(Minghui.org) “Tomó siete años para que el número de chinos que renunció al partido llegara a los 100 millones, desde fines de 2004 a agosto de 2011. No obstante los segundos 100 millones solo llevó tres años y medio”, anunció el Sr. He en una manifestación el 11 de abril de 2015, Oakland, Nueva Zelanda.

Como vocero del Centro de Servicios Globales para Renunciar al PCCh, ofreció las felicitaciones de la organización a los 200 millones de chinos que han escogido renunciar a su membresía de las organizaciones comunistas, y de este modo se libraron del control mental del partido.

Más de 50 turistas de China continental renunciaron al PCCh y sus dos organizaciones afiliadas, la liga juvenil y los jóvenes pioneros, durante la celebración que se realizó en la plaza Elizabeth en el centro de la ciudad.


Transeúntes miran la actuación de la Divine Land Marching Band y la banda de tambores a la cintura. 


La Sra. Huang, practicante, le cuenta a la Sra. Hu, que vino de China, sobre la persecución a Falun Gong. Durante la manifestación, la Sra. Hu decidió renunciar al partido


Miembros de la Divine Land Marching Band demuestran los ejercicios de Falun Gong.

La Sra. Zhu, practicante, compartió su visión sobre la idea de que China no caerá en caos si el PCCh colapsa. “El apogeo y caída de las dinastías siguen el curso de la historia. Sin importar qué dinastía, China permanece. Sin el régimen autoritario del PCCh, China aún será China”, dijo.

“Los practicantes de Falun Gong en China se arriesgan para contarle a la gente lo que realmente ha estado pasando en estos casi 16 años de persecución a Falun Gong, y sobre las consecuencias de mantenerse dentro del partido. ¿Por qué hacen esto ellos? Para despertar la conciencia de la gente”, dijo la Sra. Zhu.

Ryan y Sharleen de Nueva Zelanda, simpatizan con Falun Gong.

Ryan y Sharleen, neozelandeses, estuvieron mirando la demostración de los ejercicios de Falun Gong por un rato largo. Ambos dijeron que respaldan los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Gong.

Ryan describió la persecución en China como “inhumana” y “desagradable”. Dijo que le costaba creer que un poder político fuera tan lejos como para perseguir gente inocente. “Si más gente se entera de lo que está sucediendo, ellos ayudarán a detener la persecución”, agregó.

Un neozelandés de la isla Waiheke, dijo que sabía sobre la persecución por haber leído La Gran Época. “Ustedes son muy valientes. ¡Los apoyo! Sé que muchos chinos son silenciados [por el PCCh]. Los respeto y admiro por decir las cosas”, dijo.

Ezel, un estudiante de medicina de Israel, leyó cuidadosamente los carteles en la manifestación. Dijo recién después de que el comunismo se vaya de China, China tendrá libertad de creencia y de expresión. John, un turista de Alemania, dijo que conocía la naturaleza perversa del comunismo porque una vez este plagó Alemania occidental. Y agregó: “A pesar de que el PCCh aún está matando gente, no puede matarlos a todos. Una vez que todos los chinos sepan la verdad, el PCCh colapsará”.

El Sr. Zheng, un inmigrante chino de Singapur, saluda a un practicante de Falun Gong.

Detrás de los 200 millones de renuncias

El número de 200 millones se puede considerar un barómetro del estado mental de los chinos… ¿puede esta cantidad de gente estar aún bajo el control del partido? ¿O se libraron de este?

Estas personas no han renunciado a sus membresía con el objetivo de una reforma política en China. En vez, están buscando paz interior e independencia espiritual.

Los 200 millones incluyen aquellos que han renunciado al partido comunista, la principal organización para adultos, y las dos organizaciones para jóvenes, la liga juvenil comunista y los jóvenes pioneros.

Librarse de un juramento coercitivo

Mientras que el PCCh les dice a los chinos que su membresía a las organizaciones comunistas se termina “automáticamente” una vez que exceden cierto límite de edad, 14 años para los jóvenes pioneros y 28 para la liga juvenil, o si un miembro deja de pagar la cuota por un lapso muy largo de tiempo, los practicantes de Falun Gong y los 200 millones que han renunciado tienen una opinión diferente.

La cultura tradicional china enfatiza mantener la promesa de uno. Un juramento como el que se da en las ceremonias para unirse a las organizaciones comunistas, de dedicar el resto de la vida de uno al partido, no se puede anular “automáticamente”. El efecto del comunismo en la mente permanece si uno no escoge renunciar a su membresía al partido.

Además, todos los miembros del partido serán responsables por los innumerables crímenes que el PCCh ha cometido contra los chinos, especialmente la persecución a Falun Gong, una campaña de erradicación nacional que apunta a los valores del corazón de la cultura tradicional china.

La máquina de propaganda del PCCh reportó que tenía 85 millones de miembros a fines de 2012. No está claro si esa cuenta incluye a aquellos que están considerados como haber “renunciado automáticamente”.

El número de afiliados de los jóvenes pioneros y de la liga juvenil raramente son reportados. Sin embargo, dada la naturaleza obligatoria de esta afiliación, casi todos los estudiantes de la secundaria son miembros de los jóvenes pioneros, y la gran mayoría de los estudiantes de enseñanza media son miembros de la liga juvenil comunista.