(Minghui.org) Me cultivé durante largos años en China, y luego tuve la oportunidad de irme al exterior.
Viví dos ambientes de cultivación marcadamente diferentes. Bajo la brutal persecución, el ambiente era duro y difícil. La mayoría de los practicantes pueden hacerlo bien bajo la presión. En un ambiente de cultivación más relajado en el extranjero, depende de mi ser estricta conmigo misma.
Comencé a trabajar como personal a tiempo completo en marketing en una radio al poco tiempo de llegar. Continué con mi esquema disciplinado. Además de los ejercicios diarios en casa, también iba a sitios turísticos para hacer una hora de ejercicios durante mi receso de almuerzo.
Cuando estuve en China memoricé seis lecciones de Zhuan Falun. Esto se interrumpió durante un tiempo cuando vine al extranjero, pero luego continué. Además de leer una lección por día, utilicé cada momento que tuve—al caminar, conducir, al esperar en una cola—para memorizar el Fa, uno o dos párrafos por día. Estoy por terminar la lección ocho ahora. Esto hizo que mi envío de pensamientos rectos diario fuese más fácil, y puedo hacerlo dentro de los horarios fijos sin problema.
Balanceando la cultivación con el trabajo
Cuando comencé a trabajar me sentí muy ansiosa en esta tierra poco familiar. Dediqué mucho tiempo a aprender sobre marketing. Hice incontables llamados diariamente para generar reuniones de ventas. Solo después de poner la cultivación primero es que las cosas comenzaron a rodar. Me di cuenta que podía concretar muchas reuniones fácilmente, y que una vez que me encontraba con los clientes, las negociaciones y contratos también comenzaban a cerrarse.
Un día, me fijé en una potencial cliente online. Ella estuvo muy interesada en publicitar en la radio y no dejó de agradecerme, como si hubiese estado esperando que la llame ese día. Rápidamente firmó un contrato grande con nosotros.
Lo que logré en un mes fue la suma de seis meses de trabajo del año anterior. Ahora tengo un entendimiento más profundo sobre las palabras de Shifu: “No busques nada y obtén de forma natural” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Europa)
Aprendiendo las lecciones del Fa y poniéndolas en práctica
Shifu nos enseñó:
“¿Cuántos de ustedes aquí sentados pueden permanecer tranquilos cuando alguien los señala inesperadamente y los regaña? ¿Cuántos de ustedes pueden permanecer serenos y buscar la razón de su parte cuando se enfrentan con la crítica y el reto de otros?” (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles)
Cada vez que leo esta enseñanza le prometo a Shifu que “lo haré”.
A menudo quiero generar conciencia sobre la persecución en cantonés a los turistas. Un día un practicante me prestó su grabación en cantonés de los “Nueve comentarios sobre el partido comunista” y “Eliminar la cultura del partido”. Ella quería que los copiase a mi computadora, pero puso énfasis en que se los devolviese al día siguiente para que pudiese utilizarlos para aclarar la verdad a los turistas.
Resultó que yo tenía un compromiso al día siguiente, así que le pedí a otra persona que se los llevase. Dos días después, cuando fui allí a hacer los ejercicios, ella estaba molesta conmigo y me preguntó por qué no le había devuelto las grabaciones, y me pidió que se las llevase inmediatamente.
Me sentí mal y regresé para buscar las grabaciones, y no pude evitar sentir rencor hacia la persona que no lo había hecho. Inmediatamente me di cuenta de que eso era una interferencia. Yo estaba apunto de cerrar un gran contrato, y se estaba generando un revuelo por algún motivo.
Cuando recordé mi promesa hacia Shifu, me calmé. Fue mi responsabilidad hacerlo, pero le pedí a otro que los lleve. La otra practicante tampoco pudo llevar a cabo su responsabilidad. Me di cuenta de que esto había sido arreglado para cultivar mi sentido de responsabilidad, y para cultivar mi pereza. Encontré las grabaciones y tomé completa responsabilidad de mis acciones.
Todo y todos con quienes me encuentro me enseñan y me ponen a prueba. Con cada situación el contenido puede ser distinto, pero refleja cuánto estoy dispuesta a mirarme internamente, cuánto creo en el Fa y en Shifu, y cuánto puedo cooperar y coordinar con otros.
A veces las cosas parecen imposible de lograrse, pero se convierten en un proceso fluido una vez que me miro internamente. Me he cultivado por tantos años, así que ya no hablo mucho acerca de mirarse internamente—son las acciones las que cuentan.
Me di cuenta de que mirarse internamente es un reflejo del estado de uno. Sin importar qué escuche o note, descubro lo inadecuado en mi y o rectifico. Mirarse internamente es incondicional. Aun cuando la culpa la tenga otro, una parte en mi necesita ser rectificada también.
Cuando logro hacerlo de esta forma, ya no mido a otros con el estándar del Fa para señalar cuán equivocados están. Solo observo mi problema, y me siento más liviana y feliz.
Por ejemplo, cuando intenté memorizar las enseñanzas del Fa, solía molestarme si mis hijos hacían ruido. Ahora pienso que es hora de poner a prueba mi habilidad de memorizar aun en entornos distractores. Así, rápidamente me calmo y no soy afectada.
Me siento feliz y encantada en el día a día. Todo con lo que me encuentro es una oportunidad para elevarme y mejorar. Estoy agradecida con Shifu por la oportunidad de cultivarme, de regresar, y de cumplir con mi voto.
Esta es mi experiencia. Por favor señalen cualquier falla.
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Categoría: Caminos de cultivación