(Minghui.org) El Senado canadiense aprobó por unanimidad un proyecto de ley para combatir el tráfico de órganos el 23 de octubre de 2018.

"El proyecto de ley modifica el código penal para crear nuevos delitos relacionados con el tráfico de órganos y tejidos humanos", afirmó la senadora Salma Ataullahjan, responsable del proyecto de ley, durante la conferencia de prensa.

La senadora Ataullahjan dijo que el proyecto de ley, S-240, "modifica la Ley de Inmigración y Protección de Refugiados para establecer que un residente permanente o extranjero es inadmisible en Canadá si el Ministro de Ciudadanía e Inmigración es de la opinión de que ha participado en cualquier actividad relacionada con el tráfico de órganos y tejidos humanos".

La senadora Ataullahjan y el diputado Garnet Genuis organizan una conferencia de prensa el 25 de octubre de 2018 sobre la aprobación del proyecto de ley S-240.

Un importante asunto no partidista

El diputado conservador Garnett Genuis presentó un proyecto de ley similar en 2017. En la conferencia de prensa antes mencionada, Genius dijo que el proyecto de ley de la senadora Ataullahjan recibió un gran apoyo por parte de los miembros de todos los partidos políticos, al igual que iniciativas similares de él y de otros miembros del Parlamento sobre esta cuestión, entre ellos Irwin Cotler, un exministro de Justicia liberal.

El proyecto de ley está a la espera de ser examinado por la Cámara de los Comunes para que se convierta en ley.

"Mi petición a los diputados de todos los partidos es que esta es una buena iniciativa de derechos humanos, es una iniciativa no partidista, es algo que hay que hacer. Salvemos vidas. Debemos asegurarnos de que se lleve a cabo antes de las próximas elecciones", dijo el diputado Genuis.

Aumenta la preocupación por los delitos de sustracción de órganos en China

La senadora Jane Cordy le dijo a un reportero de Minghui que ella cree que el tráfico de órganos es un problema global. Añadió que puede ser fácil pensar que esto no afecta a nuestras propias comunidades, pero se alarmó cuando se enteró de que un médico de Toronto había enviado a 50 de sus pacientes a China para trasplantes de órganos.

El caso que la senadora Cordy planteó fue citado en las investigaciones realizadas sobre el tráfico de órganos en China por David Kilgour, exdiputado y secretario de estado para Asia y el Pacífico, y David Matas, abogado canadiense especializado en derechos humanos.

"Es importante diferenciar entre lo que sucede en los callejones de algunas ciudades y lo que está pasando en la república popular de China", dijo Kilgour durante una audiencia de la comisión del Senado en mayo.

Según los informes de Matas y Kilgour, los practicantes de Falun Dafa encarcelados han sido el principal objetivo de la sustracción forzada de órganos en China, autorizada por el estado. Sus informes citan una correlación directa entre el auge inexplicable de los trasplantes de órganos en China y el comienzo de la brutal persecución a Falun Dafa desde 1999.

La senadora Wanda Elaine Thomas Bernard, presidenta del Comité Permanente del Senado para los Derechos Humanos, le dijo a un reportero de Minghui que cree que la evidencia de la sustracción forzada de órganos en China es contundente, y que este proyecto de ley evitará que los canadienses se involucren en estos crímenes.

También comentó que el gobierno canadiense debe asegurarse de que todos los que están involucrados en el comercio de órganos sean conscientes de este problema, y que las personas deben ser legalmente responsables de sus acciones.

Hasta la fecha, Taiwán, Israel, España, Italia y Noruega han promulgado leyes para evitar que los ciudadanos vayan a China para someterse a trasplantes de órganos.