(Minghui.org) Leí Zhuan Falun una vez en el último año de la escuela secundaria. La alenté a mi madre a practicar Falun Dafa ya que había encontrado que este Fa era realmente bueno. Sin embargo nunca pensé en practicarlo yo mismo hasta 2012, cuando tenía 26 años.
Después de comenzar la práctica, me vi involucrado en un accidente de auto y atravesé varias situaciones peligrosas. Cada vez experimenté el poder y la protección de Dafa.
Superando el yeli de pensamiento
En marzo de 2016 tuve un yeli de pensamiento muy malo. Supe que debía seguir los principios de Falun Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, pero los malos pensamientos continuamente ocupaban mi mente. No fui capaz de suprimirlos y dejarlos ir.
Sabía que solo estudiando más el Fa podía dejar ir mi yeli de pensamiento.
El Maestro dijo:
“El Fa puede revelar todos los apegos, el Fa puede erradicar todas las perversidades, el Fa puede exponer y eliminar todas las mentiras y el Fa puede fortalecer los pensamientos rectos. (Eliminen la interferencia, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).
Estudiando más el Fa, mi yeli de pensamiento se debilitó y mi cultivación volvió al camino.
Enfrentando una prueba a largo plazo
Poco después tuve que enfrentarme a otra prueba. Mis piernas y pies se sentían pesados y se hizo difícil caminar hasta el trabajo. Me tomaba treinta minutos lo que antes solo eran diez. Renuncié a mi trabajo para poder estudiar más el Fa y hacer los ejercicios. Todos los días salí a aclarar la verdad a la gente con mi madre y otros practicantes, luego estudiaba el Fa y hacía los ejercicios con los demás. Tenía un muy buen ambiente de cultivación.
Mi salud empeoró después que renuncié al trabajo. Mi pierna izquierda y pies se adormecían y eran pesados, sentía dolor cuando caminaba. Tenía un forúnculo en el pie izquierdo y noté heridas. Un líquido negro escapaba de ellas. Solo podía sentarme en posición de medio loto cuando practicaba el quinto ejercicio.
El Maestro dijo:
“Con los dizi repletos de pensamientos rectos, el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”. (Bondades entre el Shifu y los dizis, de Hong Yin (II))
Después de leer las palabras del Maestro, supe que si estaba en el Fa y pensaba en el Maestro cuando tenía dificultades, Él me ayudaría. Dejé ir todos mis malos pensamientos. Cada día estudié el Fa, practiqué los ejercicios y aclaré la verdad.
Cuando mis piernas mejoraron un poquito, comencé a sentarme en posición de doble loto. Varios días después las heridas se volvieron más pequeñas y mi salud mejoró. El Maestro estaba limpiando mi pie y mis piernas desde un nivel profundo.
Cuando mis parientes y amigos me vieron saludable, se sorprendieron. Una de mis tías le dijo a mi madre: “¡Falun Dafa es sorprendente! ¡Tu Maestro es grandioso!”.
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Categoría: Mejorándose uno mismo