Señor de Beijing casi es llevado a un centro de lavado de cerebro luego de ser liberado de prisión

(Minghui.org) El Sr. Jiang Xiandong iba a ser liberado el 20 de junio luego de servir dos años en prisión por negarse a renunciar a Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino. Pero recuperar su libertad no fue fácil.

El Sr. Jiang Xiandong. 

El Sr. Jiang Xiandong de 41 años de edad y oriundo de Beijing fue liberado de prisión a las 6:00 a.m. el 20 de junio. Su familia no estaba allí, ya que le habían dicho que lo pasaran a buscando a las 8:00 a.m. 

Al Sr. Jiang lo estaban esperando agentes de cuatro departamentos, incluyendo la oficina 610 local (una agencia extralegal con el objetivo de erradicar a Falun Gong), la estación de policía, el buró judicial de Daxing, y su lugar de trabajo, el buró de estadísticas de Daxing. 

Un supervisor de su lugar de trabajo lo recibió con una carta de despedida de la empresa, la cual se negó a firmar. Ya que no hay ley que criminalice Falun Gong, El Sr. Jiang cree que nunca debería haber sido puesto en prisión por su fe, y mucho menos debería tener que perder su trabajo. 

El grupo lo metió en un carro por la fuerza y lo llevó a un centro de lavado de cerebros de la localidad. Entonces se dio cuenta que las autoridades querían llevarlo a sesiones de lavado de cerebro para forzarle a renunciar a su creencia. 

Él se quejó diciendo: "No hay nada que pueda hacer que yo deje de practicar Falun Gong. Si no me liberan en 24 horas estan cometiendo un arresto en falso. Estoy muy débil ya que llevo dos años en prisión y necesito llegar a mi casa a descansar. Serán hechos responsables por cualquier cosa que me suceda. No le han dicho a mi familia lo que sucedió. Exijo llamarlos ahora mismo". 

Los agentes se dieron por vencidos y lo regresaron a la prisión justo a tiempo cuando su familia estaba llegando para recogerlo. 

El Sr. Jiang luego se enteró que es común que la prisión le de a las familias de practicantes de Falun Gong una fecha de recogida tardía, para así llevar directamente a los practicantes a centros de lavado de cerebro.