(Minghui.org) A mediados de agosto en 2017, durante 10 días se celebró el campamento de verano Minghui en Lot y Garona, un departamento francés situado en el suroeste del país entre los ríos Lot y Garona en Francia. Los jóvenes practicantes de Falun Dafa quienes participaron en el campamento disfrutaron de una intensa agenda, incluyendo el Estudio del Fa, los ejercicios en grupo, el aprender la danza y cultura tradicional chinas, el contar historias y demás actividades. Los practicantes adultos también mejoraron en su cultivación junto a los niños.

Comienzo del día con ejercicios en grupo

Cada día temprano en la mañana, con el sonido de fondo de los pájaros cantando, los niños practicantes junto con los adultos comenzaban el día con los ejercicios en grupo. Ellos estudiaban el Fa después de los ejercicios y realizaban una variedad de actividades durante el día. Los niños por las tardes, enviaban pensamientos rectos y compartían sus experiencias del Fa. Después de irse a la cama los niños, los maestros y padres voluntarios compartían sus experiencias entre ellos.

Ejercicios matutinos en el campamento de verano Minghui en Francia.

Clase de baile.

El campamento de verano siguió un calendario planificado perfectamente al minuto. Los niños de distintas edades contaban con diferentes clases cortas para descansar. Cada niño cumplía las clases programadas a tiempo.

Encontrar compañeros de cultivación en el campamento de verano

Las edades de los niños oscilaban entre 17 meses y 19 años. Robin, que se acaba de graduar de la escuela secundaria, dijo que llegó al campo en busca de cultivadores de su edad, para que puedan comunicarse entre sí y mejorar juntos. Él estaba feliz de encontrar en el campamento a compañeros practicantes de su edad.

Augustin, de 5 años de edad, esperaba con ansias el campamento de verano de Minghui cada año para poder jugar con sus y amigos practicantes. Solía ser bastante travieso, pero la práctica de cultivación de Falun Dafa lo ha convertido en un niño bien educado.

Oceane, de 6 años disfrutó de la danza clásica china y estaba ansiosa por las clases de baile.

Yangyang de 5 años solía tener problemas para comunicarse. Su médico pensó que tenía autismo. Los maestros del campo eran especialmente pacientes y nunca perdieron la confianza en él, a pesar de que era un reto para el manejo de la clase. Algunos maestros enviaron pensamientos rectos para él. Algunos recordaron a otros niños que lo trataran bien así como hacían los cultivadores de Dafa.

Durante el campamento de 10 días, Yangyang alcanzó una mayor concentración durante las clases. Podía plantear preguntas después de escuchar una historia y copiar los movimientos de la danza. Eventualmente se unió a los otros niños en la danza grupal, al ejercicio en grupo y al envío de pensamientos rectos. Otros niños tomaron la iniciativa de hablar con él y llevarlo a actividades. Yangyang poco a poco se convirtió en uno de los campistas felices.

Pequeña conferencia de intercambio experiencias

Una pequeña conferencia de intercambio de experiencias se celebró al final del campamento. Los practicantes de Falun Dafa decoraron la pared con papel dorado que habían hecho de Falun y compartieron sus entendimientos de cultivación con corazones puros.

Samentha dijo que la muerte de un miembro de la familia le había hecho comprender que todos jugaban en esta vida un papel fugaz. Ella sentía que como cultivadora, tenía una enorme responsabilidad y necesitaba pensar más allá de su propia familia y ser compasiva con todas las personas.

Nolan compartió su experiencia de cultivación.

El pequeño Nolan compartió su experiencia de encontrar coraje y aclarar los hechos de Falun Dafa a sus compañeros de clase. Había pedido permiso para ir a una conferencia de intercambio de experiencias en Nueva York. Antes de ir, su profesor le preguntó si diría a sus compañeros lo que visitó en los Estados Unidos. Preparó un texto presentando Falun Dafa. Aunque el maestro se olvidó por completo de esto, Nolan encontró el valor para recordárselo a su maestro, superó el miedo a que se rieran de él y leyó su presentación. Sus compañeros no se rieron. En cambio, dijeron que Nolan era muy amable.

Los maestros y los padres se ofrecieron voluntariamente para asumir el costo y trabajar en todo el campamento. Cocinaban, educaban a los niños y enseñaban clases. Cuando terminó el campamento, todos los adultos y niños sentían que habían hecho un gran progreso en su cultivación y estaban listos para vivir una nueva página en su vida.