(Minghui.org) Hace poco, mientras viajaba en autobús, una de las pasajeras me preguntó mi edad y le contesté que tenía 81 años. Otra persona, en cuanto lo escuchó, corrió la voz. Toda la gente en el autobús empezó a mirarme fijamente. Empezaron a preguntar por qué razón aparentaba ser mucho más joven que la gente de mi edad, a lo cual les respondí con otra pregunta: ¿Quieren escuchar la verdad? Nadie podía imaginarse lo que tenía que contarles.
Les hablé sobre los beneficios de Falun Dafa y les dije que repitieran: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”, siempre que se encontraran en apuros.
Aceptaron todos los materiales informativos de Falun Dafa que llevaba conmigo, así como los programas para poder romper la censura del régimen chino en Internet, y navegar por páginas webs extranjeras.
Falun Dafa entró en mi vida cuando estaba tocando fondo
Antes de empezar a practicar Dafa en 1995, sufría de hipertensión renal y me había tenido que someter a una terapia hormonal, lo cual me causó un gran aumento de peso. Después de que mi marido falleciera, mi estado de salud empeoró y además de la hipertensión me diagnosticaron una cardiopatía. Me hospitalizaban frecuentemente. Como mi seguro de salud había vencido, los tratamientos me resultaban muy caros. Los médicos tampoco me pudieron ofrecer alternativa alguna.
Así que antes de que me dieran de alta en el hospital, conocí a un señor que me preguntó cómo me iba todo, y le conté mi triste historia.
Me sugirió: “Hay algo que puede ayudarle a salir de tanta miseria. Debe recitar sinceramente: Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.
No había escuchado nada parecido antes. No podía dar crédito a las palabras de este señor. Pero, me había dicho que tan pronto como recitara dichas frases con un corazón sincero, notaría sus poderosos efectos.
Así que me decidí y en cuanto empecé a recitar las frases, fui capaz de conciliar el sueño sin necesidad de tomar pastillas. Entonces, llamé a este hombre y le conté lo que había experimentado. Me envió una copia de Zhuan Falun. Al leer este libro mis ojos se abrieron y pude apreciar la inmensidad de Falun Dafa. Decidí empezar a practicar.
Sin miedo de la policía
Jiang Zemin, exlíder del régimen comunista, lanzó la persecución contra Dafa en 1999. Quemé incienso y le dije al Maestro: “No me permiten practicar Dafa, pero seguiré practicándolo y creyendo en el Maestro y en Dafa”.
Cuando veía los vehículos de la policía aparcados frente a mi casa, encendía el reproductor de cintas de casete y empezaba a hacer los ejercicios de Falun Dafa. Mi familia sentía un poco de miedo y me pedía que bajara el volumen.
“No voy a bajar el volumen”, les decía. “De todos modos, todo el mundo sabe que practico Dafa. No les tengo ningún miedo. Ahora estaría muerta de no haber sido por Dafa. Así, que no le temo a nada”. A pesar de todo, mi familia cerraba las ventanas.
Aclarando la verdad
Los practicantes locales, incluida yo, empezamos a aclarar la verdad sobre Dafa después del año 2000. Le explicábamos a la gente que el Maestro era inocente y que estaban persiguiendo a Dafa. Distribuíamos materiales informativos de Dafa, de puerta en puerta.
A veces, experimenté el poder de Dafa mientras distribuíamos materiales. Vivía cerca de un complejo residencial de las fuerzas aéreas. Los porteros me abrían los accesos sin preguntarme quien era, así que podía entrar y salir de los edificios residenciales sin poseer ninguna llave.
Viajé a mi ciudad natal, a Xinjiang, Heilongjiang, Hebei, Shanxi y a más provincias para aclararles la verdad a mis parientes y amigos, y repartir materiales informativos. También escribía en muros y en otros sitios: “Falun Dafa es bueno. El Cielo eliminará al partido comunista”. La mayoría de mis familiares renunciaron al partido.
Cuando intenté hablarle a un hombre sobre la persecución en una parada de autobús, no me quiso escuchar. Pero, después de decirle mi edad real y de verificarla mirándola en mi documento de identidad, cambió su actitud y quiso que le explicara la verdad sobre Dafa. Una vez dentro del autobús, anunció en voz alta que yo tenía 80 años, pero que parecía mucho más joven porque practicaba Dafa.
Comenté: “Me he beneficiado enormemente por practicar Dafa. Mi marido murió cuando tenía 50 años. Mi cabello se volvió gris. Pero, en cuanto empecé a practicar Dafa, mi pelo gris se volvió negro otra vez. Antes, tenía por todo el cuerpo manchas oscuras causadas por la vejez, pero también han desaparecido”.
Una mujer que iba de camino del hospital para recibir un tratamiento para el cáncern me agarró del brazo y me dijo: “He estado buscando practicantes desde hace mucho tiempo. He oído decir que Dafa es poderoso y que puede devolver la salud. ¡Es genial encontrármela hoy aquí!”.
Como no me quedaban materiales de aclaración de la verdad, le di un talismán con las palabras: “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Le dije que si repetía estas dos frases recibiría bendiciones. Me lo agradeció una y otra vez. Todos los pasajeros del autobús empezaron a repetir ambas frases.
Los beneficios de practicar Dafa
Una practicante me animó para que copiara a mano el libro Zhuan Falun. Le dije que no podría hacerlo. Me explicó que ya había superado muchas dificultades, así que esto no me resultaría difícil de llevar a cabo. Me compró varios bolígrafos y un cuaderno. Empecé a escribir. Me llevó un año y medio acabar de copiar el libro la primera vez. Lo he copiado repetidas veces desde entonces.
Cuando voy a comprar comestibles, no busco y elijo las mejores verduras. Cuando vieron mi comportamiento, algunos de los tenderos del mercado y algunos de sus clientes empezaron a practicar Dafa también.
Mi hijo solía ser un policía raso. Más tarde, fue ascendido a director. Es bondadoso y ayuda a aquellos que lo necesitan. Siempre que ve a la gente tirar los materiales de aclaración de la verdad, los toma y me los da.
Él y su hija salieron a dar un paseo en motocicleta, en 2003. Un camión gigantesco chocó con ellos, y salieron despedidos a 10 metros de distancia. Ninguno de los dos resultó herido.
El conductor del camión estaba muy asustado y los llevó al hospital. Mi hijo solo presentaba algunos arañazos pequeños. Su hija se encontraba en perfecto estado. Había ocurrido justamente lo que el Maestro había dicho: “...cuando una persona practica, toda la familia se beneficia...” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia).
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