(Minghui.org) Los practicantes de Falun Gong de Múnich se dieron cita en Marienplatz, en el centro de la ciudad, el 12 de agosto para difundir, al público en general, información sobre la actual persecución a la que se ve sometida esta práctica espiritual de la escuela Buda en China. Además de mostrar los ejercicios suaves de Falun Gong, los practicantes desplegaron carteles y pancartas para ilustrar los maltratos que tienen que afrontar por negarse a renunciar a su creencia.
Los practicantes generan conciencia sobre la persecución a la que se somete a Falun Gong en China, en la Marienplatz de Múnich, el 12 de agosto de 2017.
Muchos peatones se detuvieron para solicitar más información. Algunos leían los folletos, conversaban con los practicantes y firmaban las peticiones que instan a tomar acción en contra de la persecución, y que posteriormente serán remitidas a las Naciones Unidas.
Las personas se detienen en el puesto, interesados en conocer la verdad sobre Falun Gong.
Anna Kupferschlger, que trabaja en servicios dentales, se sorprendió al conocer la brutalidad con la que son tratados los practicantes en China y se interesó por el propósito de la petición. Uno de los practicantes le aclaró: “Nuestras iniciativas individuales pueden resultar infructuosas, pero si trabajamos unidos, nuestra energía, en conjunto, puede poner fin a la persecución”.
Kupferschlger, anonadada, dijo que la represión, especialmente la sustracción forzada de órganos a practicantes vivos en China, aprobada y regulada por el estado, es algo inaceptable. “No es algo que un ser humano haría”, añadió.
La gente firma las peticiones que instan a detener la persecución en China.
Manfred Debert, un profesional de la medicina jubilado, coincidía. Había escuchado hablar sobre esta atrocidad hacía algunos años, y apuntó que la sustracción forzada de órganos es un crimen contra la humanidad. También expresó interés en aprender Falun Gong después de observar los ejercicios suaves y relajantes que hacían los practicantes.
Un residente de la localidad, Thomas Wittman, agradeció la labor que hacían los practicantes al contarle a la gente las múltiples violaciones de derechos humanos que se llevan a cabo en China.
Thomas Wittmann, un directivo jubilado, firmó la petición y expresó que espera que se ponga fin pronto a la persecución y a los crímenes de sustracción forzada de órganos. Refiriéndose a las enseñanzas de Falun Gong de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, afirmó: “Son principios que la gente debería seguir. Cualquiera que actúe en contra de estos, está poniendo en peligro su futuro”.
Wittman agradeció a los practicantes que dieran a conocer la persecución a más personas. “Lo que ustedes hacen es darle a la gente otra oportunidad [para que cambien a mejor]. Y la gente la necesita”, concluyó.
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