(Minghui.org) En noviembre de 2014, fui a visitar a mi primo al hospital. Su tez era de un verde enfermizo y cuando me vio, lloró.
“Realmente me duele el estómago, y no puedo retener los alimentos”, dijo.
Le tomó una hora vestirse, y dos personas debieron ayudarlo para ir al baño.
El hospital del condado no tenía idea qué le pasaba, por lo que fue a otro nosocomio regional más grande. Pero tampoco ayudaron. Sólo dijeron que tenía una "mancha" en el pulmón.
Me senté con él, y me contó que esa mañana cuando estaba medio dormido, vio a cuatro hombres vestidos de negro tratando de arrastrarlo.
Le dije que recitara “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” cuando eso sucediera. Prometió hacerlo de la mejor manera posible. Le pedí a su familia que también lo hiciera.
Cuando hablé con el médico que lo había revisado, manifestó: “Lo más probable es que sea cáncer de pulmón. Lo sabré con certeza cuando tenga los resultados. Tal vez sólo le queden unas semanas”.
Al día siguiente la familia lo llevó al hospital de la ciudad, pero ya se sentía un poco mejor. Respiraba con menos dificultad y repentinamente tuvo apetito. Le diagnosticaron abscesos hepáticos y pulmonares, por lo que el médico sugirió cirugía. Ya que no podía pagarla, momentáneamente lo tuvieron en observación.
Nueve días después, mi primo se sintió lo suficientemente bien como para que le dieran el alta.
Cuando estuvo en su casa, nuevamente fui a verlo y le pedí que continuara recitando las frases que le había enseñado. Me dijo que lo había hecho todos los días desde entonce, y que para él habían sido un salvavidas.
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