. Confiscaron muchos folletos y DVD de Falun Gong. A continuación, la policía los llevó esposados a través de un mercado y los cubrió con una toalla para llegar al coche policial.

Cuando llegaron al mercado Jing Cai y Jing Tian se quitaron las toallas y comenzaron a gritar: "Falun Dafa es bueno". En este momento Jing Yu y otro practicante también comenzaron a gritar “Falun Dafa en Bueno”. La gente los rodeaba. El policía se apresuró a tapar sus bocas. Un anciano que presenció el altercado contra la Sra. Jing Tian y la Sra. Jing Cai cuando fueron empujadas al interior de la camioneta de policía, mostró su disconformidad golpeando la puerta del vehículo con su puño.

La fuerte voluntad de una madre

La madre se negó a renunciar a su fe cuando estuvo detenida en un centro de lavado de cerebro, por lo que fue transferida al campo de trabajo forzado de Longshan, donde fue brutalmente torturada.

La electrocutaron con picanas eléctricas. Un guardia de prisión usó un peine para golpear su cara y la pateó. A pesar de mostrar signos de diabetes y trombosis cerebral, seguía siendo torturada. Quedó paralizada de medio cuerpo, también perdió la vista en un ojo y apenas podía ver por el otro. Cuando su salud se deterioró aún más, el campo de trabajo forzado no quiso asumir la responsabilidad y la liberó.

A su regreso a casa, lo encontró todo desordenado, ya que la policía la había saqueado. Los practicantes y vecinos la ayudaron tanto como les fue posible, pero nadie sabía nada acerca de sus hijos.

Se recuperó después de practicar los ejercicios de Falun Gong. Para ganarse la vida lavaba la ropa y cocinaba en los hogares de otras personas. Ganaba 300 yuanes al mes. Ahorró cada céntimo que pudo al no usar la calefacción en invierno y comer solo encurtidos caseros y cereales ordinarios durante todo el año. De esta manera, podía llevar ropa y comida a sus hijos detenidos.

A pesar de que la policía siguió acosándola, ella permaneció amable y compasiva y les dijo que serían castigados si continuaban haciendo el mal. Les aclaró la verdad sobre Falun Gong, explicándoles las razones por las que debían renunciar al PCCh y a su organización juvenil. Muchos policías abandonaron el partido y se negaron a participar en la persecución.

Condenados a penas de prisión

El Sr. Jing Yu y sus dos hermanas habían iniciado una huelga de hambre. Después de que fueran sentenciados a 13 años de prisión, cada una de las hermanas y el Sr. Jing a 10 años de prisión. Todos los demás practicantes involucrados en este caso fueron condenados a más de 10 años de prisión cada uno.

Los compañeros practicantes no se atrevieron a notificárselo a la madre del Sr. Jing para que no asistiera al juicio, pero finalmente supo el veredicto. Con la ayuda de otros practicantes, visitaba a sus hijos en prisión periódicamente.

Reportando las condiciones de la prisión

El Sr. Jing Yu fue llevado a la prisión de Huazi en la ciudad de Liaoyang. Como consecuencia de haber sido golpeado por la policía, sus costillas rotas se insertaron en su pulmón, y a menudo escupía sangre. Así que fue retenido en la unidad de prisioneros enfermos. Cada practicante de Falun Gong en esa prisión era monitoreado por ocho reclusos.

El Sr. Jing tenía previsto informar a los practicantes en el exterior sobre las condiciones de la prisión. Se dio cuenta de que algunos reclusos tenían teléfonos móviles y hacían llamadas con frecuencia a personas fuera de la prisión. Le dijeron que él también podía comprar un teléfono móvil, y lo hizo después de ahorrar algo de dinero.

Durante una revisión los guardias descubrieron el teléfono y lo interrogaron. Sin embargo, no les dijo cómo lo consiguió. Después de algunas idas y venidas, los guardias decidieron dejarlo pasar y no reportarlo a su supervisor.

Recibiendo y enviando información durante muchos años

El Sr. Jing Yu pudo conseguir otro teléfono móvil, que compartió con otros practicantes encarcelados. De este modo, pudieron informar al sitio web de Minghui sobre lo que estaba ocurriendo dentro de la prisión. Estos practicantes encontraron formas ingeniosas de ocultar el teléfono móvil durante muchos años, a pesar de ser monitoreados por muchos reclusos.

Debido a que el Sr. Jing tenía una buena relación con los prisioneros en su celda, pudo cargar la batería el teléfono móvil.

Tener este teléfono móvil ayudó a recibir información del exterior y proporcionar información al exterior. Los familiares de los compañeros practicantes también cooperaron para pasar dentro de la prisión los nuevos artículos del Maestro Li (el fundador de Falun Gong), así como un MP4 que contenía la conferencia del Maestro Li, Exponiendo el Fa a los estudiantes australianos.

Dado que los funcionarios de la prisión no pudieron detener el flujo de información desde el exterior y el interior, trasladaron a los practicantes a la prisión de Nanguanzi en la ciudad de Dalian para ya no darles acceso a la telefonía móvil ni a reproducir el MP4.

Liberado y trasladado al extranjero

Con los practicantes de Falun Gong en el extranjero presionando a los oficiales y a los diferentes responsables del encarcelamiento el Sr. Jing Yu, fue liberado en 2012, después de haber permanecido nueve años en prisión.

Finalmente se reunió con su madre. Ya en sus 30 años de edad, tenía dificultades para encontrar trabajo. Pero un restaurante lo contrató y se convirtió en el mejor cocinero de fideos fríos de la zona. También pudo clarificarles a sus clientes los hechos sobre la verdad de Falun Gong.

Después de la muerte de su madre, consiguió la manera de ir al extranjero, donde se reencontró con sus hermanas que ya habían dejado China hace algún tiempo.