(Minghui.org) Los practicantes de Falun Gong en el sur de Taiwán tuvieron un día fructífero en una jornada de intercambio de experiencias el 22 de marzo de 2015. Durante ese día, estudiaron las enseñanzas de Falun Dafa, hicieron los ejercicios, e intercambiaron sus experiencias y entendimientos sobre cómo incorporar mejor las enseñanzas de Dafa en todos los aspectos de la vida.

Los practicantes compartieron cómo han progresado y se han beneficiado como resultado de practicar Falun Dafa. Los jóvenes practicantes mejoraron en sus escuelas y dejaron de tener conflictos con sus amigos. El cáncer de un hombre desapareció dos meses después de comenzar a practicar Falun Gong genuinamente. Un ingeniero experimentó el milagroso poder sanador de Falun Dafa.


Los practicantes en el sur de Taiwán se reunieron a estudiar en una jornada de intercambio de experiencias el 22 de marzo de 2015.


Los practicantes también estudiaron las enseñanzas en diferentes grupos.


Jóvenes practicantes haciendo el quinto ejercicio, la meditación sentada.

Por la mañana, los practicantes de dividieron en grupos separados por edad e idioma. Estudiaron juntos y compartieron sus experiencias de cultivación. Por la tarde, todos los practicantes se reunieron en un auditorio mientras que varios practicantes compartieron sus historias con todo el grupo, alentando a todos a mejorar como un solo cuerpo.

Jóvenes dizi se benefician de Falun Dafa

Jin-ling, estudiante de sexto año, comenzó a estudiar Falun Dafa en primer año. Solía estar enferma todo el tiempo por su débil sistema inmunológico. “Al empezar a practicar, casi nunca me enfermé. Me siento con mucha energía todos los días”, dijo. “Aprendí a ser más considerada, responsable y amable por la práctica”.

Ming-Ching es un practicante de 12 años que disfruta estar con otros jóvenes practicantes. Juntos han leído Zhuan Falun varias veces. Contó que antes peleaba con otros niños al jugar, pero se arrepintió luego cuando recordó las palabras de Shifu.

“Ahora cuando me encuentro con conflictos, puedo recordar al instante que soy un practicante y que debo ser tolerante en lugar de pelear”, Ming-Ching compartió. “Puedo hablar en un tono calmado y explicar cualquier malentendido”.

Jia-en comenzó a memorizar poemas de Hong Yin cuando tenía tres años. Ahora puede recitar todos los poemas de los tres volúmenes de Hong Yin. Cuando sus amigos la molestaban, recordaba los poemas. De este modo, no se sentía mal y sus compañeros dejaban de molestarla.

“Como practicante, me esfuerzo en hacer lo mejor en todo lo que hago. Soy sincera, amable, y no me aprovecho de otros. Mis maestros y compañeros me aprecian y se sienten cómodos conmigo”; contó Jia-en.

El encuentro más afortunado

Chen-Dong fue diagnosticado con cáncer en 2009. En ese momento ya practicaba Falun Dafa desde cinco años antes, pero también practicaba otro qigong. Esta dura noticia fue un palo de advertencia. Abandonó su otra práctica y comenzó a estudiar las enseñanzas de Dafa y hacer los cinco ejercicios intensamente. También abandonó la medicina china. Dos meses después, cuando regresó al hospital para un chequeo, el doctor le dijo que no había signos del cáncer.

Las experiencias de un doctor lo llevan a practicar

Kuo-Rui, doctor en ingeniería, asistió a una sesión de conferencias de Falun Dafa con su suegra y sintió curiosidad del poder sanador de Falun Dafa. Como científico, lo experimentó él mismo.

“Un día tenía fiebre alta. En lugar de ver a un doctor, estudié las enseñanzas de Falun Dafa e hice los ejercicios. Para mi sorpresa, la fiebre desapareció enseguida”, dijo Kuo-Rui.

“Otra vez, tenía problemas estomacales y diarrea, e hice lo mismo. En diferentes ocasiones experimenté síntomas de enfermedad y todos desaparecieron cuando practicaba Falun Dafa”.

“Sentí los milagros de Falun Dafa y de a poco abandoné la actitud de buscar conocimiento. Comencé a practicar Falun Dafa sinceramente. La profundidad de Dafa nunca deja de asombrarme”, dijo Kuo-Rui.