(Minghui.org) Los practicantes de Falun Gong de varios países europeos realizaron el domingo una marcha y encuentro en Colonia, Alemania, para contarle al público local y turistas sobre la antigua práctica de cultivación y exponer la persecución que sufre en China.
La Banda Marchante Tian Guo actúa frente a la Catedral de Colonia antes de la marcha.
El desfile comienza en la Catedral de Colonia.
La gran marcha.
Demostración de los ejercicios frente a la catedral.
Conmemorando a aquellos que fueron torturados hasta la muerte durante la persecución.
Durante la última década practicantes de Falun Gong realizaron regularmente eventos frente a este famoso destino turístico, la Catedral de Colonia. Muchos turistas, especialmente aquellos de China, hablaron con ellos y cambiaron su opinión sobre Falun Gong.
Algunos practicantes tomaron la palabra en el encuentro después de la marcha.
Liu Wei, un miembro de la Banda Marchante Tian Guo, habló sobre su experiencia de persecución y tortura en China.
Hace diez años Liu Wei, antes de mudarse a Alemania, estuvo encarcelada por dieciséis meses en un campo de trabajo forzado de mujeres en Beijing. Fue forzada a trabajar duro durante dieciséis horas al día, y golpeada cruelmente.
Edgar Schmitz se entristeció por las experiencias de los practicantes.
Edgar Schmitz, un funcionario del gobierno alemán, escuchó los discursos. Estaba profundamente preocupado por las violaciones de los derechos humanos que están tomando lugar en China.
“Vivimos en un país libre, donde nuestros derechos son protegidos. Para una sociedad que garantiza los derechos humanos básicos de la gente, la persecución del partido comunista es verdaderamente impactante”, dijo.
“Es muy significativo que más y más chinos tengan el coraje de expresarse. Este evento llamó la atención de los chinos. La persecución está relacionada con todo el mundo”, agregó. “Siento que necesito hacer algo también. Debo contarle a mis hijos de veinte años sobre esto”.
Barbara Rundna-Kaminska lloró por los practicantes.
Barbara Rundna-Kaminska, una profesora de alemán, nunca había escuchado sobre la persecución. Estaba conmovida por los discursos. Con lágrimas en los ojos, ella y su esposo firmaron la petición condenando la sustracción forzada de órganos legitimada por el estado, una de las peores formas de persecución en China.
Turistas chinos leen los carteles de los practicantes.
Grupos de turistas de China pasaron por el evento. Muchos tomaron fotografías de cosas que no pueden ver en su país. Varios jóvenes estudiantes chinos estuvieron interesados en aprender esta práctica de cultivación y llevaron cuadernillos y volantes.
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Categoría: Manifestaciones pacíficas