(Minghui.org) Siempre desde que era niña estaba débil y me contagiaba cualquier virus que anduviera en el aire. Después de casarme, tomar medicamentos era parte de mi rutina diaria. Sufrí de depresión en la primavera de 2003 y no podía dormir por la noche. Durante ese tiempo, siempre tenía miedo. Visité muchos médicos pero no encontré alivio.
Mi amiga es practicante de Falun Dafa. Después de enterarse de mis problemas, me dio una copia del libro Zhuan Falun de Falun Dafa. También me enseñó los cinco ejercicios. Obtuve el Fa y comencé a transitar el camino de regresar a mi ser original y verdadero.
Me senté en mi cama con los ojos cerrados un día y escuché el sonido de un torbellino mientras entraba en otra dimensión. Pude volar, y mi conciencia principal podía dejar mi cuerpo físico cada vez que cerraba los ojos. Una vez vi una jovencita en otra dimensión. Sentí que era una pariente. Le dije que tenía que aprender Falun Dafa y regresar a su verdadero hogar siguiendo a Shifu. Ella corrió detrás mío, pero yo volé cada vez más alto. Mi voz resonaba en esa dimensión.
Shifu dijo:
“Actualmente hay un problema muy notable: cuando los espíritus originales de algunos practicantes salieron de sus cuerpos, vieron o se pusieron en contacto con ciertas dimensiones de ciertos niveles. Encontrando que era extremadamente espléndido y que todo existe realmente, no quisieron volver, lo cual resultó en la muerte de sus cuerpos físicos. Así que se quedaron en aquel reino y fueron incapaces de volver” (Instrucción explícita, Escrituras esenciales para mayor avance).
Después de leer esto, dijo: “Shifu, creo en la existencia de dioses y fo. Y en Shifu. Haré un esfuerzo en cultivarme bien. No volveré a dejar mi cuerpo”. Mi conciencia principal no se fue a otras dimensiones desde entonces.
Después de obtener un mejor entendimiento por medio de la lectura y memorización del Fa, supe de la misión de los discípulos de Dafa durante el periodo de la rectificación del Fa. Me di cuenta de que tenía que ayudar a que más gente supiera la verdad de Dafa para que se salven.
Eliminando el miedo
Mi pueblo natal está en las montañas, lejos de mi casa actual. Nunca nadie aclaró la verdad de Dafa en esta área. Después de que el libro Los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista fuera publicado, el gobierno apretó su control. Las inspecciones de seguridad en la estación de trenes eran muy estrictas, y era duro llevar algún DVD. Mi sobrina se casaba en mi pueblo natal. Ella tenía planeado ir en auto a la boda. Me pareció que no podía perderme esta oportunidad. Preparé cientos de DVD con aclaración de la verdad de Dafa y otros materiales informativos y los empaqué en dos bolsos grandes. Mientras lo hacía, me surgió miedo, y cada vez que pensaba en eso, mi corazón se aceleraba. Pasé un montón de tiempo leyendo y recitando el Fa para reforzar mis pensamientos rectos.
Durante las dos noches antes de irnos, mi corazón latía tan fuerte que no podía dormir. Pasé toda la noche sentada en la cama. La interferencia de otras dimensiones era tan severa. Sentí que el miedo penetraba el espacio entero. Pedí ayuda a Shifu y envié pensamientos rectos. Por la mañana cuando iba a la casa de mi sobrina con los dos bolsos, tenía el corazón en la boca. Sentía que podía morir en cualquier momento. Envié pensamientos rectos: “Soy una discípula de Dafa. Debo cumplir mi tarea. Nadie es digno de interferir con mi validación del Fa y salvación de seres conscientes”. Fui recitando el poema de Shifu durante todo el viaje:
“Un gran ser iluminado no teme a las penalidades
Su voluntad está formada de diamante
Sin apego a la vida ni a la muerte
Camina abierta y majestuosamente su sendero en la rectificación del Fa” (Pensamientos rectos y acciones rectas, Hong Yin (II)).
Con mis fuertes pensamientos rectos, el poder del Fa se manifestó. Aunque mi corazón latía fuerte, no tuve problema en tomar el bus con los dos bolsos. Hablé con los otros pasajeros sobre Falun Dafa. El mal en otras dimensiones fue eliminado. El miedo se fue. Llegué a la casa de mi sobrina y dormí bien.
Al día siguiente, mi sobrina me llevó a nuestro pueblo natal. Mi sobrino dijo: “Tía, hay cámaras de seguridad por todos lados. Graban todo para atrapar a los ladrones”. Comencé a sentir miedo de nuevo. Envié pensamientos rectos para limpiar mi campo. Me dije que yo no era un ladrón. Soy una discípula de Dafa. Tengo que repartir la información sobre Dafa sin importar qué cámaras de seguridad haya. Por la noche salí con mi cuñada. Ella sostenía una linterna, y yo repartía los materiales en cada casa. Cuando regresamos, no dormí. Envié pensamientos rectos hasta las 3 a. m. Luego hice los ejercicios por la mañana. No dormí en toda la noche.
A la mañana siguiente, el pueblo entero estaba patas para arriba, diciendo que una persona de Falun Dafa vino de noche y que había materiales de Falun Dafa en todos lados. Mi cuñado dijo: “Tienes que parar. Lo denunciaron al condado. El departamento de policía quiere revisar los videos de las cámaras de seguridad”. Yo pensé que Shifu me protegería y todo estaría bien.
La noche antes de irme, todavía tenía algo de materiales. Me organicé para repartirlos, pero mis parientes me vigilaban de cerca. Salí con estos en secreto. Parada en la calle y viendo todas las cámaras de seguridad, vacilé. ¿Qué hacer? En ese momento, la música de NTDTV sonó en mis oídos, cada vez más fuerte. Estaba conmovida. Shifu me estaba alentando, mostrándome que la gente estaba mirando los DVD que repartí. Sin dudar, terminé de repartir el resto de los materiales. Con la protección de Shifu, me fui al día siguiente.
Siguiendo el Fa de Shifu cuando aclaro la verdad
Comencé a aclarar la verdad sobre Falun Dafa a todo tipo de gente, cara a cara, ayudándolos a reconocer la maldad del PCCh, y persuadiéndolos a renunciar al PCCh y sus organizaciones. Al principio, a menudo encontraba personas que no sabían la verdad y hacían preguntas que no sabía cómo contestar. Cuando llegaba a casa, repasaba mi experiencia. Y luego leía artículos relevantes a esos temas en Minghui.
Encontraba rápidamente las respuestas que necesitaba con la ayuda de Shifu. Cuando me hacían la misma pregunta, podía resolver el rompecabezas instantáneamente en el corazón de las personas. También leía los artículos de experiencias de los practicantes y veía cómo ellos respondían las preguntas. También tomaba notas, y con el continuo aprendizaje, Shifu me dio sabiduría constantemente. Me hice buena aclarando la verdad sobre Falun Dafa.
Una practicante y yo pasábamos por una oficina postal en una ocasión y vi una señora de 80 años descansando a un lado de la calle. Me senté al lado de ella y le pregunté si alguna vez había ido a la escuela. Ella dijo que nunca. Le pregunté si era miembro del PCCh o de alguna de sus organizaciones.
Ella de repente se dio vuelta y dijo: “El PCCh me da una pensión. Tú estás haciendo política y en contra del PCCh”. Su mente estaba llena de las mentiras que el partido inocula en la gente. Yo le dije: “Tía, el PCCh no te paga una pensión, es el dinero de los contribuyentes que mantiene al PCCh. Toma como ejemplo los zapatos que usas. Si cuestan 100 yuanes, la fábrica y la tienda le agregan los impuestos al precio de este par de zapatos. ¿Acaso no pagó por todo?”.
Luego le conté cómo cambié después de comenzar a practicar Falun Dafa. Siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Dafa, intento ser una buena persona. Era una buena nuera y tenía una familia feliz. Tenía buena salud. Dije: “Falun Dafa es Bueno para el país y su gente. Pero el ateísmo que promueve el PCCh alienta la inmoralidad y la corrupción. No le permite a la gente creer en Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Incita el conflicto y la matanza para que pueda quedarse en el poder. Como resultado, hay productos falsificados por todos lados. Algunas comidas son venenosas. Algunas personas tienen enfermedades raras debido a esto”. Cuanto más escuchaba, más entendía, y más feliz se ponía. Le dije que recitara “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Le dije que sería bueno para ella. Se paró, repitiendo esas palabras.
Otra vez, me encontré con un estudiante universitario en una terminal de autobuses, que me dijo que estaba aceptando un interinato pero que estaba preocupado porque sería difícil una vez que entrara en la fuerza. Estaba preocupado por el hecho de que la gente de hoy día parece no tener un sentido de lo correcto e incorrecto, y que lidiar con las relaciones interpersonales era difícil. Cuando comencé a contarle sobre las bondades de Dafa, estaba dispuesto a escuchar. Renunció a la liga juvenil y los jóvenes pioneros. Le conté sobre Han Xin, quien mostró gran tolerancia cuando fue insultado por un matón. Mientras escuchaba, se puso tan feliz que su rostro brillaba. Aplaudió y dijo que lo que mi Shifu dice es maravilloso. Quería saber más. Llegó su bus, pero no quería irse. Le dije que leyera Zhuan Falun si tenía la oportunidad, y que se beneficiaría mucho de ello. Aceptó lo que le dije, y se fue con su amigo. Luego se dio vuelta y saludó.
Coordinando con otros para resistir la persecución
Regresando sana a casa
Fui con varios practicantes a otro pueblo a repartir DVD de Shen Yun durante el día en mayo de 2009. Un aldeano nos denunció a la policía. La practicante Mei, que también es mi hermana, nos llamó y nos dijo que nos fuéramos rápidamente. Sabía que algo andaba mal. Fui a la calle principal. Un practicante en una moto vino y le dije que nos teníamos que ir ya. Me subí, y nos fuimos. No hicimos ni 30 metros antes que apareciera un vehículo de la policía y comenzara a perseguirnos. Pusieron la sirena para que paremos, pero seguimos andando. El vehículo nos pasó y paró en medio de la calle. Vi que Mei estaba detenida en el asiento de atrás.
Recordé el Fa de Shifu: No tenemos que cooperar con el mal. Antes que la policía se baje del vehículo, salté de la moto y me fui corriendo a la ladea. Un oficial me persiguió y me agarró de la mochila. Intentó arrastrarme hasta el vehículo, pero me resistí y le dije: “Somos buenas personas. No hicimos nada malo. No deberías arrestarnos. No deberías hacer esto –es incorrecto”. Me sacó la mochila y dijo débilmente: “Te puedes ir. Luego tomaré una decisión”.
Corrí a la casa de un aldeano. Una señora y su pequeño nieto estaban allí. Le dije: “Tía, hace calor afuera. Estoy esperando a un amigo. ¿Puedo esperar en su casa?”. Ella dijo que sí y comenzamos a hablar. Le dije que creía en Fo Fa y en Verdad-Benevolencia-Tolerancia y que seguía estos principios. Ella aceptó todo muy bien. Su esposo vino también, y hablé con él. Se fue a otra habitación, y me quedé sola. Llamé a los otros practicantes en casa y les dije que estaban en peligro. Luego vi a la policía buscándonos casa por casa. Le saqué la batería a mi celular y me enfoqué en enviar pensamientos rectos. Estaba determinada a dejar mi seguridad en manos de Shifu.
La señora estaba mirando cómo su nieto jugaba en la hamaca del patio delantero. La policía le preguntó si había visto algún volante de Falun Dafa o gente de Falun Dafa. Ella dijo que no había visto nada. Dos horas más tarde, regresó y me dijo que había otra aldea a unos 5 kilómetros, donde podía encontrar un taxi. Le agradecí y me fui a esa aldea. Era un pueblo en vez de una aldea y no era el lugar que ella me había indicado. Creo que Shifu me estaba dando una pista de que el peligro había pasado.
Cuando llegué a casa, me enteré de que Mei había escapado mientras el policía me perseguía. Shifu nos bendijo y nos protegió. Llegamos sanas a casa y la policía no cometió crímenes.
Al escuchar la verdad de Dafa, policía libera a un practicante
El esposo de Mei fue arrestado cuando fue al campo a repartir materiales de Falun Dafa en septiembre de 2009. Intimidada por la policía, Mei vino y me pidió que la acompañara a la comisaría. Le prometí ir al día siguiente.
Pero el miedo me seguía persiguiendo, incluso después de haberlo reprimido con pensamientos rectos. ¿Qué debería hacer? Le pedí ayuda a Shifu: “Shifu, si es lo correcto de hacer, por favor ayúdeme a dejar el miedo”.
A la mañana siguiente me levanté y estaba tranquila. No tenía miedo ya. Acompañé a Mei y su hija, enviando pensamientos rectos todo el camino. Cuando llegamos a la comisaría, nos dijeron que la persona a cargo del caso, regresaba por la tarde. Comenzamos a hablar con la gente en la comisaría sobre Falun Dafa y les aconsejamos renunciar al PCCh. Luego fuimos a hablar con el director, quien también nos dijo amablemente que los oficiales a cargo del caso venían por la tarde.
Cuando llegó el oficial a la comisaría, estaba muy agresivo y tenía una mala actitud. Recordé lo que dijo Shifu:
“La compasión puede disolver Cielo y Tierra y traer la primavera
Los pensamientos rectos pueden salvar a la gente en el mundo”
(El Fa rectifica el cosmos, Hong Yin (II()
Sonreí y le dije: “Sabemos que tu trabajo no es fácil. Estás bajo mucha presión. Sabes, vivimos en la misma ciudad. Nos podríamos cruzar. Si nos encontramos en otra provincia, quizás sintamos como un parentesco por alguien del mismo pueblo”.
Comenzó a calmarse. Le dije: “La familia de mi hermana tenía dificultades. Tienen dos hijos y viven en departamento alquilado. Mi cuñado solía perder el tiempo. Mi hermana no podía hacer nada por su pobre salud. Después de practicar Falun Dafa, mi hermana se recuperó y mi cuñado comenzó a trabajar para mantener la familia. Los practicantes de Falun Dafa son buenas personas”.
El policía dijo que había conocido practicantes de antes y que sabía que eran buenos. No obstante, le aclaramos la verdad, y aceptó lo que le dijimos. Le conté que mi vecino, que tiene solo 44 años, murió después de estar detenido por tres meses. Su hijo estaba en la secundaria, y su esposa perdió su trabajo. Muy triste.
Él dijo: “No podemos hacer eso. Liberaremos a tu cuñado mañana. Puedes buscarlo. Si tienes problemas, por favor ven a verme”. Cuando nos fuimos, nos acompañó hasta la puerta. Nos dijo que seamos cuidadosos y que hablamos con la gente sin entregar material, porque estaríamos bien si no hay evidencia física.
Camino a casa, agradecimos a Shifu por sus bendiciones. No solo ayudamos al policía a entender la verdad, sino que una decena de personas renunciaron al PCCh. Al día siguiente, el esposo de Mei regresó a casa a salvo.
Coordinando con mis familiares para resistir la persecución
En septiembre de 2011, arrestaron siete practicantes. El gobierno provincial había establecido una fuerza especial para hacer esto, y amenazó con arrestar a más practicantes. La división de seguridad doméstica anunció que arrestarían a cualquiera que pidiera la liberación de los practicantes detenidos. Fue un tiempo muy tenso. Algunos practicantes se escondieron. Un practicante arrestado le pasó un mensaje a su madre, y yo fui a entregarlo. La señora estaba tan enojada que su dolor de espalda regresó y no podía caminar. Su familia estaba enojada con los practicantes de Falun Dafa.
Se acercaba el Festival de Medio Otoño. Dos practicantes y yo compramos obsequios y los visitamos. Les presentamos un médico, que también practica Falun Dafa, para ayudar a la madre. Unos días después, podía caminar. Fue con nosotros a la división de seguridad doméstica para pedir que le devuelvan su hijo. El líder del equipo era muy arrogante y no nos dejaba hablar. Decidimos averiguar la dirección de su casa y aclararle la verdad de Falun Dafa allí.
Encontramos su casa después de intentar tres veces. Pegamos autoadhesivos con información de Falun Dafa en su casa y en todo el vecindario, le escribimos cartas, y lo llamamos para contarle los hechos de Falun Dafa y las consecuencias de perseguir a Falun Dafa. Cuando fuimos la próxima vez a la división de seguridad doméstica, ya no mostró arrogancia. Nos contó sobre el arresto y nos dijo que teníamos que ir al departamento de policía porque el caso no estaba en sus manos.
El subdirector del departamento de policía a cargo del caso tenía miedo de reunirse con nosotros. Fuimos al pasillo del primer piso para aclarar la verdad de Falun Dafa. Pero vinieron unos policías para grabarnos así que nos tuvimos que ir. Fuimos a apoyar a los parientes que estaban sosteniendo banderas frente al edificio del gobierno del distrito. La madre del practicante tenía un cartel que decía “liberen a mi hijo”. Enviaron a la policía antidisturbios, y varios vehículos vinieron para arrestarnos, pero nos fuimos todos a tiempo. Los tres practicantes fueron liberados 40 días después.
Luego cooperamos con las familias para contratar cuatro abogados para defender a los que estaban todavía detenidos. Repartimos invitaciones públicas para el juicio para así exponer la persecución. El juicio duró todo el día, y los abogados presentaron una sólida defensa. Los practicantes afuera de la corte aclararon la verdad al público y enviaron pensamientos rectos. Mucha gente, incluyendo agentes de seguridad pública y organizaciones legislativas, conocieron la verdad sobre Dafa ese día.
Este esfuerzo duró seis meses. Para mí fue un proceso de mirar hacia dentro y mejorar. También fue un proceso para que los practicantes coordinen juntos. Demostró el poder de Dafa.
Haciendo llamadas para aclarar la verdad
En 2013 aprendí a hacer llamadas para alentar a que la gente renuncie el PCCh y sus organizaciones. Al principio, estaba muy nerviosa cuando levantaba el teléfono y mi voz temblaba. Le pedí a Shifu que me refuerce. Gradualmente mi corazón se tranquilizó, y ayudé a la gente a renunciar al PCCh. Intenté que no me importara cuántas personas renunciaban. En vez, me enfoqué en hacer las llamadas en sí y en contarle a la gente los hechos de Falun Dafa.
A veces hacía entre 30 y 40 llamadas, pero nadie renunciaba. Me calmaba y tenía fe en Shifu y seguía llamando. Mientras continuaba, unas cuantas personas comenzaban a renunciar. A veces más de dos decenas renunciaban al PCCh.
Este año las tarjetas SIM de nuestros celulares se bloqueaban debido a la interferencia. Le dije a Shifu en mi corazón que podía salvar a la gente si tenía una buena tarjeta SIM. Luego un practicante compró 10 tarjetas SIM bloqueadas. Me sentí triste. Eran para salvar a la gente. Las probé de nuevo y 2 andaban bien. estaba contenta. Gracias Shifu. Pude hacer llamadas de nuevo.
Debido a la escases de tarjetas SIM, siempre estaba preocupada cuando hacía las llamadas. Conocí a un practicante de la capital de nuestra provincia y le conté sobre el problema de las tarjetas SIM. Pensó al respecto y dijo que podía resolver el problema. Ahora puedo concentrarme en hacer llamadas para salvar a la gente.
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