(Minghui.org) Conocí a Falun Dafa en 2012 porque mi hija mayor es cultivadora. Al ver que ella se sentía tan contenta, al notar que su estándar moral se había elevado y su salud mejorado, comencé a hacer la cultivación. He tenido muchas mejoras en mi vida, tanto en mi salud como en mi forma de actuar; hoy soy más benevolente con los demás y dejé de tomar medicamentos que antes necesitaba ya que sufría de gastritis y tenía que controlar un desorden hormonal con inyecciones.
Cuando comencé a refinar con los cinco ejercicios que Shifu nos enseña, tenía que apoyarme en un árbol ya que tenía problemas de espalda. Hoy ya no es necesario hacerlo así y la gente a mí alrededor se sorprende de mi vitalidad y mi edad porque represento menos años de los que tengo y las arrugas en mi piel han disminuido.
Mis familiares y amigos suelen preguntarme el porqué de mi paz. Aunque ha sido un proceso en el cual he cambiado poco a poco, he dejado muchos apegos primordiales. Algunos de ellos incluyen el querer controlar la vida de mis hijas, el resentimiento hacia mis hermanos por no visitar a mi mamá que vive conmigo y el sentimentalismo hacia mis dos hijas menores por no demostrarme veneración filial.
Reconozco que aún tengo muchos corazones humanos y algunas veces me he comportado como persona común. Quiero exponer un apego muy grande que me desconcentra en el estudio del Fa.
Shifu dice:
“La razón por la cual no puedes entrar en la quietud es que tu mente no está vacía, que no tienes un nivel tan alto, se hace desde la poca profundidad hasta lo profundo y se complementa con la elevación del nivel. Al dejar los apegos tu nivel también se eleva y también tu poder de ding se profundiza” (Zhuan Falun).
Mi apego principal es el querer tener a mi nieta cerca y querer mejorar su vida. Pienso que sufre porque no es amada y respetada por sus padres como yo la amo y respeto. Cuando fue bebé vivió mucho tiempo conmigo y la crié como a una hija. Hoy ya tiene una familia compuesta por su mamá, su nuevo hermanito y el nuevo esposo de mi hija, sin embargo, me cuesta mucho entender por qué no está más tiempo conmigo como cuando estaba pequeña.
También he sentido miedo por ella, porque aunque sé que el esposo de mi hija es una persona madura y quiere a mi nieta como a una hija de sangre, he dudado un poco al respecto y tengo pensamientos turbios de que le pudiera llegar hacer daño.
Comentándolo con mi hija cultivadora me di cuenta que esto se debe a que aún tengo mucho qing y aún tengo que forjar mi corazón y elevarme en medio de estas tribulaciones para poder desprenderme de mis apegos.
En Zhuan Falun el Maestro dice:
“El xiulian tiene que tener lugar en medio de esta tribulación para ver si puedes cortar y abandonar o no las siete emociones y seis deseos, y si puedes tratarlos con ligereza o no. Si justamente te aferras a esas cosas, no podrás completar tu cultivación. Todos los asuntos tienen sus relaciones causales y predestinadas, ¿por qué́ los seres humanos pueden ser seres humanos? Precisamente porque hay qing dentro de los humanos; el hombre vive justamente por este qing: el qing de parientes, el qing entre hombre y mujer, el qing de padre y madre, el qing de sentimientos, el qing de amistad, el qing de hacer cosas en razón del vínculo; donde sea que fuera, no se puede apartar de este qing; querer hacer o no, estar contento o descontento, amar u odiar, todo lo de la sociedad humana entera proviene de este qing. Si este qing no se corta, no puedes cultivarte y refinarte. Si el hombre salta afuera de este qing, nadie es capaz de tocarlo, los corazones de la gente común ya no pueden moverte, y el qing se reemplaza con la misericordia, que es algo más noble. Por supuesto, no es fácil cortar esta cosa de una vez, la cultivación- refinamiento es un proceso largo, un proceso para quitar lentamente tus corazones de apego; no obstante, debes exigirte a ti mismo estrictamente”.
El año pasado le comenté a una practicante que no me había casado. Ella me dijo que era importante que lo hiciera porque era una Dafa dizi. Me propuse hacerlo en un lapso de tiempo y no cumplí. Posteriormente, la misma practicante notó que ya había pasado mucho tiempo, y en una reunión me preguntó cuándo lo pensaba hacer enfrente de otros practicantes. En ese momento sentí enojo. Después mirando hacia dentro me di cuenta de que ella lo dijo con la mejor intención, ya que debo comportarme mejor que una persona común.
Me recomendó que estudiara el Fa de Shifu:
“Estoy hablando aquí acerca de la verdadera situación de la humanidad. Todos ustedes saben que los occidentales no entienden por qué los chinos son aún tan discretos cuando se trata de relaciones entre hombres y mujeres. Déjenme decirles que así es como los humanos deben ser. La libertad sexual, la cual ha mezclado las razas humanas y que ha embarrado la ética humana, está absolutamente prohibida por los dioses. Así que como cultivador, no debes hacer esta clase de cosas. Puedes tener una esposa o un marido. Esta es la forma normal de vida de los seres humanos. Estás cometiendo un pecado si tú tienes relaciones sexuales con alguien que no es tu marido o esposa” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Europa).
Cuando le comenté a mi hija que es cultivadora sobre el pensamiento negativo que tuve respecto al comentario que me hizo la otra practicante, ella me contestó que no debía enojarme y me preguntó si no me sentía mal cuando me refería a mi pareja como mi esposo sí aún no me había casado con él. Me dijo que ahora ya soy una practicante de Dafa, y hacer eso era mentir. Ahí fue cuando desperté y me di cuenta de que si las personas comunes se casaban, yo tenía que ser mejor que una persona común.
Solía pensar que no estaba mal, ya que no tengo relaciones sexuales con él, pero después comprendí que la intimidad entre hombre y mujer va más allá del acto sexual y se encuentra en compartir sentimientos, un hogar y la convivencia diaria. Mi hija la menor vive con alguien sin estar casada ya que eso es lo que ha visto en mí.
Otro de mis apegos ha sido el miedo a tener problemas con mi pareja a causa de mi cultivación en Dafa. En un estudio del Fa, compartí que no me podía comunicar bien con él, ya que siempre que trataba de hablar sobre Falun Dafa era motivo de pelea y muchas veces tenía que omitir mis actividades de aclaración de la verdad o reuniones de estudio nacional para que él no se enojara. Cada vez que salía se lo decía un día antes para evitar discutir. Mi corazón de temor era muy grande.
También me preocupaba el daño que se pudiese ocasionar al ofender a Dafa y a Shifu, ya que en algunas ocasiones lo hizo de una manera muy agresiva causando mucha incomodidad y enojo en mí.
A los pocos días que expuse estos miedos me propuse eliminar esas materias y hablarlo, eliminando ese corazón de temor y sintiendo Shan en mi corazón. Busqué el mejor momento y le dije que Falun Dafa es bueno, y que inclusive mi salud había mejorado.
Él no lo aceptó y su comentario fue que era gracias a que económicamente estaba mejor. No quise contender con él, elevé mi xinxing y con un corazón de compasión le dije que lo quería mucho y que siempre iba a estar con él aunque económicamente estuviera mal, en esos momentos él me contestó que también me quería. Asimismo, ese día tuve el valor de defender mi vía de cultivación y al disolverse mi miedo pudimos conversar de forma pacífica. Sé que debo ser diligente, dejar todo en manos de Shifu y concentrarme en hacer “la cultivación verdadera” elevando mi xinxing y comportándome como una Dafa dizi.
Hoy tengo la felicidad de decir que nos hemos casado. Agradezco a Shifu por su infinita misericordia.
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Categoría: Caminos de cultivación