(Minghui.org) Christian Carpineta de Italia con 26 años de edad se paró frente algunos carteles cerca de la Torre Eiffel para leer sobre la brutal persecución a Falun Dafa en China. Comenzó a realizar preguntas a algunos practicantes que estaban allí sensibilizando sobre como esta practica estaba siendo perseguida desde 1999.

Conociendo que Falun Dafa está basado en la cultura tradicional china con principios fundamentales de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, Carpineta comentó. “Esto no solo es un tesoro de China, es el tesoro del mundo, el tesoro de la humanidad”.


Muchos visitantes leen los carteles y la información sobre la persecución de Falun Dafa en China.

Carpineta, uno de los muchos que se detuvieron ante la pancarta de Falun Gong el 26 de junio, actualmente reside en Nantes en el oeste de Francia, y trabaja en una residencia de ancianos. Dijo a un practicante que era la primera vez que se enteraba sobre la persecución.

“Prestó especial atención a la persecución, especialmente contra la creencia de las personas. China ha sido un lugar especial en la historia. Sin embargo, debido a la Revolución Cultural, sus creencias espirituales son perseguidas y las reliquias históricas destruidas. El país ha llegado a ser un sitio peligroso”.

Animó a los practicantes a que continúen con sus esfuerzos, dijo: “Necesitamos hacer que más personas sean conscientes de lo que está sucediendo en China y mantengan esta práctica”.


Muchos visitantes leían los carteles y hablaban con los practicantes.

Carlos Meldenes firmó la petición para pedir por el fin de la persecución después de conocer sobre la sustracción de órganos sancionada por el estado de China, a practicantes vivos de Falun Gong encarcelados por su fe.

“Esto es un crimen de genocidio, una matanza sangrienta. Si esto es hecho por el régimen, entonces el régimen es culpable”, Meldenes dijo esto en tono de indignación. “Deben dar a conocer a todo el mundo que el régimen comunista chino está cometiendo un crimen contra la humanidad”.

Cecile de 80 años de París, una mujer cristiana sabía de la persecución religiosa. Después que firmó la petición dijo: “Quiero ayudarles a luchar por sus derechos. Están haciendo un gran trabajo. ¡Sigan así!”.