Mirando hacia adentro para identificar nuestro punto de partida

(Minghui.org) Cuando leí por primera vez el artículo "Punto de partida", un reciente editorial del sitio Minghui, me quedé asombrado. ¿Por qué algunos practicantes siguen tratando la cultivación como insignificante después de tantos años de práctica?

Sin embargo, después de pensarlo, me di cuenta de que tales situaciones existen incluso entre los practicantes que yo mismo conozco.

Una vez conocí a un practicante que había sido liberado después de haber accedido a renunciar a su creencia y haber espiado a otros practicantes. Él no sentía que había hecho nada malo, porque su propósito había sido salir de la cárcel antes del término previsto, para poder hablarles a los demás sobre Falun Gong.

Más tarde, este practicante descubrió que su esposa tenía una aventura con otro hombre, se enfureció y golpeó al amante.

Me enteré de esta aventura a través de un coordinador muy conocido en mi región. Lo que me impresionó fue el hecho de que ni el coordinador, ni otros practicantes sintieron que el comportamiento del marido no había sido el comportamiento de un practicante genuino.

Supe que algo andaba mal, pero no lo pude señalar en aquel momento. Ahora, después de haber leído "Punto de partida", llegué a ver las cosas con más claridad. El editorial de Minghui habló en detalle del problema:

"Estos casos han surgido para que los estudiantes y discípulos de Dafa puedan discernir las cosas y cultivarse en el Fa, para aprender a considerar la cultivación como punto de partida siempre que se encuentran con problemas, y para asimilarse a Dafa para salvar a más gente, en lugar de seguir dejándose influenciar por sus apegos humanos".

"Sin embargo, en el ambiente especial de China continental, siempre hay algunas personas que no consideran la cultivación como lo más importante, y no hacen bien y sólidamente las cosas que son necesarias para salvar a la gente —sino que, en cambio, consideran como punto de partida sus apegos humanos".

En mi entendimiento, los practicantes de mi área fallaron en manejar las cosas como practicantes, y permitieron que sus nociones humanas asumieran el control. Realmente deberíamos mirar hacia adentro para examinar nuestros propios puntos de partida. Si estamos fuera en ese aspecto, inevitablemente invitaremos a toda clase de pruebas y tribulaciones.

Mientras todavía tengamos apegos, cualquier desviación de un punto de partida recto abrirá brechas que serán aprovechadas por el mal.

Si todos los practicantes hubieran sido capaces de tomar el Fa como Maestro y de actuar de acuerdo con los principios del Fa, no hubieran aparecido situaciones tales como la de Li Xupeng y otras personas que se mencionan en el editorial "Punto de partida".

Como practicantes, deberíamos medir todo lo que nos encontramos con los principios del Fa. Si nos hemos enredado en nuestras nociones humanas y discutimos con el otro sin parar sobre temas triviales, nunca veremos la naturaleza de este asunto.

Desde mi propia experiencia, mientras más somos capaces de calmarnos para estudiar el Fa, mejor podemos comprender los significados más profundos del Fa y más firme será la fe que tenemos en Shifu. Nos encontraremos pequeños e insignificantes en comparación con el Fa.

Con el Fa guiándonos cada acción y pensamiento, ya no perderemos el camino cuando los apegos humanos y la maldad interfieran con nosotros. Mientras tengamos el Fa en nuestras mentes, seremos capaces de mantener un punto de partida recto y de encontrar soluciones en los momentos difíciles.