(Minghui.org) El 8 de septiembre de 2017, cuando 2 mujeres eran juzgadas en una ciudad del noreste de China la mayoría de sus familiares fueron retenidos fuera del tribunal y sus abogados fueron acosados.
El 2 de abril de 2017, las Sras. Shi Jing y Shao Ying, ambas practicantes de Falun Gong de 40 años, fueron arrestadas. Habían estado conduciendo su coche cerca de una región turística en el condado de Taikang en la provincia de Heilongjiang. Desde entonces están detenidas.
En su juicio en la ciudad de Daqing en la provincia de Heilongjiang, sus abogados se declararon inocentes en su nombre. Las 2 mujeres también testificaron en su propia defensa.
Solo se permite un pariente por familia en la sala de audiencias
Varias docenas de oficiales de policía, incluyendo un alguacil de la policía del condado, fueron dejados fuera de la sala de la corte para mantener alejados a cualquier miembro de la familia u otros practicantes de Falun Dafa.
Eventualmente, una persona de cada familia pudo entrar. De los 27 escaños de la sala de audiencias, 25 fueron ocupados por personas asignadas por las autoridades.
Abogados acosados
Las familias de los acusados contrataron a un abogado local y otro de Beijing. El tribunal reportó los nombres de los abogados al comité de asuntos políticos y legales de la localidad, el cual presionó al abogado de la localidad y lo obligó a abandonar el caso 10 días antes del juicio. Las familias tuvieron que ir con otro abogado de la localidad. El comité también estableció ciertas reglas para el abogado de Beijing.
El día antes del juicio, las autoridades notificaron a los abogados que tendrían que pasar por una inspección de seguridad, aunque, según la ley, eso no es un requisito para los abogados. También se les dijo que no deberían llevar ordenadores portátiles o teléfonos móviles a la sala de audiencias. Los abogados tuvieron que someterse a una inspección antes de entrar en la sala el día del juicio.
Defensa
Las Sras. Shi y Shao fueron acusadas de “usar un culto para socavar el cumplimiento de la ley”, un pretexto estándar utilizado por el régimen comunista en su intento de incriminar y encarcelar a los practicantes de Falun Gong.
Sus abogados argumentaron dos puntos principales:
En primer lugar, en China no existe ninguna ley que penalice a Falun Gong, por lo que sus clientes nunca deberían haber sido arrestadas por ejercer su derecho constitucional a la libertad de creencias. El fiscal no especificó qué ley quebrantaron las 2 practicantes o cómo socavaron la aplicación de la ley;
Segundo, la posesión de libros de Falun Gong es legal. La administración general de prensa y publicaciones emitió avisos en 1999 para prohibir la publicación de libros de Falun Gong, pero los avisos fueron revocados por la administración general en 2011.
Las Sras. Shi y Sao también le contaron al tribunal cómo su salud y carácter mejoró después de que comenzaron a practicar Falun Dafa.
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Categoría: Hechos de la persecución