(Minghui.org) La sra. Wang Mingying, es una madre de 80 años de edad, practicante de Falun Dafa, cuyos hijos han sido perseguidos debido a su fe en Falun Dafa.

Sentenciaron a su hijo mayor a diez años de prisión, y a su esposa a otros cinco. Condenaron a la hija menor de la señora a ocho años, y la mayor, Wang Mingying, permanece detenida desde noviembre de 2017 en el segundo centro de detención de la ciudad de Mudanjiang.

Después de que la Sra. Wang fuera arrestada, su madre esperó impotente a que volviera a casa.

La Sra. Wang fue arrestada el 29 de noviembre de 2017. Los oficiales de seguridad nacional Yin Hang y Ma Qun, junto con otros policías del departamento de policía de Yangming la esperaron en las inmediaciones de su casa. La siguieron y se apresuraron a entrar en su casa cuando abrió la puerta. No llevaban uniforme, ni mostraron ninguna identificación ni orden de registro. Sin embargo, registraron la casa y se apropiaron de libros de Dafa, una computadora, dos tablets y dos teléfonos celulares. Wang ha permanecido detenida desde entonces.

La policía trató de procesar a la Sra. Wang, pero su caso fue desestimado por la fiscalía varias veces. El jefe de seguridad nacional Li Min y la agente Ma Xiaohuan, de la comisaría de Yangming, siguieron presentando pruebas falsificadas para inculparla.

La hija de Wang estaba afectada por el horror del arresto de su madre y se desmayó. No dejaba de gritar y llorar, lanzando por los aires y destrozando cosas, e incluso intentando saltar desde el edificio. Finalmente, fue ingresada en un hospital psiquiátrico.

La familia intentó examinar la situación con funcionarios del departamento de policía y la fiscalía. Pero, la policía utilizó todo tipo de excusas para evitarlos. Li Min incluso salió por la puerta de atrás, mientras la familia la esperaba para hablar.

La familia luego habló con el fiscal de distrito Wang Juan de la fiscalía del distrito de Aimin. Les dijo que el caso había sido devuelto al departamento de policía de Yangming. Cuando la familia habló con Li Min, mintió y reiteró que el caso seguía en la fiscalía.

Cuando la familia regresó a Li por segunda vez, ella convocó a seis oficiales de policía y gritó a los familiares. La familia trató de hablar con ella pacíficamente y solicitó que liberara a la Sra. Wang.

Li respondió: "No me importa. Son sus problemas". Le aseguró a la familia que la Sra. Wang no estaba allí. Luego, algún tiempo después, afirmó que Wang  sí estaba allí.

Li le dijo a la familia que contratara a un abogado y que le pidiera que la visitara. La familia pidió dinero prestado y contrató a un abogado. Cuando el abogado fue a ver a Li, se molestó y negó haber pedido hablar con el abogado.

Li manifestó: "Así soy yo. Puede demandarme cuando quiera".