(Minghui.org) Varios funcionarios chinos de alto rango han sido removidos tras estar muy vinculados con la persecución a Falun Gong. Entre ellos: Zhou Yongkang, el ex zar de la seguridad china arrestado en diciembre de 2014 y condenado seis meses más tarde, y Li Dongsheng, acusado en 2013 y condenado a 15 años de prisión a comienzos de este año.

Y aún hay más. También está Liu Shunshan, ex jefe del departamento central de propaganda (2002-2012). A continuación detallamos brevemente cómo Liu y su departamento impulsó la represión nacional contra Falun Gong.

Involucrado desde el comienzo

Después de prepararse en la universidad central del partido, Liu fue nombrado vicepresidente del departamento de propaganda en 1993. Cuando se crea la oficina 610 en junio de 1999, se unió y fue el responsable de difamar a Falun Gong en los medios.

Bajo el liderazgo de Liu, los medios fabricaron y difundieron propaganda generando odio contra Falun Gong, como por ejemplo historias de practicantes asesinando a otros o cometiendo suicidio. La campaña confundió a un gran número de personas para que se opusieran a Falun Gong.

Una cobertura en especial fue el montaje de la falsa autoinmolación en la Plaza Tinanmen. Unas dos semanas antes, el 8 de enero de 2001, Liu organizó una conferencia en Beijing, en la que se discutieron planes para intensificar la persecución. En ese momento, la represión llevaba 17 meses y había perdido el impulso necesario, y mucha gente ya la cuestionaba desde el punto de vista legal.

Usando la farsa de la autoinmolación, Liu y Li Dongsheng revivieron la represión y la llevaron a un nivel nacional sin precedentes. Siguiendo las órdenes de la oficina 610 y el departamento de propaganda, miles de periódicos, revistas, y canales de televisión en toda China empezaron a difamar a Falun Gong. En seis meses, se publicaron más de 300.000 artículos difamatorios.

Al igual que Li y Zhou, Liu Yunshan fue promovido en 2002 por Jiang Zemin al puesto de ministro del departamento de propaganda. En los tres años siguientes, el número confirmado de trasplante de órganos realizados en China aumentó rápidamente, una tendencia que corrobora la sustracción de órganos a practicantes vivos de Falun Gong encarcelados.

Propaganda expandida y censura en las noticias

Además de las noticias en los medios, Liu también dio la orden para que los funcionarios exhibieran ataques a Falun Gong a nivel nacional. Estas exhibiciones intensificaron la persecución en muchas ciudades y llegaron hasta Hong Kong en 2012, provocando ataques de odio liderados por la asociación juvenil “Youth Care Association”.

Varias actuaciones dramáticas para televisión y material de lectura se usaron para atacar a Falun Gong bajo las órdenes de Liu. Ni siquiera los niños quedaron libres de esto: la propaganda anti-Falun Gong también se incluyó en los libros de texto escolares.

Liu reprimió todas las voces positivas. Los libros de Falun Gong fueron quemados sin permitir reportes positivos, y los periodistas extranjeros fueron silenciados. Cuando los practicantes en Changchun, provincia de Jilin, emitieron un video sobre la persecución en marzo de 2002, se encontraron frente a una represión sin precedentes: unos 5.000 practicantes fueron arrestados.

Liu también instó a los científicos a atacar a Falun Gong y ordenó a los psicólogos que desarrollen estrategias para el lavado de cerebro a los practicantes detenidos.

Todos estos esfuerzos construyeron una red nacional y sistemática que confundió al pueblo chino durante casi 17 años. Liu Shunshan es uno de los mayores instigadores responsable de este genocidio que se inició contra Falun Gong en China hace 17 años.