(Minghui.org) El Sr. Wu Zixiang se encontraba solo en su hogar, el 21 de septiembre de 2017, cuando la policía irrumpió y lo apresó. No notificaron el arresto a sus familiares. Al tercer día llamaron a su hermana desde el centro de detención, porque este no dejaba de insistir en que tenían que hacerlo.

La hermana fue inmediatamente a casa del Sr. Wu para comprobar el estado de la vivienda, y se encontró la puerta abierta. La casa entera estaba hecha un auténtico desastre. Las autoridades tomaron al Sr. Wu como objetivo principal por negarse a renunciar a Falun Dafa, una práctica espiritual perseguida por el régimen comunista chino.

La procuraduría de la Ciudad de Xiangcheng se encargó de emitir su orden de arresto. Este anciano de 65 años, se encuentra a la espera de ser inculpado, por su creencia, en el centro de detención de la ciudad de Xiangcheng.

No es la primera que el director de la oficina de equipamiento agrícola de la ciudad de Xiangcheng, también veterano del ejército, ha sido perseguido por su fe.

En 1996, le diagnosticaron cirrosis en estado terminal, y le pronosticaron tres meses de vida. Sin embargo, se recuperó totalmente en cuanto empezó a practicar Falun Dafa.

Su salud se vio truncada cuando, en julio de 1999, empezó la persecución contra Falun Dafa. Como funcionario del gobierno, tuvo que soportar una presión tremenda del régimen comunista. Para evitar que su familia se viera implicada en la persecución, escribió una declaración prometiendo abandonar su fe. Pero continuó practicando Falun Dafa en secreto. Uno de sus subordinados lo descubrió un día, y lo denunció a la policía.

Más de una docena de agentes se presentaron en su hogar una fría noche de invierno de 2001. Escalaron la tapia de su patio y forzaron su puerta.

El Sr. Wu no se encontraba en su domicilio. La policía sacó a su esposa, a sus hijos y a su nieto de 1 año de edad, de sus camas. Les ordenaron, al pequeño y al mayor de sus hijos, permanecer en la puerta de la casa, aunque solo llevaban puesto el pijama.

El oficial Ma Zhefeng blandió su arma, insistiendo en que quería saber dónde estaba el Sr. Wu. Su esposa aterrorizada le reveló que se encontraba cuidando de su madre, en su ciudad natal.

La policía no tardó en presentarse en casa de la madre del Sr. Wu y arrestarlo. Se lo llevaron sin prestar atención a las súplicas de la anciana.

Lo mantuvieron retenido en una habitación de un hotel de la localidad por más de un mes. Su mujer lo vio esposado a una silla cuando fue a llevarle algo de comida. Él contaría más tarde que había sido interrogado bajo tortura.

Cuando lo liberaron parecía débil y su aspecto era desaliñado. Consiguió mantener su puesto de director de la oficina, pero acabó tan traumatizado por la experiencia que dejó de practicar Falun Gong durante años.

Todos sus viejas enfermedades reaparecieron. Cuando los tratamientos médicos no le funcionaron, retomó la práctica de Falun Dafa, y enseguida se recuperó de nuevo.

Acto seguido, dimitió de su cargo para evitar ser presionado. En 2009, su madre necesitaba que la cuidaran a toda hora porque la operaron de cálculos biliares. Se repartieron turnos para encargarse de ella, él y sus hijos mayores. El Sr. Wu se encargaba de los turnos de la noche. Su madre falleció en 2013, a la edad de 92 años.

Muchos lugareños comentaban la suerte que había tenido de que su hijo fuera así, y se quedaron desconcertados cuando lo arrestaron esta última vez. Estaban perplejos. Se preguntaban por qué motivo una buena persona tenía que pagar ese precio por intentar mejorar su estado físico y mental practicando Falun Dafa.