(Minghui.org) A pesar de las heridas sufridas por el abuso, amarraron a la Sra. Wang Jiping a la cama y los reclusos del campo de trabajo forzado de Judong, la arrastraron para un lado y para otro por el piso, por órdenes de los guardias. Ella gritó del dolor, pero los perpetradores continuaron arrastrándola varias veces en el día durante un mes. Eventualmente quedó completamente paralizada.

La Sra. Wang no está sola. Muchos practicantes de Falun Gong detenidos también han sido sometidos a la tortura de ser arrastrados por negarse a renunciar a sus creencias.

Los perpetradores generalmente aplican estas torturas bajo condiciones climáticas extremas, para así potenciar el sufrimiento de sus prisioneros. Estando detenida en el campo de trabajo forzado de Masanjia, la Sra. Xin Shuhua de Benxi, provincia de Liaoning, fue despojada hasta de su ropa interior, y luego arrastrada en un piso con hielo durante el invierno.

Estando detenida en el campo de trabajo para mujeres de Nanmusi, la Sra. Wu Houyu fue sometida a la tortura de ser arrastrada en los calientes días de verano en la provincia de Sichuan. La temperatura ya había llegado a 39ºC cuando comenzaron a arrastrarla por el piso duro, hacia atrás y delante, durante varios días. Su cuerpo lacerado estaba cubierto de pedazos de ropa que se habían fundido con sangre y carne despedazada, además de mugre del piso.

La tortura de arrastrar normalmente se hace sosteniendo alguna parte del cuerpo (manos, pies o pelo), o algún objeto pegado a su cuerpo (ropa, bufandas, esposas, o cadenas). La víctima es arrastrada hacia atrás y adelante sobre diferentes superficies. También hay situaciones donde los perpetradores arrastran a la persona por las escaleras, de arriba hacia abajo y viceversa.

Arrastrado de la bufanda o collar

El Sr. Pan Xujun se encontró con retaliación cuando hizo una huelga de hambre en mayo de 2009 en protesta por su detención ilegal en la prisión de Hongzehu. Los guardias echaban agua en el ya congelado piso durante los meses de invierno, y lo arrastraban del collar de la remera. En varias ocasiones el Sr. Pan casi termina ahorcado.

La Sra. Zhang Shuxia de Shenyang sufrió una tortura similar mientras estuvo detenida en la prisión para mujeres de Liaoning en 2005. La entonces mujer de 60 años, recuerda su ordalía: “Enrollaron la bufanda en mi cuello y me arrastraron por el piso tirando de la bufanda. En poco tiempo me desmayé por la sofocación”.

Arrastrada del pelo

Representación de la tortura arrastrada del pelo.

Dos guardias del campo de trabajo forzado de Tumuji en Mongolia Interior, agarraron a la Sra. Tan Liyun del pelo y la sacaron de su celda arrastrándola. Sus talones pronto empezaron a sangrar, y sus ropas se rompieron. Otras siete practicantes mujeres fueron torturadas del mismo modo, el 6 de junio de 2000.

El Dr. Liu Xiaorong fue arrastrado del pelo por las escaleras  al taller de la prisión, cientos de metros a lo lejos. Los guardias de la prisión Nº 2 de Shijiazhuang le llenaron la boca con toallas llenas de heces para mantenerlo quieto. El Dr. Liu fue torturado así todos los días de mayo 2001. Por la sangre de sus heridas, todo el camino quedó manchado.

Después que la Sra. Zhao Huijun de Benxi, provincia de Liaoning se negó a firmar la declaración de renunciar a Falun Gong, los guardias la tomaron del pelo y la arrastraron por una pileta de agua. Luego lo llamaron “nadar”.

Sra. Ma Zhongbo.

Guardias del campo de trabajo forzado de Wanjia una vez intentaron mover a la Sra. Ma Zhongbo al pabellón de hombres, pero ella se negó firmemente. En represalia, una guardia la tomó el pelo y la arrastró por el piso de arena, dejando su cuerpo con cortes y moretones.

Arrastrada de las extremidades inferiores o de cadenas

Representación de la tortura arrastrada de los pies.

El Sr. Zhao Fei de Dalian, provincia de Liaoning, en el 2007, después de realizar una huelga de hambre para protestar por su detención ilegal en el campo de trabajo forzado de Masanjia, quedó extremadamente débil. Entonces los guardias ordenaron que los reclusos lo arrastraran de los pies desde la celda del cuarto piso, a la cafetería en planta baja. Hicieron esto tres veces al día por más de diez días seguidos, lastimando severamente al Sr. Zhao. Su sangre quedó en todo el camino desde las escaleras hasta la planta baja.

Los guardias de la prisión de Lanzhou le colocaron cadenas al Sr. Wang Yongming, las cuales ajustaron al punto de cortarle la carne. Luego ordenaron a los reclusos que lo tomaran de las cadenas y lo arrastraran de un lugar a otro causándole un dolor tremendo.

Las Sras. Zhou Cuimei y Xin Shuzhen una vez estuvieron detenidas en un centro de lavado de cerebro en el condado de Wei, provincia de Hebei, por negarse a renunciar a su fe en Falun Gong. Los guardias allí mojaron el piso y arrastraron a las mujeres de los pies, hacia atrás y delante, para “secar” el piso. Apenas podían respirar por la tortura, pero simplemente las arrastraron hasta su celda y las dejaron ahí tiradas sin tratamiento médico.

Arrastrado de las extremidades superiores

Representación de la tortura arrastrado por las escaleras.

La Sra. Zhu Guiling, De Changde, provincia de Hunan, fue sometida a tortura en el campo de trabajo forzado de Baimalong. Durante su huelga de hambre contra la persecución, los perpetradores la arrastraron todos los días de los brazos hacia atrás desde el tercer piso a la plana baja, donde le insertaban líquido por intravenosa. Como resultado todo su cuerpo estaba cubierto de raspones y moretones.

Xu Shiqian (secretario del PCCh del comité de asuntos legales y políticos del pueblo de Baiguo en Macheng) una vez ajustó las manos del Sr. Qiu Bingluo, un practicante de Hubei, a una moto. Xu encendió la moto y salió, arrastrando al Sr. Qiu detrás. Cuando el Sr. Qiu se desmayó por el dolor, Xu le echó agua fría para despertarlo y luego seguir andando.

Arrastrado de las manos y pies

A la Sra. Cao Yixiang le prohibieron usar el baño cuando se negó a renunciar a Falun Gong. Como resultado se mojó los pantalones, y entonces los guardias les ordenaron a los reclusos que la tomaran de los pies y manos y la arrastraran para limpiar el pis del piso.

La Sra. Xin Shuhua fue arrastrada de atrás para adelante entre su celda y la cafetería a la hora de cada comida todos los días mientras estuvo detenida en el campo de trabajo de Masanjia en diciembre de 2005. Camino a la cafetería, los guardias la arrastraron por las escaleras desde las cadenas en los pies boca abajo. El camino de 300 metros desde la cafetería hasta su celda es de grava. La Sra. Xin se lastimó severamente y todo el camino quedó cubierto de sangre.