Maestra retirada luce pálida y sombría después de tres meses de no tener permitido ver a su familia

(Minghui.org) La Sra. Pei Shanzhen de 72 años, fue sentenciada a cuatro meses y medio de prisión en agosto de 2012 por su creencia en Falun Gong. Fue privada de su derecho a recibir visitas familiares por tres meses, desde noviembre de 2015 a enero de 2016, porque se negó a renunciar a su fe.

Su familia pudo verla de nuevo en febrero de 2016. Unos cinco o seis guardias se pararon a su lado y los funcionarios del comité residencial estaban con su hijo durante la visita. La visita duró 20 minutos, y ellos frecuentemente interrumpieron su conversación.

Debido a la estricta vigilancia, su hijo no pudo saber qué le pasó, pero era obvio que había perdido mucho peso y sus reacciones eran mucho más lentas. Estaba pálida y lucía sombría.

Visitas previas

Al esposo de la Sra. Pei y sus dos hijos les dijeron que podían visitarla siete meses después de ser encarcelada, el 18 de abril de 2013.

Antes de entrar en la sala de visitas, tuvieron que firmar una declaración prometiendo no hablar de Falun Gong o temas relacionados durante la visita. Había un gran vidrio separándolos, y tenían que usar un teléfono para hablar entre ellos.

La Sra. Pei le dijo a su familia que solo recibió una de las dos cartas que ellos le enviaron. La otra fue confiscada por los guardias.

Durante la visita de su hijo en abril de 2014, le dijo que los guardias intentaron forzarla a renunciar a su fe.

Enjuiciada secretamente y apelación negada

La Sra. Pei, una maestra retirada, fue arrestada el 14 de junio de 2012, solo por hablar con la gente sobre Falun Gong y la persecución. El 28 de agosto de 2012, fue enjuiciada secretamente.

Su familia y el abogado fueron notificados del juicio recién el 14 de diciembre de 2012, por la corte de Jing’an.

La Sra. Pei pidió que su familia pudiera asistir, pero se lo negaron. En el juicio, el fiscal no presentó ninguna evidencia de que hubiera repartido materiales de Falun Gong.

Su familia apeló en su nombre, pero la corte alta local mantuvo el veredicto.

Antes de su último encarcelamiento, recibió dos años de trabajo forzado en 2001 y cuatro años de prisión en 2005.