(Minghui.org) En diciembre de 2015, cuando pasaba por un área residencial, vi una nota pegada en un tablero de anuncios azul. Me dio curiosidad y me acerqué para mirar y vi una nota de agradecimiento. La nota decía: “Yo era el anciano que estaba recogiendo las hojas de batata. Mi cara está bien ahora. Muchas gracias –su método es muy útil. Quiero verlo de nuevo”.
Mientras leía la nota, me di cuenta que yo era la persona mencionada en la misma. Siempre paso al lado de este tablero, pero es la primera vez que veo este tipo de nota. Al principio pensé que era un aviso y no esperaba que el anciano me dejara un mensaje de este modo.
Un anciano recogiendo hojas de batata
Recordé el incidente. Había visto un anciano recogiendo hojas de batata, su cabeza estaba cubierta con una máscara gruesa. Me pareció inusual, porque era un día soleado. Así que le pregunté: “Abuelo [saludo respetuoso a la gente mayor], ¿cómo se va a comer estas hojas de batata?”.
Me miró y podía ver en sus ojos que me estaba sonriendo. Fue cuando adiviné que tenía unos 80 años. Le pregunté: “¿Qué le pasó a su cara?”.
Se sacó la máscara, y vi que la mitad de su cara estaba hinchada de tal modo que su boca estaba deforme. De la boca le salía un líquido amarillo. Apenas podía hablar.
Sentí tristeza por él y le ofrecí: “Abuelo, sé de una forma efectiva para que se cure. Por favor recite sinceramente en su mente estas palabras: ‘Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno’”. Asintió. Le enseñé estas dos frases palabra por palabra y le pregunté si podía leer. Asintió de nuevo. Le pedí que me esperara. Le dije que iba a casa a traerle algo.
Regresé con varios volantes de aclaración de la verdad, un CD con los 9 Comentarios sobre el Partido Comunista, y un amuleto de Dafa. Aceptó alegremente todo lo que le di. Le pregunté si había gastado mucho dinero tratando de curar su rostro, y me contestó que sí. Le dije que leyera estos materiales y que recitara sinceramente las dos frases cada vez que tuviera tiempo. Aceptó y me agradeció constantemente.
Nos encontramos de nuevo
Dejé un mensaje al final de la nota: “Abuelo, sé que su cara está bien ahora. Por favor, avíseme cómo puedo contactarlo”. También dejé mi número de teléfono y la fecha”, 3 de diciembre de 2015.
Unos días después me llamó y nos encontramos de nuevo. Ya no usaba la máscara. Había recitado “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” todos los días. Solo le llevó un mes para que su cara volviera a la normalidad –sin usar tratamiento. ¡Fue increíble! Había leído todos los materiales que le di. Estaba agradecido con Falun Dafa desde lo profundo de su corazón.
El anciano vivía muy lejos, y por eso rara vez venía para esta zona. Pero después de mejorarse, siempre que venía para esta área residencial, se paraba al lado del camino un rato para ver si yo pasaba. Luego, comenzó a dejarme mensajes en el tablero de anuncios.
Dejó varias notas una y otra vez, pero yo no las vi. Incluso cuando nevaba, me esperaba. Al fin, vi su nota. Cuando finalmente nos encontramos de nuevo, le conté sobre Falun Dafa y la persecución. Estuvo receptivo a todo lo que le dije.
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