(Minghui.org) El Año Nuevo Chino comenzó el 16 de febrero del calendario occidental. Llega una de las celebraciones más importantes para 1.300 millones de personas, que se celebra en familia y suele durar varios días.
Lo habitual es que en cualquier hogar de China, estas fechas tan señaladas, se celebren con gran regocijo pero para las numerosas familias de practicantes de Falun Gong la situación es bien diferente debido a la persecución, y pasarán estos días con lágrimas en los ojos y angustia en sus corazones.
El suplicio sufrido por la familia de la Sra. Liu Yufang
Existe una casa abandonada en el pueblo de Xiaozhengzi, en la provincia de Lingyuan. La maleza y la arboleda cubren el techo y el patio. Los muros interiores del edificio se han derrumbado. Los muebles y las herramientas agrícolas se hallan enterrados entre las hojas caídas. El pozo de agua se secó.
La dueña de la casa, Liu Yufang, fue arrestada hace unos 15 años, durante las fiestas del Año Nuevo Chino, cuando se disponía a preparar la cena de Nochevieja para su familia. Debido a su creencia en Falun Gong, la condenaron a tres años de trabajo forzado.
También detuvieron a su hija, que liberaron semanas después.
Liu Dianyuan, el esposo de la Sra. Liu, tenía 64 años en aquel entonces. Cuando su esposa y su hija fueron arrestadas, ya se encontraba en prisión.
Su hijo, que tenía 14 años, no encontró a nadie cuando llegó a casa. El chico pasó solo la fiesta de Año Nuevo.
La familia de los Liu ha experimentado cosas mucho peores que un horrible y desastroso Año Nuevo. Durante los 18 años de persecución, el Sr. Liu ha sido encarcelado 7 años. Tras cumplir dicha condena se vio obligado a vagabundear por otros 4. Lo detuvieron nuevamente en noviembre de 2015. A sus 79 años de edad, fue condenado por un tribunal local a 11 años y medio de cárcel. Sigue en prisión hasta la fecha.
La Sra. Liu permaneció recluida durante tres años en un campo de trabajo, y otros cuatro en una prisión. Su hija, de 16 años, tuvo que dejar la escuela y buscar trabajo para mantenerse a sí misma y a su hermano pequeño.
El padecimiento de la familia de la Sra. Feng Xiaomei
La Sra. Feng Xiaomei, ingeniera superior residente en la ciudad de Shijiazhuang, provincia de Hebei, disfrutaba de una vida familiar armoniosa. La mayoría de sus familiares practicaban Falun Gong.
Sin embargo, dos años después de que comenzara la persecución a Falun Gong, su esposo, su hermana y su padre fueron torturados hasta la muerte por mantenerse fieles a su fe. Su cuñado sigue en prisión, en la actualidad.
La Sra. Feng fue encarcelada en 2010. Tras ser liberada, pudo encontrar a su sobrino Wang Tianxing, cuyo padre permanece encarcelado y cuya madre murió. Actualmente, comparte vivienda con su hijo de 13 años, Wang Boru, su sobrino y su suegra.
Abogado: Una persecución basada en mentiras
Uno de los muchos abogados que ha defendido a practicantes de Falun Gong asevera: "La persecución de Falun Gong está totalmente basada en mentiras y plagada de violencia. Esta persecución ha destrozado miles de hogares".
Continuó: "Cada uno debe juzgar la actual persecución de acuerdo a sus propias conciencias. Creo que todavía existe la justicia en esta sociedad. Espero que todas las fuerzas del orden de nuestro país sirvan y protejan a nuestro pueblo en un futuro cercano, puesto que es lo que se supone que deben hacer".
Concluyó diciendo: "Si defendemos a Falun Gong, estamos defendiendo las leyes y los valores universales de la humanidad”.
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Categoría: Opinión y análisis