(Minghui.org) “El independiente” de Singapur publicó un artículo en las noticias titulado: “La resistencia de Falun Gong por sobrevivir” el 30 de agosto de 2016. En el artículo destacó que tras los 17 largos años de persecución de Falun Gong, lanzada por Jiang Zemin, el ex líder del partido comunista chino en 1999, los practicantes han sido sometidos a despidos en el trabajo, encarcelamiento, tortura e incluso la sustracción forzada de sus órganos vitales.

A pesar de la brutal persecución en China, sin embargo, la práctica continúa creciendo a nivel mundial, donde los practicantes están contrarrestando la persecución a través de manifestaciones pacíficas en forma de apoyo.

Debajo está el texto entero del reporte:

La resistencia de Falun Gong por sobrevivir

La sobrevivencia de Falun Gong después de 17 años de persecución.

Las medidas severas sobre Falun Gong empezaron hace un gran tiempo atrás. Diecisiete años después, la persecución aún continúa.

Esta estimado que por lo menos de 1.5 millones de seguidores han sido asesinados desde el 2000. Muchos practicantes han sido encarcelados, convirtiéndose en prisioneros de conciencia.

Falun Gong, o Falun Dafa, es una práctica de meditación china, propagada a través de China durante la década de 1990. Sus practicantes la consideran como una disciplina espiritual pacífica con tres principios fundamentales en Verdad-Benevolencia-Tolerancia, en la tradición del Budismo. Antes de 1999, la práctica era fácilmente aceptada por las personas y las instituciones estatales por mejorar a la sociedad y la salud pública.

Pero bajo el mando de Jiang Zemin, el partido comunista chino (PCCh) prohibió Falun Gong en 1999. El gobierno lanzó una campaña de persecución que generó masivas violaciones de derechos humanos e incontables muertes.

Diferentes reportes desde dentro de China reveló que más de 930 practicantes fueron encarcelados tras falsos juicios desde junio del 2015 solamente. Decenas de miles de practicantes más son confinados en centros de detención, “cárceles negras”, o quedan aislados para evitar secuestros ilegales.Otros fueron despedidos de sus trabajos, arrojados dentro de campos de trabajo y forzados a vivir en la pobreza.

De acuerdo con el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional (AI), la tortura está extendida ya que estos funcionarios o agentes ilegalmente fuerzan a los practicantes de Falun Gong a renunciar a su fe.

El gobierno chino ha estado a la defensiva sobre las acusaciones de persecución a los seguidores creyentes. Niegan las acusaciones, pero se opusieron abiertamente al movimiento.

Un reporte de una investigación reciente reveló que doctores chinos están llevando a cabo decenas de miles de cirugías de trasplantes de órganos cada año.La mayoría de esos órganos provienes de practicantes de Falun Gong quienes son detenidos ilegalmente e incluso asesinados por sustraerles sus órganos por la creciente industria del turismo médico.

Cientos de abogados han representado a los practicantes de Falun Gong en la corte y cuestionado la legalidad de sus tratos. Miembros de la sociedad civil dieron un paso al frente al firmar las peticiones para presionar la puesta en libertad de practicantes de Falun Gong. Incluso la policía en algunas provincias se niegan a arrestar a seguidores de Falun Gong, de acuerdo a fuentes de reportes de Freedom House.

A pesar de la persecución, decenas de millones de personas en China siguen practicando Falun Gong, usualmente en sus ámbitos privados. Estimaciones insinuaron que hubo más de 100 millones de practicantes de Falun Gong antes de 1999. El número exacto de practicantes de Falun Gong es difuso desde que no hay un registro de miembros.

Ryan Manuel, un compañero de investigación estratégica en el Centro Australiano para China en el Mundo en la Universidad Nacional de Australia (ANU) dijo que es imposible saber el número preciso de seguidores de Falun Gong.

“Ellos aseguran una enorme cantidad de miembros, pero… tú debes practicar en secreto dentro de China”, él fue citado en un artículo online en ABC.

“Ellos son una organización prohibida, pero una organización prohibida que a menudo manifiesta y protesta públicamente”.

Practicantes como Wei insisten que Falun Gong es una práctica espiritual de meditación y no una religión”.

“Aunque algunas personas pueden ver de esa manera a Falun Gong, no pensamos que sea así porque lo consideramos como un estilo de vida. Es nuestra vida cotidiana”, dijo Wei.

En 2014, se realizó una manifestación en Canberra, Australia por protestantes durante la visita de Xi Jinping al Parliament House. Querían atraer la atención por el trato a los practicantes de Falun Gong en China.

Holly Wei, practicante de Falun Gong quien participo en la manifestación, fue citada en el artículo online en ABC: “Tan solo queremos que nuestras voces sean escuchadas y que nuestro mensaje sea enviado”.

“Falun Gong es una práctica espiritual de meditación basada en la guía de los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, que son valores universales”, dijo.

Los protestantes deliberadamente fueron a las calles donde Jinping estaba en Australia por una visita del estado.

“Solo queremos que el [Xi Jingping] vea el mensaje… que es para ayudar a parar la persecución en China. Nosotros sabemos que él no es responsable de esto, pero nos gustaría que ayude a terminar esta persecución en contra de la humanidad”,dijo.

Falun Gong ha extendido sus alas a muchas esquinas del mundo.

El último mes, cientos de oficiales de la policía se congregaron en la ciudad de México para practicar Falun Gong como medio de reprimir la violencia. Más de 600 miembros de la unidad de seguridad de la escuela participaron en sesiones de entrenamiento por un tiempo sin precedentes.

Laura Martínez Coca, una oficial de policía en cargo el entrenamiento dijo que la meditación hizo que los oficiales estén más relajados y pacientes por el resto del día. La policía Adrián García dijo que se sentía liviana”.

A pesar de los 17 años de opresión, las raíces de los esfuerzos de Falun Gong siguen dando frutos. Sus seguidores continúan difundiendo la práctica y están creciendo en número. Los miembros están tomando pasos pacíficos para desafiar a las políticas de persecución del estado y promover los valores tradicionales de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.