(Minghui.org) La Sra. Cui Cuixia ha sido arrestada seis veces por las autoridades chinas debido a que se niega a renunciar a su fe en Falun Dafa. Desde 1999, ha pasado ocho años y ocho meses en prisiones, campos de trabajo forzado, y centros de detención. Actualmente está sirviendo una sentencia ilegal de cuatro años en prisión que termina en abril de 2016. A lo largo de esta ha soportado torturas brutales.

La Sra. Cui comenzó a practicar Falun Dafa en la primavera de 1999. En meses, la práctica la ayudó a recuperarse de una severa hepatitis B, mastitis, y erosión uterina. Con Falun Dafa sintió que le dieron una segunda vida.

Poco después de que comenzara la persecución en julio de 1999, decidió defender la práctica. Fue arrestada en octubre de 1999 después de ir a Beijing para apelar por su derecho a practicar.

En junio de 2000, fue arrestada en el trabajo y enviada a un campo de trabajo por un año. Como se negó a renunciar a su fe, el campo la mantuvo cinco meses extra.

Veinte días después de ser liberada, la policía la arrestó de nuevo en su casa. La Sra. Cui realizó una huelga de hambre por nueve días hasta que la policía la liberó. En septiembre de 2002, fue arrestada por cuarta vez y torturada por 10 días en un centro de lavado de cerebro.

Después de ser liberada, tuvo que mudarse con frecuencia para evitar la persecución. Pero la policía la encontró y la arrestó de nuevo en abril de 2004. Fue detenida en un campo de trabajo forzado por cuatro años.

En abril de 2012, cuando estaba repartiendo material informativo sobre la persecución a Falun Dafa, fue denunciada a la policía y arrestada. Fue sentenciada a cuatro años de prisión. Ahora está detenida en la primera prisión para mujeres de la Región Autónoma de Mongolia Interior. Su esposo murió dos días antes de ser transferida a la prisión, pero no le permitieron ir al funeral.

Lo siguiente son algunas de las formas de tortura que la Sra. Cui tuvo que soportar.

Colgada en el aire

Fue colgada con las manos esposadas detrás de su espalda y los pies sin tocar el piso. Después de desmayarse, los guardias la bajaron hasta que recobró la consciencia y la volvieron a colgar.

Representación de la tortura colgada en el aire

Alimentada a la fuerza

Alrededor de ocho prisioneros sostuvieron su cabeza y cuerpo. Pellizcaron su nariz, luego la alimentaron a la fuerza. Se ahogó y no podía respirar.

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Representación de la tortura alimentación forzada

Arrastrada del pelo

Una vez fue arrastrada del pelo para atrás y adelante en el pasillo. Los guardias no pararon hasta que se desmayó. La movieron a su celda, donde le aplicaron descargas eléctricas en la cara y la boca con picanas eléctricas.

Representación de la tortura arrastrada del pelo.

Pateada en la cabeza

La patearon hasta que cayó. Un guardia le pateó la cabeza y luego se paró sobre la misma.

Cama de la muerte

Sus brazos y piernas fueron esposados a las cuatro esquinas de una cama de metal.

Ilustración de la tortura cama de la muerte.

Manos y pies encadenados juntos

Sus manos y pies fueron encadenados juntos, no permitiéndole sentarse ni pararse.

Representación de la tortura manos y pies encadenados juntos.

Marcha militar y azotes con tubos de plástico

Fue forzada a desfilar con pasos militares, levantando sus piernas. Fue forzada a marchar por 2-3 horas. Si se detenía, el guardia la azotaba con un tubo de plástico de 4 cm de diámetro.

Pato caminando

Fue forzada a sentarse en cuclillas, con ambas manos detrás de la espalda, llevando 27 kilos de maíz comestible. Tuvo que caminar para adelante y para atrás en esta posición toda la mañana. Luego la obligaron a hacer marchas militares.

Salto de rana

Varios practicantes fueron forzados a sentarse en cuclillas juntos con una persona detrás que le sostenía las orejas. Tenían que saltar juntos. Sus orejas sangraban y comenzaron a desprenderse.

Expuesta al frío

Durante las noches heladas de invierno, la desvestían. Los guardias le encadenaban las manos y piernas juntas para que no pudiera estirar su cuerpo, luego le empujaban su cabeza dentro de un  inodoro.

Rociada con vapor de agua a presión

La forzaron a sentarse en el piso. Los guardias le rociaron la cara con vapor de agua a presión. Era sofocante y extremadamente doloroso.