(Minghui.org) Soy una niña de 13 años que comenzó a practicar Falun Dafa en 2015. Solía ser bastante débil y a menudo me resfriaba y tenía fiebre. Frecuentemente iba al hospital y me apodaron como "la enfermiza". Sin embargo, todas mis enfermedades desaparecieron poco después de empezar a practicar Falun Dafa. También me deshice de muchos malos hábitos, como el llanto, la terquedad y el consumo de comida chatarra.
Me clasificaba como una alumna escolar promedio, pero después de que empecé a leer Zhuan Falun, mi rendimiento en la escuela mejoró mucho. Mi mente parecía estar más clara, y me di cuenta de la importancia de estudiar el Fa.
Este verano, abandoné la idea de ir de vacaciones con mi padre, que trabajaba fuera de la ciudad. En cambio, me quedé en casa para estudiar el Fa. Leí Zhuan Falun cuatro veces, y vi al Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) en las conferencias de video y también las escuché en un CD. Además leí algunas de las enseñanzas del Fa en otras áreas, así como artículos de intercambio de experiencias de los practicantes en el sitio web Minghui.
Mi padre solía estar afuera todo el año, así que solo mi madre y yo estábamos en casa. Un día de junio de 2016, mi madre y mi abuela fueron arrestadas mientras distribuían materiales de Dafa. Mi abuela le tenía miedo a la policía y la obligaron a venir para que pudieran registrar nuestra casa.
Yo sabía dónde mi mamá había guardado los libros de Dafa, pero no le dije nada a la policía ya que sabía que mi madre estaba haciendo lo más recto. Lo que sea que la policía preguntaba, les dije que no sabía. Buscaron en todas partes pero no encontraron nada. Luego se fueron.
Experiencias mágicas
Aunque no he practicado Falun Dafa durante mucho tiempo, pude experimentar muchos momentos mágicos. Siento que Shifu está a mi lado todo el tiempo, cuidándome y viéndome madurar. Las siguientes son algunas de las historias que me gustaría compartir.
Aprendiendo a tratar amablemente a los demás
La moralidad humana se está deteriorando rápidamente, y en las escuelas, es bastante común que los padres sobornen a los maestros en las escuelas chinas, con la esperanza de que sus hijos reciban un trato especial. De lo contrario, serían ignorados, recibirían malos comentarios, serían regañados o golpeados por los profesores.
Mi madre es practicante de Falun Dafa y nunca sobornó ni les dio regalos a los maestros. Sin embargo jamás me regañaron o golpearon.
Cuando estaba en sexto grado, mi maestra me colocó en la última fila, sentada junto a un chico con el que a nadie le gustaba estar. Él estaba sucio y tenía un fuerte olor en su cuerpo. Muchos compañeros de clase lo intimidaban. Yo era muy compasiva al saber que sus padres trabajaban fuera de la ciudad y él vivía con su abuela.
Sin embargo, un mes más tarde, su olor empeoró, y realmente quería vomitar. No tuve más remedio que usar algunos pañuelos para tapar mi nariz. Quería que la maestra me cambiara de asiento, pero no dije nada.
Pensé que un practicante de Dafa debe ser amable. Si no me hubiera sentado a su lado, ¿quién lo haría? Tal vez esto fue arreglado por Shifu, para que fortaleciera mi compasión y tomara contacto con personas predestinadas. Tal vez podría ayudar a despertarlo.
He cambiado mi actitud hacia él, e incluso le expliqué algunos temas de las clases que él no entendía. Amablemente le sugerí que se bañara y se cambiara de ropa cuando pudiera. Nunca le mencioné nada de esto a mi madre.
Cuando estábamos a punto de graduarnos, mi madre me trajo algo para la escuela. Luego descubrió que yo estaba sentada al lado de un chico así. Ella estaba afligida y quería preguntarle a la maestra si podía sentarme en otro lugar, pero la detuve. Gracias a mi comprensión de los principios del Fa, pude ver esta situación de una manera positiva. Me senté con este chico por el resto del año.
Superando el ye de enfermedad
El invierno pasado, tuve fiebre alta. Mi cara estaba roja y ardiendo, me sentía mareada. No pude ir a la escuela por tres días. Mi madre dijo: “Esto no es una enfermedad. Tal vez esto surgió porque aflojaste en tu estudio del Fa”.
Mi madre me preguntó si quería escuchar las enseñanzas de Falun Dafa o ir al médico. Sin vacilar, respondí: "Estudiar las enseñanzas de Falun Dafa". Así que mi madre y yo escuchamos las enseñanzas de Dafa de Jinan. Al principio estaba acostada, pero en cuanto oí la voz de Shifu, me senté en posición de loto, con ambas piernas cruzadas. No fue fácil ya que mi cabeza todavía estaba dando vueltas, pero persistí y escuché atentamente.
Vi a un gran Buda sentado frente a mí sonriendo. Le dije a mi madre en voz baja: "El Maestro está aquí, sentado frente a mí y tiene una gran sonrisa". Entonces vi a Budas por todas partes; sobre la mesa, el sofá y el suelo, con ropa de color amarillo y azul. También se sentaron en posición de loto y escucharon respetuosamente la conferencia de Shifu.
¡Intenté mostrarle a mi mamá que había dioses y pusa por todas partes! Pero mi madre dijo: “No apuntes con los dedos. ¡Es muy irrespetuoso! Por favor, mantén tus manos frente a tu pecho para agradecerle a Shifu, ¡y darles la bienvenida a todos los dioses y fo!”
Me senté y escuché el Fa durante más de dos horas. La fiebre desapareció lentamente y todo mi cuerpo se sentía muy ligero. Después de la cena, escuché dos conferencias más. A la mañana siguiente me sentí fresca y cómoda.
A partir de ese día, ya fuera un invierno muy frio o un verano abrasador, ya no me resfriaba. Mi rendimiento escolar también fue cada vez mejor. En el último trimestre, obtuve las mejores notas y recibí dos premios.
Un fin de semana, mi madre y yo fuimos a la casa de mi abuela. Mi abuela me dio unos deliciosos pasteles. Cuando estaba a punto de dar un mordisco, vi la foto de Shifu frente a mí. Pensé: ¿No es una falta de respeto a comer delante del Maestro? Así que salí a comer los pasteles. En ese momento, tenía una úlcera en la boca, pero no sentí dolor cuando masticaba. Fui a sentir la úlcera con la mano, pero ya no estaba allí. Shifu incluso se ocupó de algo tan pequeño como eso. ¡Estaba realmente agradecida!
Siendo seleccionada para una muy buena escuela secundaria
Después de terminar la escuela primaria, mis padres querían que asistiera a una escuela secundaria privada, pero esta escuela en particular solo aceptaba lo mejor de lo mejor en el condado. La mayoría de las veces, la admisión de estudiantes era una cuestión de relación personal que los padres tenían con personas clave en la escuela.
No me atreví a inscribirme en la escuela porque pensé que no lo haría, pero mi madre fue a recibir el aviso de preadmisión de mi tía, cuya hermana era una de las maestras de la escuela. Sorprendentemente, todo fue muy bien. Mi madre ansiosamente me dijo que me preparara para el examen de ingreso. No pensé que lo haría, así que no estaba muy entusiasta.
Mi mamá me preguntó: “¿De qué tienes miedo? Eres una practicante de Dafa, y Shifu te está observando. No hay nada que no puedas hacer. Además, creo que debes ir a esta escuela”. Luego explicó que originalmente la notificación de preadmisión se había dejado de lado durante varios días para otro niño. Pero como el niño no la tomó, cuando mi tía fue con su hermana, ya estaba allí. Al igual que mi tía dijo: “Fue como si el aviso fuera para Xiaoyu”.
En ese momento, estudié las enseñanzas de Dafa durante el día y escuché las conferencias de Shifu por la noche. El día anterior al examen, mi madre me dijo que revisara un poco los temas y que me preparara para la prueba, pero insistí en primero terminar de escuchar las conferencias de Shifu. Alrededor de las 21:00, de repente vi un Buda sentado frente a mí sonriendo. Cuando quise mirarlo de cerca, desapareció. ¡Sentí que Shifu me estaba animando!
En el momento de terminar la conferencia ya era 21:30. Luego comencé a revisar los temas para el examen. En poco tiempo, comencé a sentir sueño. Entonces oí una voz que me llamaba. Me di cuenta de que el Maestro estaba limpiando el demonio del sueño que estaba interfiriendo conmigo. No sería digna de ser un practicante de Dafa si no estudiaba bien. Así que me quedé hasta tarde estudiando para el examen.
A la mañana siguiente, me desperté muy temprano, y mi madre me llevó a la escuela. Ella me dijo que no me preocupara y que no olvidara decir: “Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Repetidamente dije estas palabras mientras hacía la fila para ingresar al salón de exámenes.
Al principio estaba un poco preocupada, pero tranquilicé mi estado de ánimo y le pedí ayuda a Shifu. En poco tiempo, me calmé y completé el examen.
¡Por la tarde, me notificaron que la escuela me había aceptado! Mi mamá y yo sabíamos que fue Shifu quien me ayudó todo el tiempo. Realmente aprecié su cuidado.
A medida que fui creciendo, siempre me di cuenta de que mi madre era dura en casa y que incluso mi papá tenía que escucharla. Pero desde que mi madre fue arrestada el año pasado y detenida durante diez días por su fe, todos nuestros familiares y amigos comenzaron a tener pensamientos negativos sobre Dafa.
Mi papá incluso le gritó a mi madre por teléfono y la amenazó diciéndole que si mi trabajo escolar queda atrasado, mi papá la haría responsable.
En los primeros años, mi padre no quería volver a casa durante el Año Nuevo Chino. Traté de suplicarle y persuadirlo por teléfono. Finalmente llegó a casa en la víspera de Año Nuevo, pero siempre fue cruel con mi madre y la descuidó.
Esta vez, cuando papá escuchó que aprobé el examen y me aceptaron en una buena escuela, corrió a casa para felicitarme.
Aproveché la oportunidad para contarle algunos de los milagros de Falun Dafa, y cómo me he beneficiado de la práctica. Papá tenía una sonrisa cariñosa, y nuestros parientes y amigos también trataron a mi madre con admiración.
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